Foros Semana
CORPOGUAVIO advierte: sin conciencia sobre los páramos, peligra la seguridad hídrica a 2030. ¿Hay un plan?
Expertos y autoridades debatirán el 20 de octubre cómo conservar estos ecosistemas vitales para la seguridad hídrica y el equilibrio ambiental del país.
Siga las noticias de SEMANA en Google Discover y manténgase informado

Colombia alberga cerca del 50 % de los páramos del mundo, según el Ministerio de Ambiente. Estos ecosistemas fríos y húmedos captan, almacenan y regulan el agua que abastece a buena parte del país. En la jurisdicción de CORPOGUAVIO —que comprende 8 municipios de Cundinamarca los cuales son Gachalá, Gama, Gachetá, Ubalá, Junín, Medina, Guasca y Fómeque— se encuentran zonas estratégicas para el suministro hídrico de Bogotá y el oriente de Cundinamarca.
La desaparición de los páramos en Colombia representaría una amenaza crítica para la seguridad hídrica nacional y el equilibrio ambiental en las próximas décadas, advirtió CORPOGUAVIO.
La Corporación explicó que estos ecosistemas funcionan como grandes esponjas naturales: captan la lluvia y la neblina, almacenan el agua en la vegetación, los musgos y los suelos, y la liberan gradualmente hacia ríos y cuerpos de agua. De ese equilibrio depende el abastecimiento constante incluso en los periodos secos.
Además, indicó que la pérdida de estos ecosistemas pondría en riesgo el almacenamiento de agua y la recarga de acuíferos, lo que reduciría la disponibilidad para el consumo humano, la agricultura y la industria. Este equilibrio hídrico explica por qué la mayoría del agua potable del país proviene de los páramos, lo que convierte su conservación en un asunto crucial para las poblaciones y las actividades productivas. CORPOGUAVIO también recordó que los suelos de páramo actúan como reservorios de carbono y que, al degradarse, liberan dióxido de carbono y metano, lo que agrava el cambio climático.
Amenazas y acciones de conservación
La Corporación advirtió que las amenazas son múltiples. La expansión de la frontera agropecuaria, con la praderización y la tala de vegetación nativa, ejerce una presión constante sobre el ecosistema. A ello se suman las especies invasoras, como el retamo espinoso, los incendios forestales y el desplazamiento de especies autóctonas.
Como autoridad ambiental, CORPOGUAVIO cumple funciones de vigilancia, control, planificación y ejecución de programas de conservación y reconversión productiva. Profesionales de la Corporación explicaron que se hace un seguimiento a las fuentes hídricas y se articulan proyectos con otras autoridades ambientales que comparten la jurisdicción del páramo de Chingaza, una coordinación esencial para el manejo integral de los territorios.
La concienciación comunitaria y la educación ambiental son pilares del trabajo de la corporación. CORPOGUAVIO cuenta con un área de Educación Ambiental dedicada a promover el conocimiento sobre la importancia de estos ecosistemas en escuelas, colegios y comunidades rurales. Desde el área de biodiversidad y servicios ecosistémicos se impulsan campañas de sensibilización y monitoreo comunitario de especies emblemáticas como el oso andino, integrando saberes locales y fomentando la participación de los habitantes en la protección del ecosistema.

La legislación colombiana respalda esta labor. La Ley 99 de 1993 creó el Sistema Nacional Ambiental y las corporaciones autónomas regionales, y la Ley 1930 de 2018, conocida como Ley de Páramos, estableció límites y prohibiciones, incluida la exclusión de actividades mineras y de hidrocarburos en estas zonas.
Esa norma obliga a tener planes de manejo ambiental que garanticen la conservación de los ecosistemas. Gómez destacó además el papel de la Corte Constitucional, que reconoció a los páramos como sujetos de derechos y exigió al Estado velar activamente por su protección.
Un llamado urgente
A juicio de CORPOGUAVIO, la situación es alarmante. A 2030 la seguridad hídrica está bastante en riesgo; de no mediar acciones decisivas de protección y sensibilización, podría desencadenarse una crisis de abastecimiento en los próximos diez años. Ya en 30 años habría una escasez demasiado grande que generaría colapsos y la pérdida de servicios ecosistémicos críticos que no tendrán regreso, advirtió la Corporación, que reiteró la urgencia de actuar de inmediato para evitar consecuencias irreversibles.
Para discutir los riesgos y las posibles salidas, CORPOGUAVIO y Foros Semana convocaron el 20 de octubre el webinar “Páramos: guardianes del agua y la vida”, centrado en las estrategias de conservación. Participarán Marcos Manuel Urquijo Collazos, director de CORPOGUAVIO; Diego Leandro Cárdenas Chala, secretario de Bienestar Verde de la Gobernación de Cundinamarca; y Luisz Olmedo Martínez Zamora, director general de Parques Nacionales Naturales de Colombia. La conversación estará a cargo de Laura Charry, editora central de SEMANA.

Durante el foro, los expertos analizarán cómo fortalecer la conciencia ciudadana y las políticas públicas para proteger estos ecosistemas. La clave, coinciden, está en la educación, la participación comunitaria y el fortalecimiento institucional. Protegerlos —esas fábricas invisibles de agua que sostienen la vida— no es solo una tarea ambiental: es una cuestión de supervivencia.