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CORPOGUAVIO advierte: sin conciencia sobre los páramos, peligra la seguridad hídrica a 2030. ¿Hay un plan?

Expertos y autoridades debatirán el 20 de octubre cómo conservar estos ecosistemas vitales para la seguridad hídrica y el equilibrio ambiental del país.

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18 de octubre de 2025, 12:06 a. m.
El Oso Andino es considerado como el guardián del agua, el jardinero del bosque y el páramo.
El Oso Andino es considerado como el guardián del agua, el jardinero del bosque y el páramo. | Foto: CORPOGUAVIO.

Colombia alberga cerca del 50 % de los páramos del mundo, según el Ministerio de Ambiente. Estos ecosistemas fríos y húmedos captan, almacenan y regulan el agua que abastece a buena parte del país. En la jurisdicción de CORPOGUAVIO —que comprende 8 municipios de Cundinamarca los cuales son Gachalá, Gama, Gachetá, Ubalá, Junín, Medina, Guasca y Fómeque— se encuentran zonas estratégicas para el suministro hídrico de Bogotá y el oriente de Cundinamarca.

La desaparición de los páramos en Colombia representaría una amenaza crítica para la seguridad hídrica nacional y el equilibrio ambiental en las próximas décadas, advirtió CORPOGUAVIO.

La Corporación explicó que estos ecosistemas funcionan como grandes esponjas naturales: captan la lluvia y la neblina, almacenan el agua en la vegetación, los musgos y los suelos, y la liberan gradualmente hacia ríos y cuerpos de agua. De ese equilibrio depende el abastecimiento constante incluso en los periodos secos.

Además, indicó que la pérdida de estos ecosistemas pondría en riesgo el almacenamiento de agua y la recarga de acuíferos, lo que reduciría la disponibilidad para el consumo humano, la agricultura y la industria. Este equilibrio hídrico explica por qué la mayoría del agua potable del país proviene de los páramos, lo que convierte su conservación en un asunto crucial para las poblaciones y las actividades productivas. CORPOGUAVIO también recordó que los suelos de páramo actúan como reservorios de carbono y que, al degradarse, liberan dióxido de carbono y metano, lo que agrava el cambio climático.

Amenazas y acciones de conservación

La Corporación advirtió que las amenazas son múltiples. La expansión de la frontera agropecuaria, con la praderización y la tala de vegetación nativa, ejerce una presión constante sobre el ecosistema. A ello se suman las especies invasoras, como el retamo espinoso, los incendios forestales y el desplazamiento de especies autóctonas.

Como autoridad ambiental, CORPOGUAVIO cumple funciones de vigilancia, control, planificación y ejecución de programas de conservación y reconversión productiva. Profesionales de la Corporación explicaron que se hace un seguimiento a las fuentes hídricas y se articulan proyectos con otras autoridades ambientales que comparten la jurisdicción del páramo de Chingaza, una coordinación esencial para el manejo integral de los territorios.

La concienciación comunitaria y la educación ambiental son pilares del trabajo de la corporación. CORPOGUAVIO cuenta con un área de Educación Ambiental dedicada a promover el conocimiento sobre la importancia de estos ecosistemas en escuelas, colegios y comunidades rurales. Desde el área de biodiversidad y servicios ecosistémicos se impulsan campañas de sensibilización y monitoreo comunitario de especies emblemáticas como el oso andino, integrando saberes locales y fomentando la participación de los habitantes en la protección del ecosistema.

CORPOGUAVIO explicó que los páramos funcionan como grandes esponjas naturales.
CORPOGUAVIO explicó que los páramos funcionan como grandes esponjas naturales. | Foto: Corporación Autónoma Regional del Guavio (CORPOGUAVIO).

La legislación colombiana respalda esta labor. La Ley 99 de 1993 creó el Sistema Nacional Ambiental y las corporaciones autónomas regionales, y la Ley 1930 de 2018, conocida como Ley de Páramos, estableció límites y prohibiciones, incluida la exclusión de actividades mineras y de hidrocarburos en estas zonas.

Esa norma obliga a tener planes de manejo ambiental que garanticen la conservación de los ecosistemas. Gómez destacó además el papel de la Corte Constitucional, que reconoció a los páramos como sujetos de derechos y exigió al Estado velar activamente por su protección.

Un llamado urgente

A juicio de CORPOGUAVIO, la situación es alarmante. A 2030 la seguridad hídrica está bastante en riesgo; de no mediar acciones decisivas de protección y sensibilización, podría desencadenarse una crisis de abastecimiento en los próximos diez años. Ya en 30 años habría una escasez demasiado grande que generaría colapsos y la pérdida de servicios ecosistémicos críticos que no tendrán regreso, advirtió la Corporación, que reiteró la urgencia de actuar de inmediato para evitar consecuencias irreversibles.

Para discutir los riesgos y las posibles salidas, CORPOGUAVIO y Foros Semana convocaron el 20 de octubre el webinar “Páramos: guardianes del agua y la vida”, centrado en las estrategias de conservación. Participarán Marcos Manuel Urquijo Collazos, director de CORPOGUAVIO; Diego Leandro Cárdenas Chala, secretario de Bienestar Verde de la Gobernación de Cundinamarca; y Luisz Olmedo Martínez Zamora, director general de Parques Nacionales Naturales de Colombia. La conversación estará a cargo de Laura Charry, editora central de SEMANA.

Páramo de Chingaza y sus frailejones.
Páramo de Chingaza y sus frailejones. | Foto: Corporación Autónoma Regional del Guavio (CORPOGUAVIO).

Durante el foro, los expertos analizarán cómo fortalecer la conciencia ciudadana y las políticas públicas para proteger estos ecosistemas. La clave, coinciden, está en la educación, la participación comunitaria y el fortalecimiento institucional. Protegerlos —esas fábricas invisibles de agua que sostienen la vida— no es solo una tarea ambiental: es una cuestión de supervivencia.