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Se revela la ciudad de EE. UU. en la que se llevaría a cabo la primera redada de inmigración a gran escala tras la posesión de Donald Trump
Se espera que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos envíe entre 100 y 200 agentes para llevar a cabo la operación.

La administración entrante de Donald Trump está planeando una redada migratoria a gran escala en una de las principales ciudades de Estados Unidos la próxima semana, según cuatro personas familiarizadas con la planificación, citadas por The Wall Street Journal.
Este sería el primer paso en la prometida campaña de deportación masiva del presidente electo Donald Trump, según este y otros medios como NBC News que aseguran que Chicago sería una de las primeras ciudades en las que se realizarían fuertes operativos de deportación y redadas tan solo 24 horas después de la toma de juramento del presidente electo.
Fuentes pudieron confirmar incluso al diario NY Post, que Nueva York también hará parte del operativo en el que se lanzarán “operaciones terrestres” de varios días en estas ciudades que han servido como refugios seguros para los migrantes porque las autoridades locales no cooperan con el gobierno federal cuando se trata de cuestiones de inmigración, según dijeron las fuentes.

Si bien no está claro quiénes exactamente serán los objetivos, el nuevo zar fronterizo de Trump, Tom Homan, ha prometido que las deportaciones masivas comenzarán el primer día para centrarse en los inmigrantes ilegales que representan una amenaza para el país.
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“No estamos arrestando a nadie ni poniéndolo bajo custodia, dejando espacio para lo que pueda suceder la próxima semana”, dijo la fuente.
Esta agresiva medida marca una acción clave en la campaña de Trump para combatir la inmigración ilegal, una promesa central durante su campaña para un segundo mandato. La operación en Chicago marcará el tono de lo que se espera sea una postura más enérgica en materia de aplicación de la ley.
Trump, que califica de “invasión” la entrada de migrantes sin visa en territorio estadounidense y los acusa de envenenar “la sangre” del país, promete una deportación masiva.

También quiere poner fin al derecho de obtener la ciudadanía por nacimiento, que considera “ridículo”.
Se calcula que unos 11 millones de personas vivían ilegalmente en Estados Unidos en 2022.
Para poner fin a esta situación, el republicano planea declarar el estado de emergencia nacional en cuanto tome posesión del cargo y movilizar al ejército.
Pero las expulsiones masivas podrían movilizar a la sociedad civil y a los demócratas y se enfrentan a desafíos legales. La expulsión de millones de trabajadores, que con frecuencia realizan trabajos poco cualificados, tendría un fuerte impacto en la economía.

Entre tanto, Jefes diplomáticos de diez países de América Latina y el Caribe expresaron su “grave preocupación” por el anuncio de una deportación masiva de personas migrantes, una medida que consideran incompatible con los derechos humanos, según una declaración conjunta publicada este viernes, 17 de enero.