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Malcolm Gladwell dice que la escritura es una disciplina que se debe practicar a diario, pero necesita que haya ruido para poder concentrarse

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Malcolm Gladwell: Un intelectual intuitivo

El periodista y escritor Malcolm Gladwell, famoso por sus 'best-sellers' acerca del comportamiento humano, visitará por primera vez el país para hablar sobre sus cautivantes teorías.

9 de septiembre de 2006

Malcolm Gladwell es un hombre sencillo, conversador y fácil de identificar gracias a su pelo largo, crespo y esponjado. Siempre ha estado fascinado con la experiencia, la cotidianidad y aquellas cosas del comportamiento humano que todos pueden percibir en la vida diaria, pero que no necesariamente logran comprender, como las tendencias y la intuición. Él desea ayudar a explicarlas y dar un marco teórico que todos puedan entender. Este periodista y escritor de los best-sellers Tipping Point y Blink (Inteligencia Intuitiva) estará en Bogotá el 20 de septiembre para participar como conferencista, su más reciente oficio, en Expogestión 2006.

La historia de Malcolm Gladwell

Nació hace 56 años en Inglaterra, hijo de padre inglés y madre jamaiquina, pero creció en Canadá. Después de terminar sus estudios y graduarse como historiador de la Universidad de Toronto decidió convertirse en periodista y mudarse a Nueva York. Trabajó como reportero en el Washington Post durante nueve años, cubriendo las secciones de negocios y ciencia. Fue tal su amor por la sala de redacción del periódico, siempre activa y bulliciosa, que hasta el día de hoy no puede escribir si no hay actividad a su alrededor. A pesar de tener una amplia oficina en la sede de The New Yorker, revista para la que trabaja como periodista de planta desde 1996, prefiere tomar su computador portátil y salir a una cafetería llena de gente. "Es cuando soy más creativo. Me siento estimulado si siento movimiento alrededor, además, necesito el ruido para poder concentrarme", contó a SEMANA.

Su creatividad

Y es que la creatividad siempre ha sido el sello de sus artículos. Al no tener que cubrir una fuente fija, tiene la libertad de escribir sobre cualquier tema que se le ocurra. The New York Times lo definió como un hombre con "intereses omnívoros... actualmente uno de los periodistas más ingenioso que existen". Sus historias han tenido contenidos tan diversos como la cultura pop, pasando por cómo ha cambiado la salsa de tomate, recorriendo los intríngulis del mundo farmacéutico, hasta la razón por la que bajaron los niveles de inseguridad en Nueva York. Fue precisamente ese último artículo el que inspiró su primer libro, Tipping Point, en donde analiza cómo los fenómenos sociales se comportan igual que las epidemias.

Este libro terminó por invadir como un virus la lista de los más vendidos. Luego volvería a sacudir el mundo editorial con su segundo best-seller, Blink, en el que analiza las reacciones intuitivas de las personas, los momentos en que la gente actúa sin pensar. Gladwell se convirtió en un fenómeno internacional de masas, al punto de ser nombrado por la revista Time como una de las 100 personas más influyentes en 2005.

Muchos se han preguntado por qué un periodista se ha convertido en el equivalente a un gurú del comportamiento humano y en un teórico de la experiencia. No han faltado las críticas de la comunidad científica que acusa a Malcolm de simplificar complicadas teorías sociológicas y sicológicas. Pero es precisamente eso lo que busca este escritor con sus libros. "Deben ser una mezcla entre una historia de aventuras y una historia de ‘no ficción‘ seria y académica, que den un marco intelectual que les ayude a las personas del común a entender las experiencias. Lo que busco es traducir lo que ocurre en el mundo académico para gente que no tiene acceso a él y que además, no podría entenderlo", explicó.

Su manera de ver el mundo está influida por su procedencia y crianza. Desde cuando llegó a Estados Unidos se ha sentido como un forastero y le gusta, pues siente que así puede ser mejor observador y crítico. Como buen canadiense y típico intelectual, se declara demócrata liberal. Cree que sus paisanos y los estadounidenses son muy distintos, que sus compatriotas están más europeizados, creen más en la fuerza colectiva que en el individuo, son menos extremistas y más tolerantes. Aun así, ama el ambiente multicultural de Nueva York. De Latinoamérica sólo ha visitado Brasil y México, pero se siente muy cercano a su cultura, pues dice sentirla y convivir con ella a diario en su ciudad.

En Bogotá dictó una conferencia sobre evolución empresarial llamada Cómo competir y transformar empresas a partir del TLC. Reveló a SEMANA que hablará de "cómo juzgamos y cómo manejamos nuestros criterios de juicio en situaciones en las que estamos abrumados de información. El problema con las empresas hoy es que se ven bombardeadas por la información, hay mucho ruido y encontrar una señal en el ruido es el verdadero reto para las personas que deben tomar decisiones".

Aunque su segundo trabajo como conferencista es relativamente reciente, acepta que disfruta mucho compartiendo sus ideas ante grandes grupos. Pero aun así, es y seguirá siendo un periodista en cuerpo y alma, porque siente que es en lo que mejor se desempeña y lo que más disfruta. "Siempre me ha parecido extraordinario poder hacer lo que más me gusta, que es escribir, y que además me paguen por eso".