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REGRESO A CLASES

¿Cuántas tareas debería estar haciendo su hijo?

Los deberes tienen la función de afianzar el aprendizaje. Sin embargo, existe un debate sobre la cantidad y pertinencia que tiene el trabajo en casa. A veces el exceso es contraproducente.

20 de enero de 2016

Hay una duda que ronda constantemente a los padres de familia cuando se trata de la educación de sus hijos: ¿cuántas tareas deben tener? La pregunta indaga por ese límite entre una carga académica laxa y una pesada: ¿qué es mejor? Aquí no hay respuestas definitivas.

Lo cierto es que la función de los deberes consiste en afianzar el aprendizaje en clase. Cuando el estudiante se enfrenta por su cuenta a un tema y a una serie de ejercicios todas las dudas afloran. Sin embargo, no son pocos los papás que se quejan ante el colegio por todo lo que sus hijos deben hacer en casa.

El debate sobre la cantidad y pertinencia que tienen las tareas lleva planteándose varios años. Las conclusiones de las investigaciones al respecto no son categóricas, pero sí revelan tendencias que deben considerarse.  La conclusión principal es que los excesos generan efectos negativos, como el tedio.

En este sentido, el Distrito Unificado de Los Ángeles (Lausd por sus siglas en inglés) en Estados Unidos construyó unos lineamientos  que pueden servir de guía para los padres. El principal aporte de esta iniciativa es que sugiere el tiempo que los niños y jóvenes deben dedicar a su formación académica.

La primera recomendación: que solo sean cuatro de los cinco días semanales. La guía prevé un tiempo de 10 minutos por día para los niños en preescolar. Periodo que asciende a 20 minutos cuando están cursando primero y segundo de primaria. En tercero deber ser media hora por día, en cuarto grado cuarenta minutos y en quinto cincuenta minutos.

El Lausd aclara que estos tiempos no incluyen la práctica de lectura diaria que debe fortalecerse durante niveles. En el caso de secundaria el tiempo recomendado está determinado por las clases diarias que tienen los jóvenes. Así, en sexto (primero de bachillerato) se deben dedicar 15 minutos por cada asignatura del día. En séptimo el tiempo se incrementa a 20 minutos. En noveno y décimo se recomienda un estudio de 25 minutos y en 11 de media hora.

Esta entidad estadounidense recordó que “las tareas son una oportunidad formativa para que los estudiantes experimenten los aprendizajes nuevos. Los alumnos aplican lo que han aprendido y evidencian qué entienden y qué les genera dudas (…) Los deberes tienen que estar alineados con los contenidos que se ven durante el grado”.

Las tareas son parte constitutiva del proceso académico. De ahí que la OCDE haya comprobado, a través de un estudio para 65 países que presentó en 2014, que los deberes están relacionados con un mejor desempeño escolar. El informe de la organización reveló que los alumnos que dedican más tiempo a sus trabajos en casa tienen mejores puntajes en las pruebas Pisa y en sus respectivos colegios. Además, la diferencia entre las instituciones que no dejan deberes y las que sí representa un retraso en el estudio de entre seis meses y un año.

Harris Cooper, profesor de psicología de la Universidad de Duke (Estados Unidos), también indagó en la relación entre las tareas y el logro académico de los estudiantes. Su investigación arrojó que los deberes mejoran el desempeño hasta cierto punto. Los alumnos que dedican entre 60 y 90 minutos diarios a sus deberes tienen un rendimiento tan satisfactorio como los que pasan más horas haciendo tareas.

La Universidad Autónoma de Madrid llegó a una conclusión similar en un estudio que aplicó a5.603 alumnos de 98 escuelas de Colombia, Bolivia, Chile, Cuba, Ecuador, España, Panamá, Perú y Venezuela. A través de las tareas sí se mejora el desempeño. Eso sí: siempre y cuando sean revisadas en el aula y se preste especial atención a los alumnos con menores desempeños.

Ahora, la investigación de la profesora SusanHallam, de la Universidad de Londres, presentada en 2013 pone en dudaestos resultados. Tras analizar varios estudios sobre las tareas en los últimos 75 años concluyó que los deberes tienen poco peso en el desempeño de los estudiantes. Según su informe: apenas marcan la diferencia de las calificaciones en un 4%.

AlfieKohn es un experto en educación y autor de varios libros que ha criticado fuertemente las tareas. De hecho, en una de sus obras analiza por qué esta práctica muchas veces termina bloqueando el aprendizaje de los alumnos.

En un ensayo escribió que “cualquier beneficio teórico de la práctica de mandar tareas debe ser sopesado con el efecto que tiene en el interés de los estudiantes por aprender. Si llenar una hoja de trabajo estropea el deseo de leer o pensar, seguramente esta actividad no producirá una mejora en las destrezas practicadas. Después de todo, cuando una actividad es considerada pesada, también tiende a disminuir la calidad del aprendizaje”.

En últimas la respuesta sobre el beneficio y la cantidad de tareas debe estar centrada en las necesidades particulares de cada estudiante. Justamente, porque la formación apela a un ser humano que a partir de ella va a construir un proyecto de vida.

PARA EL DEBATE

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