Cuando el poder es risible

Cuando los lectores le pidieron al caricaturista Charles Schulz, creador de Snoopy, que le diera un giro a sus historias para que siempre tuvieran un final feliz la respuesta del dibujante fue contundente: "No se puede crear humor a partir de la felicidad".

Ahí precisamente radica el encanto de los caricaturistas. Aunque muchos los consideran aves de mal agüero que están a la caza del más mínimo error para irse lanza en ristre contra políticos, funcionarios, artistas y demás personalidades de la sociedad, lo cierto es que su pluma incisiva se ha encargado de recordarle a un pueblo, que generalmente vive anestesiado o es amnésico, que hay cosas que no pueden ni deben pasar inadvertidas.

Vladimir Flórez, Vladdo, disfruta su papel de tábano. Revolotea, pica y deja huella. "No es que sea pesimista, sólo que no vale la pena emocionarse tanto. La experiencia ha demostrado que los gobiernos dejan frustraciones". Precisamente una recopilación de frustraciones es lo que constituye la más reciente obra del caricaturista quindiano de 38 años, quien reunió en 384 páginas las piezas más cínicas e hilarantes de los mandatos de los últimos cuatro gobernantes: César Gaviria, Ernesto Samper, Andrés Pastrana y Alvaro Uribe.

Bajo el título Lo mejor de lo peor, Villegas Editores le dio carta blanca a Vladdo para que hiciera una singular revisión gráfica de los momentos más decisivos de la historia reciente, incluidas las acciones de los grupos al margen de ley, la corrupción, la violencia, los derechos humanos, la inflación, los paros, el secuestro, los trancones y los impuestos, por sólo citar algunos.

"Sus desaciertos son mis aciertos. Son sus burradas las que me permiten hacer las mías. Yo tengo la ventaja de poder expresar las cosas que están pensando y sintiendo los ciudadanos de sus gobernantes pero que no lo pueden hacer por no tener acceso a los medios de comunicación. De los cuatro gobiernos el que dio más papaya fue el de Samper por el proceso 8.000. Todos los días aparecían testigos, pruebas, implicados, había mucho tema para caricaturizar", dice.

A pesar de las palizas que Vladdo les propina en el papel los protagonistas de sus viñetas han aprendido a tomarse las críticas deportivamente, como señalan los comentarios de los ex presidentes en la contraportada del libro. Andrés Pastrana escribió: "Ya desde el retiro, puedo confesar que me importa un Vladdo" y César Gaviria puntualizó: "Las caricaturas de Vladdo le han quitado la solemnidad a esa idea un poco pomposa y mesiánica que los colombianos tenemos de nuestros presidentes".

El lanzamiento del libro coincide con un buen momento para el artista gráfico pues hace un par de días recibió el Premio de Excelencia otorgado por la Sociedad Interamericana de Prensa y dentro de un mes se publicará en España una versión de su personaje Aleida.