Especial abogados/ Laboral
Estos son los retos que tienen a los empresarios con los pelos de punta por la reforma laboral y la reducción de la jornada
Los recientes cambios en el régimen de trabajo obligan a los empresarios a hacer cuentas y a elevar consultas a los abogados

Desde julio pasado las empresas colombianas enfrentan un verdadero revuelo. En el mismo momento en que debían aplicar la reducción de la jornada laboral semanal de 46 a 44 horas, establecida por la Ley 2101 de 2021, se aprobó también la reforma laboral, que introdujo numerosas disposiciones adicionales.
Reprogramación de turnos, ajuste de horarios, cambios en los reglamentos internos, revisión de presupuestos y estrategias de productividad son algunos de los retos operativos que desde hace poco más de un mes enfrentan los empleadores en Colombia. Aunque los empresarios ya tenían calculados los costos de disminuir la jornada semanal, la reforma les sumó otros tantos que apenas están digiriendo.
Y es que la coincidencia de las dos normas trae consigo un encarecimiento de la hora de trabajo, así como aumentos en los costos en recargos dominicales y nocturnos, lo que les deja un estrecho margen de maniobra. “Desde la expedición de la norma de 2021 que redujo gradualmente la jornada laboral, que además prohibió expresamente afectar los derechos salariales y prestacionales de los trabajadores, el costo de la hora de trabajo con relación al salario mínimo pasó de 3.786 pesos con una jornada de 240 horas mensuales hace 4 años, a 6.355 pesos con una jornada de 224 horas mensuales en este 2025”, explicó Saida Quintero, socia de Quintero y Quintero Asesores.

Pero la confusión aumenta. La reforma laboral de este año trajo de vuelta la jornada laboral máxima diaria de 8 horas. “Esa norma contemplaba solamente una jornada laboral máxima semanal. Su relevancia radica en la aplicación de las horas extras, que vuelven a causarse a partir de la octava hora laborada”, advierte Mirna Wilches Navarro, socia de la firma de abogados Chapman Wilches. Estas circunstancias disminuyen la flexibilidad operativa y dificultan la planeación interna de las compañías.
Es por esto que firmas de abogados especialistas en materia laboral ponen sobre la mesa ciertas reglas que los empresarios deben seguir. Camilo Cuervo, socio de Holland & Knight, recomienda que el primer camino de los empresarios debe ser capacitarse, planear y buscar asesoría especializada en gestión humana.
“La reforma tomó a la mayoría de los equipos por sorpresa, lo que hoy exige ajustar la programación de turnos y contratos, implementar controles claros sobre recargos y ausentismo laboral, y contar con asesoría jurídica y laboral especializada, aspectos cruciales para evitar errores costosos”, dice.

Y hay otras firmas, como Garrigues, que ven oportunidades en los cambios normativos, pues al tiempo que deben hacer ajustes para cumplir con las nuevas reglas del juego, esos cambios y la optimización de procesos pueden significar mejoras en la productividad y fortalecimiento del compromiso de los trabajadores.
“La clave está en adaptarse rápidamente y buscar soluciones innovadoras para mantener la competitividad en el mercado. Igualmente, planificar con tiempo y buscar alternativas que permitan cumplir con la ley sin aumentar innecesariamente los costos”, señaló Carolina Camacho, socia de Garrigues.

Por su parte, Mauricio Montealegre, abogado de la firma Pérez-Llorca y Gómez-Pinzón, recomienda a las compañías hacer evaluaciones del efecto real material que pueda tener la reforma en la operación. Y con base en esa evaluación, definir un plan de acción para identificar el impacto en costos y la forma de mitigarlos.
Lluvia de consultas
Todo este panorama de confusión entre una norma y otra ha elevado las consultas de los empresarios ante las firmas de abogados. Las nuevas cargas y obligaciones, especialmente de la reforma laboral, que van en paralelo con la reducción de la jornada semanal, han generado preocupación entre los empleadores y los ha llevado al ajuste de operaciones.

“Las consultas apuntan a cómo lograr eficiencias o reducciones en operación, cumpliendo la ley y evitando sanciones. Los abogados laboralistas que trabajamos para las empresas que generan empleo y riqueza en este país somos responsables de acompañarlos en los ajustes que deban hacer, siempre buscando la seguridad jurídica”, explica Vicente Umaña, socio de Posse Herrera Ruiz (PHR Legal).

Puntualmente, buscan orientación sobre ajuste de turnos por la reducción de la jornada; impacto económico de recargos nocturnos y dominicales; manejo de los aprendices del Sena bajo la nueva figura laboral, y estrategias para optimizar costos sin riesgos legales.
Ante el volumen de consultas, algunas firmas como Chapman Wilches decidieron abrir nuevas líneas de servicio especial para que las empresas implementen las normas de la reforma laboral de manera adecuada. “El servicio va desde el entendimiento de los cambios hasta la sugerencia de acciones que los lleve a su cumplimiento, pero que no afecte las operaciones, minimizando los riesgos de sanciones o condenas judiciales debido a reclamos de trabajadores”, explicó Mirna Wilches.

Otros retos para empresarios
Uno de los retos que se presenta para los empresarios ante la reducción de la jornada laboral es lograr la eficiencia en los procesos empresariales, pues hay que hacer ajustes en los procedimientos, pero sin disminuir el salario ni las prestaciones sociales del trabajador.

Para Belisario Velásquez Pinilla, presidente de la firma Belisario Expertos en Derecho Laboral y SST, cumplir con las normas en materia de disminución de la jornada, implica que las compañías deben ajustar su operación, procesos y esquemas de organización del trabajo para garantizar el cumplimiento en menor tiempo, asumiendo la eficiencia y reorganización como el principal reto.

Por otro lado, destaca que los empresarios ya no deben solicitar autorización previa al Ministerio del Trabajo para implementar horas extras.
“Sin embargo, esta flexibilización no significa ausencia de control, pues ahora recae directamente en el empleador la responsabilidad de llevar un registro riguroso de la jornada laboral y del trabajo suplementario, garantizando que en ningún caso se supere el límite legal de 2 horas diarias y 12 horas semanales. El incumplimiento de estos topes puede acarrear sanciones administrativas y reclamaciones laborales, por lo que resulta indispensable reforzar los mecanismos internos de control de tiempo y nómina”, señala Velásquez Pinilla.