Banca

Crisis en el Banco Agrario: desmonte de programas rurales, caída de las ganancias y deterioro financiero. Habla expresidente de la entidad

Francisco Mejía, quien estuvo al frente del banco hasta agosto de 2022, denuncia empeoramiento de la cartera y gasto desmesurado.

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27 de noviembre de 2025, 10:53 a. m.
BANCO AGRARIO caída en las utilidades
Entre 2022 y 2024, las utilidades del Banco Agrario cayeron 42,5 % en términos nominales y 51,7 % en términos reales (descontando la inflación). | Foto: ESTEBAN VEGA LA-ROTTA / SEMANA

El Banco Agrario, el único establecimiento de crédito de carácter público del país, pasa actualmente por varias dificultades. A los señalamientos de prensa sobre presuntos favorecimientos con créditos para familiares de Verónica Alcocer se suma el análisis de un expresidente de la entidad, quien advierte graves deterioros de cartera y en el balance del banco.

Al cierre de 2022, las utilidades del Banco Agrario fueron de 672.000 millones de pesos. Dos años después (diciembre de 2024) cayeron a 386.000 millones, lo cual significa una caída nominal del 42,5 % y real del 51,7 % (descontando la inflación).

Si bien todos los bancos registraron un comportamiento similar, debido al aumento de las tasas de interés, el deterioro del Agrario fue mayor, asegura Francisco Mejía, quien presidió la entidad entre agosto de 2018 y el mismo mes de 2022. Su argumento es que la desmejora del banco, cuya vocación es atender la actividad agropecuaria del país, se debe a un empeoramiento de la cartera, derivado de malas prácticas de la organización, deficiente monitoreo y posibles fraudes en el otorgamiento de crédito.

En su concepto, las menores utilidades también son el resultado de un aumento desmesurado de los gastos del Banco. Descartó algún impacto en el balance por los anuncios del actual gobierno de mayores subsidios a la tasa de interés para el campesino colombiano. Explica que esa medida no afecta las cifras de la entidad financiera, pues los recursos para los subsidios son trasladados desde el Ministerio de Agricultura al Banco Agrario. “Además, en el Gobierno Petro los subsidios a la tasa han sido mucho menores que en el gobierno Duque”, reitera.

Francisco José Mejía, presidente del Banco Agrario.
Francisco José Mejía, expresidente del Banco Agrario. | Foto: Guillermo Torres

El estado de resultados del banco también se ha visto afectado por un incremento de la cartera vencida, que pasó de 210.000 millones de pesos en 2022 a 555.000 en 2024. “Si a estas cifras les agregamos el valor de deterioro de cartera de enero a septiembre de 2025, de 324.000 millones de pesos, tendríamos que este gobierno ha tenido un gasto por deterioro de cartera desde septiembre de 2022 de 1,53 billones de pesos, lo cual es una cifra exageradamente alta que refleja graves irregularidades”, insiste Mejía.

El incremento excesivo de los gastos del banco también lo atribuye a una inflación burocrática tanto en la nómina como en los contratos de prestación de servicios. En lo que va corrido de 2025 hasta septiembre, se han gastado 630.000 millones de pesos en este último rubro, lo cual equivale a 76.000 millones más que en el mismo periodo del año anterior.

Adicionalmente, el exfuncionario asegura que se han abandonado muchos programas del Banco que beneficiaban al campesinado y a sus clientes, como es el caso de la alianza con Rabobank, Solidaridad y Microsoft, el cual promovía la siembra de cacao y con tecnología satelital se calculaba la captura de carbono de la finca beneficiada. Eso generaba unos créditos de bonos de carbono y el Banco Agrario le trasladaba el dinero al campesino.

“Otro programa que abandonaron fue el de remesas internacionales. A comienzos de 2022 se puso en marcha en alianza con Western Unión y fue un alivio para la gente en las regiones más apartadas de Colombia, donde solo opera el Banco Agrario. También acabaron el programa de ecosistemas digitales de pagos, que llevaba soluciones digitales a corregimientos alejados donde no estaba el banco físicamente”, lamenta Mejía.

Nueva sede del Banco Agrario en Suba, ubicada al noroccidente de Bogotá.
Mejía asegura que la actual administración del banco ha abandonado varios programas que beneficiaban a sus clientes. | Foto: Banco Agrario

Otro programa que ya no existe es el de crédito para el joven rural y a ello se suman las quejas de grandes empresas agropecuarias, que eran clientes del banco y ahora les están cerrando sus cuentas. “Lo que me dicen es que han visto un sesgo antiempresa en algunos nuevos funcionarios del Banco”, puntualiza el expresidente.