Cápsula
El teletrabajo en Colombia es liderado por las mujeres, pero aún enfrenta barreras estructurales
Aunque el 6% de los asalariados ya trabaja de forma remota, las mujeres son mayoría en esta modalidad, solo el 10% de las empresas cuentan con planes concretos de implementación.
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El teletrabajo en Colombia ha dejado de ser una salida coyuntural y se ha convertido en una modalidad estable dentro del mercado laboral. Según el Reporte de Mercado Laboral No. 34 del Banco de la República, alrededor del 6% de los asalariados desempeñan sus funciones de manera remota, cifra que cuadruplica la registrada antes de la pandemia en 2019.
La Gran Encuesta integrada de Hogares (GEIH) del DANE confirma que, tras alcanzar un pico del 13% en 2020-2021, la participación se estabilizó en torno al 6% durante 2023-2025, con una presencia mayor de mujeres (7%) frente a los hombres (4,7%).
Los sectores con más vacantes compatibles con esta modalidad son información y comunicaciones (33%), actividades profesionales y administrativas (9%) y establecimientos financieros (7%). En contraste, actividades como agricultura, transporte y alojamiento registran niveles mínimos de adopción.

Otro hallazgo es que las vacantes que ofrecen teletrabajo tienden a pagar entre 10 % y 23 % más que las presenciales, aunque esta diferencia obedece principalmente al nivel de cualificación requerido en esas ocupaciones.
En el plano normativo, Colombia ha avanzado desde la Ley 1221 de 2008, que introdujo el teletrabajo, hasta la reciente Ley 2466 de 2025, que amplió las modalidades a seis: autónomo, móvil, híbrido, transnacional, temporal o emergente, y tradicional. Además, la reforma incluyó derechos como la desconexión laboral y el auxilio de conectividad.
No obstante, persisten desafíos importantes: mientras el 90 % de los trabajadores manifiesta preferencia por esquemas híbridos, apenas el 10 % de las empresas ha desarrollado planes claros de teletrabajo. A esto se suman brechas salariales respecto a niveles prepandemia y una adopción desigual por sector y tamaño empresarial.
Los datos indican que el teletrabajo ayuda a mejorar la eficiencia del mercado laboral, al facilitar el emparejamiento entre vacantes y desempleados. Sin embargo, la consolidación de esta modalidad exige cerrar las brechas entre la regulación, las necesidades de los trabajadores y las estrategias empresariales.