Estados Unidos
México suspende envíos postales a EE.UU. tras fin de exención de aranceles: caos para millones de usuarios y comercios
La suspensión de envíos entre México y Estados Unidos anticipa un fuerte impacto en consumidores, pequeñas empresas y el comercio digital.
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México anunció esta semana la suspensión temporal del envío de paquetes postales hacia Estados Unidos, una medida preventiva fundada en el inminente fin de la exención arancelaria conocida como “de minimis”, que permitía el ingreso libre de impuestos de paquetes con valor inferior a $800 dólares, una norma que expirará mañana viernes.
En 2024, dicha exención benefició el traslado de 1.36 mil millones de envíos, por un valor estimado de $64.600 millones de dólares, según cifras oficiales de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos, lo que da una idea de la magnitud del cambio
La medida fue confirmada por Correos de México, que comunicó que la suspensión tuvo lugar el día de ayer y permanecerá vigente hasta que se definan nuevos mecanismos operativos que permitan restablecer el servicio de manera ordenada y confiable.

Se trata de una acción alineada con movimientos similares realizados por servicios postales en países de la Unión Europea, Australia y Japón, quienes también detuvieron temporalmente sus envíos ante la falta de claridad sobre las nuevas disposiciones arancelarias. En todos los casos, la incertidumbre se traduce en retrasos, sobrecostos y reclamos de consumidores que dependen de un flujo constante de mercancías transfronterizas.
El impacto potencial de esta medida es significativo, afectando tanto a usuarios particulares que envían regalos, cartas o documentos, como a pequeñas empresas que dependen del comercio electrónico para exportar productos a Estados Unidos.
Testimonios como el de Yunnueth Hernández, quien visitó el correo con sus hijos para enviar una carta y descubrió que el servicio ya no estaba disponible, ilustran el efecto directo y humano de esta suspensión. Para muchos emprendedores, la incertidumbre representa la posibilidad de perder clientes y competitividad en un mercado altamente demandante.
Este escenario se enmarca en un contexto más amplio de tensiones comerciales entre ambos países. México está negociando con las autoridades estadounidenses para evitar la imposición de aranceles adicionales, ofreciendo, entre otras medidas, cooperación en seguridad y extradiciones de presuntos miembros de cárteles.

Según fuentes cercanas a las conversaciones, Washington busca reducir la entrada de productos que escapan a controles arancelarios, mientras que México insiste en que una transición abrupta afectará de manera desproporcionada a microempresarios y consumidores de bajos ingresos.
Desde el punto de vista económico, la eliminación de la exención “de minimis” trasladará costos adicionales hacia la cadena logística y aduanera, lo que podría elevar los precios finales de bienes de consumo.
Expertos en comercio internacional advierten que los usuarios podrían recurrir a servicios privados de mensajería, mucho más costosos, lo que incrementaría aún más el costo del comercio transfronterizo. La consultora IndexBox señaló que la falta de coordinación internacional en torno a esta política genera “una tormenta perfecta” para pequeñas empresas que dependen de la exportación ágil de mercancías.
Por su parte, México ha manifestado que seguirá en diálogo con organismos postales internacionales y autoridades estadounidenses para establecer procedimientos claros que permitan reanudar los envíos pronto y con previsibilidad, mitigando el daño económico y social que podría derivarse de esta interrupción.
Sin embargo, la incertidumbre sigue presente, y mientras tanto, millones de usuarios deberán buscar alternativas costosas o esperar una solución política que devuelva la normalidad a uno de los servicios postales más utilizados del continente.