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‘Vivo de viaje, pero no son vacaciones’, Christian Byfield, el creador de contenido que ha conocido 98 países lanza su segundo libro, “yo pasé de una oficina a la oficina más linda del mundo: el planeta”

Christian Byfield conversó con SEMANA a propósito del lanzamiento de su segundo libro. Habló sobre su identidad, la experiencia conociendo al multimillonario Richard Branson, la vida viajando en pareja y la salud mental.

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22 de noviembre de 2025, 6:10 a. m.
A lo largo de 12 años viajando por el mundo, Christian Byfield ha conocido 98 países.
A lo largo de 12 años viajando por el mundo, Christian Byfield ha conocido 98 países. | Foto: ESTEBAN VEGA LA-ROTTA-SEMANA

Una vez que Christian Byfield dejó su trabajo de oficina con horarios fijos para abrazar la libertad de recorrer el mundo con una maleta de 14 kilos, su vida ha sido un constante aprendizaje de autenticidad, identidad y compromiso. Su historia no solo es la de un creador de contenido, sino la de un hombre que se encontró a sí mismo. Desde entonces ya transcurrieron 12 años de vida nómada, múltiples viajes y procesos emocionales profundos. “Yo pasé de una oficina a la oficina más linda del mundo, el planeta; pero esa decisión trae muchos retos. Arranqué lleno de miedos, con mil vainas en la cabeza. Me estaba escapando de una vida que no me pertenecía, encorbatado, en finanzas, con novias siendo gay”, recordó Byfield, retratando el inicio de su transformación personal y profesional.

‘Vivo de viaje, pero no son vacaciones’, Christian Byfield, el creador de contenido que ha conocido 98 países lanza su segundo libro
‘Vivo de viaje, pero no son vacaciones’, Christian Byfield, el creador de contenido que ha conocido 98 países lanza su segundo libro | Foto: ESTEBAN VEGA LA-ROTTA-SEMANA

Ese camino, que ya lo ha llevado a conocer 98 países, no ha sido un cuento de hadas ni vacaciones frívolas, sino una odisea de retos, descubrimientos y también ansiedades, como él mismo confesó. “Este libro se llama Vivo de viaje, pero no son vacaciones. Siento que es algo como muy real de lo que pasa por la cabeza de los creadores de contenido”. Detalló que, aun cuando su trabajo es soñado para muchos, también registra las presiones y el agotamiento del constante viaje y la responsabilidad de trabajar y gestionar proyectos desde cualquier parte del mundo. “Estar en mi casa cinco días del mes y el resto siempre afuera también tiene un impacto emocional duro”.

Sobre el proceso creativo de escribir, el bogotano aseveró que lo volvió a hacer porque le hacía falta. “Me volvió a conectar conmigo. Para mí, la escritura es una terapia muy chévere. Este libro tocó muchas fibras familiares también, y mis cercanos se preguntaban por qué escribía esas cosas. Pero creo que va a tener un impacto muy lindo”. Su pasión por la escritura y el bienestar emocional y mental que encuentra al narrar sus historias lo han llevado a contemplar la idea de publicar un libro cada uno o dos años.

‘Vivo de viaje, pero no son vacaciones’, Christian Byfield, el creador de contenido que ha conocido 98 países lanza su segundo libro
‘Vivo de viaje, pero no son vacaciones’, Christian Byfield, el creador de contenido que ha conocido 98 países lanza su segundo libro | Foto: ESTEBAN VEGA LA-ROTTA-SEMANA

Viajar para Byfield es un constante balance entre la pasión por lo que hace y la necesidad de cuidar su salud mental. “Durante nueve años trabajé como un loco sin parar. No era capaz de tomarme un fin de semana libre porque eso implicaba decirle no a un contrato”. Confesó la presión que sentía por aprovechar cada oportunidad para sobrevivir en esta profesión. Sin embargo, tal intensidad le dio paso a un aprendizaje radical sobre poner límites. “Con mi novio estoy haciendo mucho eso. Decir que no a proyectos para poder soltar el celular, cocinar en casa, estar tranquilo”, dijo con satisfacción.

Su viaje personal también lo llevó a aceptarse como un hombre gay orgulloso, un proceso que en su libro describe con gran sensibilidad y honestidad: “Después de 25 años latigándome diciendo: ‘Yo por qué salí mal, yo por qué no soy normal, yo por qué salí defectuoso...’. Eso mentalmente genera muchas vainas e issues internos, que después se reflejan en adicciones o mil vainas raras”. Pero también reivindicó esa identidad con un capítulo que titula ‘Orgullosamente gay’, en el que invita a salir del clóset con un mensaje claro: “Salir del clóset cuesta. Quererse como homosexual toma tiempo; a mí me tomó una década”.

Christian y su novio, Maitaki, un artista rapanui, descubrieron cómo desafiar las logísticas y tensiones que conlleva viajar y trabajar juntos. “Estar 24/7 con una persona es intenso. Somos pareja y también jefe y empleado, y eso ha causado peleas, pero lo hacemos funcionar. Ahora con mi novio vivo una vida rica, acompañada, viajamos juntos y eso es lo mejor”, explicó con naturalidad.

‘Vivo de viaje, pero no son vacaciones’, Christian Byfield, el creador de contenido que ha conocido 98 países lanza su segundo libro
‘Vivo de viaje, pero no son vacaciones’, Christian Byfield, el creador de contenido que ha conocido 98 países lanza su segundo libro | Foto: ESTEBAN VEGA LA-ROTTA-SEMANA

Pero no todo ha sido fácil en su recorrido por el mundo. Christian también ha enfrentado la realidad de ser un viajero gay en países donde la homosexualidad es ilegal y castigada severamente. Relató que antes de viajar siempre procura informarse. “En Uganda hay pena de muerte; en Kenia, cárcel; en Túnez, cinco años de prisión; y en Tonga, tres años”. Él mismo relató que en ciudades de Tonga o Kenia no le permitieron compartir cama con su pareja, y cómo en África existen pruebas médicas invasivas para detectar relaciones entre hombres homosexuales. A pesar de esto, asume el riesgo cuidándose y manteniendo su identidad con respeto, pues para él es imposible renunciar a ser auténtico.

No al greenwashing

Sobre la autenticidad y los valores que lo representan, Christian comentó a modo anecdótico sobre los casos en que algunas marcas lo han buscado solo como estrategia de greenwashing (ecoimpostura). “Me ha pasado que marcas petroleras o de carbón me ofrecen dinero, y yo no conecto. Prefiero escoger muy bien con qué marcas trabajo y cuáles no. Eso es un gran privilegio. Prefiero mi identidad antes que dinero o campañas”, señaló con un tono crítico pero consciente.

Su labor diaria mezcla aventura con grandes dosis de responsabilidad y trabajo arduo. “La gente solo ve cuando estoy nadando con un manatí, pero nunca ven cuando bajo el material, edito con mi equipo en Colombia o hago todo el trabajo de administración, problemas con pagos y empleados”, explicó, desmontando el mito de la vida glamorosa sin esfuerzo. Christian no solo ha recorrido el mundo, también ha creado una comunidad imponente que lo ha acompañado en su camino. “Hay gente que me ha marcado muchísimo, como Vito y Antonella, italianos que conocí hace 12 años y que son mi familia escogida”.

Contó emocionado cómo han llegado a ser su hogar en Milán, con confianza y cariño profundo. También mencionó anécdotas como viajar en autostop por Uganda, donde descubrió la bondad humana en circunstancias difíciles. “También conocí gente en conciertos, fotógrafos en Sudáfrica que me abren las puertas de su casa. Viajar constantemente me permite conocer mucha gente”.

Un momento que recuerda especialmente es aquel cuando conoció al empresario y multimillonario británico Richard Branson, reconocido entre varias cosas por su interés en los vuelos espaciales de tipo comercial. “Leí un libro de él y quise conocerlo. Luego salió una oportunidad, que costaba 100 millones de pesos, para viajar con Branson en un yate. No tenía ese dinero, pero al último momento me llamaron porque cancelaron un cupo y fui. Fue espectacular, conocí a empresarios grandes. Lo lindo es que pude conectar con gente tan distinta, desde Richard Branson hasta un indígena de Botsuana”.

Sobre la libertad que hoy disfruta, fue claro: “Lo que más valoro en mi vida es la libertad que tengo en todo sentido. Si quiero ir pasado mañana a Uganda, estoy allá pasado mañana”. Esa libertad fue ganada con autenticidad y valentía por abandonar lo que otros esperaban de él. “Cuando eres auténtico, las cosas fluyen y se abren puertas. Creerse el cuento es fundamental; si no, nadie te creerá.La libertad y la autenticidad son las claves para vivir bien y feliz”, aseguró, con esa sonrisa que tanto lo caracteriza.

Finalmente, el colombiano manifestó que, a pesar de tener la mejor oficina del mundo, la base sigue siendo su tierra natal y siempre espera para volver y compartir con los suyos. “Prefiero despertar en mi cama, desayunar tranquilo con aguacate y huevos, estar con mi familia y amigos. Valoro más esas cosas que todos los lujos de los viajes. La vida no es solo estar en la Torre Eiffel tomando champán, sino reír con amigos en Colombia”.