Estados Unidos

Campos estratégicos: Estados Unidos frena compras extranjeras para proteger su seguridad agrícola

El gobierno de EE. UU. anunció un plan para prohibir que inversionistas extranjeros vinculados a países considerados adversarios, principalmente China, compren tierras agrícolas, y evalúa recuperar predios ya vendidos, consolidando la agricultura como un asunto de seguridad nacional.

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Margarita Briceño Delgado

Margarita Briceño Delgado

Periodista en Semana

1 de diciembre de 2025, 5:55 p. m.
La tierra productiva se considera ahora un elemento estratégico de seguridad nacional, especialmente cerca de bases militares o infraestructuras críticas.
La tierra productiva se considera ahora un elemento estratégico de seguridad nacional, especialmente cerca de bases militares o infraestructuras críticas. | Foto: Getty Images

El gobierno anunció que bloqueará futuras adquisiciones por parte de inversionistas extranjeros vinculados a países considerados adversarios y contempla la posibilidad de recuperar predios ya vendidos, en un giro que transforma el agro en un componente clave de la seguridad nacional y alimentaria.

¿En qué consiste el Plan de Seguridad Agrícola Nacional?

Durante una conferencia de prensa realizada este fin de semana en Washington, la secretaria de Agricultura, Brooke Rollins, presentó oficialmente el National Farm Security Action Plan (Plan de Seguridad Agrícola Nacional).

Según los responsables del plan, se trata de un cambio profundo en cómo se percibe la agricultura en Estados Unidos: los campos y tierras productivas pasan a ser un elemento central de la soberanía, la seguridad alimentaria y la defensa nacional.

De acuerdo a lo que ha informado Washington Post, el plan establece la prohibición de futuras compras de tierras agrícolas en EE.UU. por parte de inversionistas vinculados a gobiernos extranjeros considerados adversarios, como China, Rusia e Irán.

Las autoridades argumentan que la propiedad extranjera cercana a infraestructuras sensibles o bases militares podría representar riesgos para la seguridad nacional y la integridad del suministro de alimentos.

Más allá de bloquear nuevas adquisiciones, la administración no descarta recuperar terrenos que ya hayan sido vendidos a extranjeros considerados riesgosos.

Rollins explicó que se explorarán “todas las opciones disponibles”, incluidas órdenes ejecutivas, dejando abierta la posibilidad de decomisos o restricciones sobre propietarios actuales.

El plan también endurece las reglas de transparencia y supervisión, ya que propone modernizar la ley de inversiones agrícolas extranjeras y aumentar las sanciones por incumplimiento.

De igual manera, pretende elevar el rol del Committee on Foreign Investment in the United States (CFIUS), órgano que revisa transacciones con potencial riesgo de seguridad nacional, con participación directa del secretario de Agricultura.

La iniciativa busca proteger la propiedad agrícola frente a inversionistas extranjeros vinculados a países considerados adversarios.
La iniciativa busca proteger la propiedad agrícola frente a inversionistas extranjeros vinculados a países considerados adversarios. | Foto: Getty Images

Mayores controles sobre inversiones extranjeras

Aunque la medida se centra en China y otros países catalogados como adversarios, los datos muestran que la propiedad extranjera en tierras agrícolas estadounidenses es limitada.

La mayoría de las inversiones proviene de Canadá, Reino Unido e Italia, y los predios vinculados a China representan solo una fracción del total de tierras agrícolas bajo propiedad extranjera. (news.cornell.edu)

Estas acciones han generado críticas. Expertos señalan que la amenaza de inversión extranjera podría estar sobredimensionada y advierten que recuperar tierras ya adquiridas podría chocar con derechos de propiedad y derivar en litigios.

Desde Beijing, calificaron la medida como discriminatoria, denunciando violaciones al comercio internacional y posibles efectos negativos en la cooperación agrícola, como se indica en New Indian Express.

A mediano plazo, se espera que el Congreso avance con proyectos como la Farmland Security Act of 2025, que busca reforzar los controles sobre inversiones extranjeras, aumentar la transparencia y endurecer las sanciones.

Mientras tanto, la supervisión sobre el sector agrícola se intensificará, especialmente en zonas cercanas a instalaciones estratégicas o militares, y es probable que surjan debates legales y diplomáticos en torno a derechos de propiedad y límites del control estatal.

En definitiva, con el National Farm Security Action Plan, Estados Unidos redefine su agricultura como un componente estratégico de su seguridad nacional.

La tierra ya no es solo un recurso económico: se convierte en un instrumento de soberanía, con implicaciones directas para la inversión extranjera, la política interna y las relaciones internacionales.