Empresas
Estudio revela una importante caída en el tejido empresarial colombiano
De acuerdo con el análisis realizado por Informa Colombia, se habla de una transformación silenciosa en sectores que han sido, tradicionalmente, generadores de empresa y empleo.
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Ángela Carolina Pérez Sánchez
Carolina Pérez es editora web de SEMANA. Periodista de la Universidad del Rosario con quince años de experiencia en diferentes medios de comunicación nacional, en los cuales ha ejercido como periodista y editora, con énfasis en la producción de contenidos y la edición de textos.

Colombia enfrenta uno de los momentos más críticos para su tejido productivo en más de una década. La creación de empresas sigue en caída, los cierres se mantienen altos y los indicadores financieros de los sectores tradicionales revelan un deterioro profundo. Los analistas coinciden: el problema ya no es coyuntural, es estructural.
Así lo evidenció el más reciente Estudio sobre la Dinámica Financiera - Empresarial en Colombia elaborado por Informa Colombia, que muestra un escenario complejo para la creación de empresas y una transformación del tejido empresarial donde los sectores como el comercio y la industria se reducen y otros como salud y educación aumentan.
El sector comercio, históricamente el motor del país, sufrió una caída dramática. Entre 2023 y 2024, sus activos se redujeron un 78 %, mientras que sus utilidades se desplomaron un 95 %.
En entrevista con SEMANA, Adalgiza Catalán Gutiérrez, gerente general de Informa Colombia, aseguró que la incertidumbre regulatoria, la caída en la demanda interna y el alto costo del crédito han golpeado de manera directa a este sector. “El empresario colombiano tiene demasiado miedo de crear empresas; no hay claridad normativa y las condiciones de financiación son demasiado complejas”, señaló.
Mientras comercio e industria retroceden, sectores como salud y educación parecen transitar un camino distinto: se han consolidado como refugios de estabilidad.
Sin embargo, los investigadores advierten que podría tratarse de un fenómeno puntual: “Tenemos que ver si esta dinámica se sostiene en 2025 y 2026. Un año de crecimiento no basta para hablar de una reconfiguración sectorial”, explica Catalán.
En cuanto al comportamiento geográfico, en 2025, Córdoba fue el único departamento que aumentó la creación de empresas, con un crecimiento del 13 %.

Pero su impulso no alcanza para compensar el panorama nacional: departamentos como Huila, Cauca y Tolima registraron caídas del 100 %, es decir, no se creó ni una sola empresa nueva en el periodo evaluado.
Catalán atribuyen el crecimiento de Córdoba a un “efecto rebote”, tras años de rezago por problemas de violencia y baja actividad económica. Sin embargo, advierte que es insuficiente para contrarrestar la caída en Bogotá, Medellín y Valle, que concentran más del 60 % de la actividad empresarial del país.
Micro y pequeñas empresas: las más golpeadas
El diagnóstico es especialmente crítico para las micro y pequeñas empresas, que representan el 96 % del tejido productivo nacional.
Las pequeñas empresas perdieron el 91 % de sus activos y el 96 % de su utilidad neta, cifras que reflejan no solo una crisis de liquidez, sino una pérdida masiva de capacidad operativa.
“Es un ecosistema que se está quedando sin oxígeno”, explicó la vocera. “Muchos emprendedores están cerrando sin pasar por procesos de reestructuración; prefieren retirarse antes que asumir los costos legales y la incertidumbre de un proceso concursal”.
¿Qué pasa con los procesos concursales?
Uno de los datos interesantes que revela el informa es la caída del 83 % en el uso de los procesos concursales, como la ley de insolvencia.
Las empresas, especialmente las micro y pequeñas, están optando por cerrar sin intentar ningún mecanismo de rescate financiero. Las razones son claras: falta de conocimiento, altos costos jurídicos y tiempos prolongados.
“Los procesos concursales son utilizados casi exclusivamente por empresas medianas y grandes. “Las pequeñas no tienen ni el tiempo ni los recursos para sostener un proceso que puede tardar meses”, afirma Catalán-
Un 2026 incierto en medio de la coyuntura electoral
A este panorama se suma la entrada en vigencia de la ley de garantías y el año electoral. Los expertos anticipan un 2026 lento en su primer semestre, con empresarios esperando claridad sobre candidatos, políticas económicas y posibles reformas. Solo tras el cambio de gobierno —hacia agosto o septiembre— podría haber señales de reactivación.
“Hasta que no se definan los lineamientos del próximo gobierno, la inversión seguirá contenida”, concluye.
