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Harry, al igual que su madre, siempre ha sido más rebelde y crítico que William. | Foto: Getty images

MONARQUÍA

La batalla entre los príncipes Harry y William: ¿Más grave de lo que se pensaba?

Un nuevo libro afirma que la pelea entre los hijos de Lady Di y el príncipe Carlos es la peor división en la familia real en varias generaciones. También dice que las diferencias tienen su origen en la infancia y en sus personalidades.

27 de junio de 2020

En el reino Unido tienen un término un poco despectivo para designar al hermano menor de un heredero al trono: the spare, o sea, ‘el repuesto’. La expresión describe perfectamente el papel de esos príncipes: a sus hermanos mayores los preparan toda la vida para reinar, pero ellos permanecen en segundo plano, por si algo extraordinario ocurre.

Esa situación suele generar roces entre ellos. El rey Jorge VI, el papá de la reina Isabel, nunca le perdonó a Eduardo, su hermano mayor, que hubiera renunciado a la corona, dejándole la responsabilidad inesperada de liderar a su país en una guerra mundial. Y The Crown, la serie de Netflix, ha mostrado las desvenencias entre la actual reina y su hermana, la princesa Margarita.

Con William y Harry, los hijos del príncipe Carlos y Lady Di, la cosa siempre pareció distinta. La trágica muerte de su madre y las imágenes de ellos creciendo juntos hacían pensar que tenían unos vínculos muy profundos. Pero lo sucedido en los últimos dos años desmintió la versión rosa: hoy están distanciados, casi no se hablan y, según Battle of Brothers, el nuevo libro de Robert Lacey, historiador real y consultor de The Crown, su pelea es “el conflicto más profundo visto en la realeza en varias generaciones”.

La obra, que saldrá a la venta en octubre, pero de la que ya hay varias reseñas en la prensa británica, aventura una hipótesis. Dice que es cierto que su conflicto estalló cuando Harry se casó con Meghan Markle, pero advierte que desde pequeños tenían desacuerdos casi en todo. “Los dos representan contradicciones que se remontan a su infancia e incluso al divorcio de sus padres”, explicó el autor a la revista People. Todo porque William, futuro rey, siempre ha estado más apegado a la institución y sus reglas, mientras que Harry ha sido más rebelde y crítico.

William y Harry parecían dos hermanos con un vínculo difícil de romper, sobre todo desde la trágica muerte de su madre, Lady Di.

Pese a que tuvieron siempre actitudes opuestas, eso nunca había sido un problema. Es cierto que Harry solía meterse en líos por sus locuras de adolescente, como al tomarse fotos desnudo con unos amigos o aparecer disfrazado de nazi en Halloween, pero William -mucho más sosegado- siempre había estado ahí para él.

El propio Harry lo explicó alguna vez, cuando habló de los problemas anímicos que le quedaron luego de la muerte de la princesa Diana: “Estuve muy cerca de un colapso nervioso en varias ocasiones, pero mi hermano, que Dios lo bendiga, fue un gran apoyo para mí”.

Harry tuvo el primer roce con su hermano en 2017 cuando le contó que había planes serios con Meghan y él le respondió que no se apresurara tanto.

Eso no cambio con la llegada de Kate Middleton a la vida de William. En realidad, ocurrió todo lo contrario: Harry se unió tanto a la pareja que la prensa británica hablaba de un trío fantástico. Sin embargo, todo indica que para ese entonces él ya se sentía desubicado y triste. Su hermano y su cuñada se perfilaban para un destino seguro en el trono. Pero él, como todos los ‘repuestos’, solo veía una incógnita en su futuro y no terminaba de encontrar su lugar.

Sus descontentos se cristalizaron al aparecer Meghan Markle. De hecho, Harry tuvo el primer roce con su hermano en 2017 cuando le comentó que estaba saliendo con ella y le dijo que las cosas parecían serias. William no lo apoyó. Por el contrario, le pidió tomar las cosas con calma e ir más despacio. Harry se ofendió y siguió adelante con su relación. Poco tiempo después, anunció sus planes de boda.

El matrimonio no tranquilizó las cosas. La familia real hizo todo lo posible por recibir bien a Meghan, pero pronto comenzaron los malos entendidos, sobre todo con Kate Middleton. En el primer desacuerdo entre ambas acerca de los vestidos que debían llevar las pajecitas en la boda, Kate salió llorando. Luego, como ambas parejas vivían en el mismo palacio y tenían el mismo equipo de trabajo, hubo rumores de que Meghan trataba mal a algunos empleados de Kate y que incluso los gritaba.

Mientras William sabe que su futuro es ser rey, Harry no terminaba de encontrar su lugar.

Esos desencuentros terminaron filtrados a la prensa, que comenzó a mostrar a Meghan como una persona difícil. Por supuesto, eso no le gustó a Harry.

Meghan Markle, la esposa de Harry, no se lleva muy bien con Kate Middleton, la esposa de William. Su llegada profundizó las diferencias entre los dos hermanos. 

Por esa época, además, la relación entre los dos hermanos pasaba por un mal momento. Casi no hablaban y solo se veían en eventos públicos. Katie Nicholl, periodista de Vanity Fair, incluso escribió que Harry se había quejado con William porque sentía que no estaba haciendo lo suficiente para recibir a Meghan en la familia. El tema terminó de explotar porque Harry y Meghan se mudaron a otro lugar, lejos de William y Kate, y separaron sus equipos de trabajo.

Al malestar de Meghan, que se sentía acosada por la prensa y mal recibida por la familia, se sumaron el descontento de Harry y las dudas ante su futuro. Su decisión de renunciar a sus labores en la casa real, el llamado megxit, empeoró las cosas, pues William solo se enteró una hora antes que el público.

Las personas cercanas a Harry y Meghan dicen que en ese momento terminaron de dañarse las cosas. Harry quedó con la sensación de que su hermano no hizo lo suficiente por apoyarlo. Además, considera injusta la solución que le ofreció su abuela, y con el apoyo de William: nadie podía estar solo medio tiempo en la realeza, y, si quería irse, tenía que hacerlo por completo.

Según el libro, William, quien será rey algún día, respeta mucho más las tradiciones y las reglas, a diferencia de su hermano. Eso, sin embargo, no había representado un problema hasta la llegada de Meghan. 

En la familia, de hecho, están preocupados porque el esperado libro que contará la versión de Harry y Meghan, que saldrá en agosto, pintaría a William como el insensible malo del paseo. “Podría ser lo más perjudicial para la familia real desde la entrevista en la que la princesa Diana dijo que Carlos no estaba capacitado para ser rey”, dijo una fuente a The Sun.

Lo peor es que tanto el libro de Lacey como este salen a la luz pública justo cuando ambos hermanos intentan reconstruir sus relaciones. El contagio con covid-19 del príncipe Carlos llevó a sus dos hijos a retomar la comunicación por medio de Zoom. Un contacto muy frágil que puede terminar roto en mil pedazos cuando sus desencuentros salgan a la luz pública.