El bautizo de la princesa Carlota, que tuvo lugar la semana pasada, fue el marco perfecto para producir una imagen conmovedora y especial. Sucedió cuando los fotógrafos captaron al príncipe Jorge caminando de la mano de su padre Guillermo, el duque de Cambridge, y así quedaron ilustrados el paso del tiempo y la llegada de nuevos aires a la realeza. Todo porque la ‘pinta’ que utilizó el pequeño príncipe es casi idéntica a la que su padre lució 30 años atrás cuando visitó a su hermano Harry después de haber nacido. Con el vestido y con su actitud, Jorge se robó de nuevo el show, pues hasta saludó con su mano a las decenas de personas que se acercaron a la ceremonia. El príncipe Jorge se ha convertido en una bocanada de aire fresco para la monarquía británica, pues suscita reacciones muy positivas cada que aparece, todo a pocos días de cumplir dos años de edad el próximo 22 de julio.










