Una investigación sobre los orígenes de la primera dama estadounidense, Michelle Obama, y publicada en primera página por The New York Times, hizo un descubrimiento que no debería sorprender a nadie: desciende de una esclava. Según la genealogista Megan Smolenyak, quien realizó la búsqueda con apoyo del diario, Michelle cuenta entre sus ancestros con una esclava llamada Melvinia, quien tenía 6 años cuando su dueño murió y fue entregada a otra familia. Lo que sí podría ser sorprendente es que menos de 10 años después la joven quedó embarazada de un hombre blanco no identificado, y dio a luz a Dolphus, tatarabuelo de Michelle y el último de su familia en nacer esclavo. De acuerdo con el trabajo de Megan, los descubrimientos no la asombraron, pero dada la posición de Michelle y el símbolo del triunfo de lucha racial en el que se ha convertido, la historia es digna de contar. Seguramente ni en sueños Dolphus, quien trabajó como carpintero para los blancos, pudo haber pensado que 150 años después de su nacimiento uno de sus descendientes llegaría a la Casa Blanca.


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