Home

Nación

Artículo

| Foto: Cortesía Policía en Ecuador

NACIÓN

Tragedia en Ecuador: ¿qué piezas no encajan en esta historia?

Las autoridades investigan los hechos que ocasionaron el siniestro en el que hasta el momento resultaron 24 personas muertas, la mayoría de ellas colombianas. Hay contradicciones en las versiones que se han conocido.

14 de agosto de 2018

De la tragedia que enluta a Colombia y Ecuador se sabe muy poco. Los detalles se han conocido a cuentagota, mientras las autoridades investigan las circunstancias en las que el autobús en el que viajaban al menos 40 personas chocó contra otro vehículo. En medio de la tragedia -que dejó 24 víctimas mortales-, hay versiones encontradas y ausencia de responsabilidades claras. SEMANA reconstruyó lo que se ha conocido hasta ahora de lo que ocurrió. 

Lo que se sabe

Según lo que se ha establecido hasta el momento, un bus con placas USA251 cruzó la frontera alrededor del mediodía del lunes 13 de agosto, con destino a Quito. A las 2:55 a.m. llegó una llamada de alerta al Centro Zonal Quito del ECU911, reportaba un accidente de tránsito en la vía Pifo-Papallacta en el sector de Palugo. Fue en el kilómetro 10, un bus impactó a un vehículo pequeño, recorrió un kilómetro y medio más, se estrelló contra una vivienda y dos postes de energía. Finalmente se volcó. 24 muertos, 22 heridos. 13 mujeres y 9 hombres fueron trasladados a hospitales de la zona con heridas graves y leves. El bus chocó contra un carro todoterreno en el que se movilizaban cuatro personas, tres de ellas murieron.

Le recomendamos: Accidente en Ecuador: empresa dueña del bus habría prestado servicio no autorizado

La vía Pifo-Papallacta, es muy peligrosa, se alcanzan temperaturas muy bajas y los carros patinan. El accidente fue en una zona que se denomina la curva de la muerte. 

Con la luz del día se conoció que los viajeros no eran ecuatorianos, sino colombianos. Sumado a ello, se pudo precisar que los pasajeros no eran desconocidos entre ellos, sino que se trataba de un grupo de amigos que viajaban en un paseo con rumbo a Lago Agrio, en Ecuador y que su regreso a Colombia sería el próximo sábado 18 de agosto.

Además, se conoció que el paseo partió desde la ciudad de Cali, Valle, pero por el supuesto cierre parcial de la vía Panamericana que atraviesa los departamentos de Valle, Cauca y Nariño hasta llegar a la frontera con Ecuador, cambiaron el itinerario y decidieron avanzar hacia el sur atravesando el Huila y Putumayo (Neiva, Pitalito, Mocoa, Villa Garzón).

Las cosas se fueron tornando confusas cuando los habitantes de tres modestos barrios del suroriente de Cali comenzaron a reunirse desesperados para tener noticias de sus familiares que iban en el bus accidentado.

Los pasajeros eran habitantes de los barrios El Guabal, San Judas y Colón y el famoso viaje a Ecuador fue un regalo que hasta el momento es un completo misterio, porque la persona que todos coinciden en señalar como la encargada de invitar a ese paseo, es una vecina que también iba en el bus y se encuentra en delicado estado de salud, debido a la gravedad de las heridas que sufrió.

“Lo único que sabemos es que todo era gratis. El bus, la comida y el alojamiento; lo que se dice es que alguien que trabaja en una agencia de viajes, recibió de su patrón un regalo que consistía en disponer el bus y los gastos”, explicó Fanny Carmona, líder social del barrio El Guabal y que además encabeza la fundación Red de Mujeres Abriendo Futuro.

De acuerdo con algunos familiares de las personas que viajaban en el bus, ellos habrían reportado varias fallas mecánica en el bus que los habría hecho detenerse entre tres y cuatro días en la carretera. 

Para aumentar aún mas el misterio sobre el fatal paseo, la Superintendencia de Transporte le echó más leña al fuego al confirmar que el bus en el que viajaban los caleños no contaba con los permisos y autorizaciones para realizar ese servicio, “el vehículo presuntamente no portaba permisos de transporte internacional", indicó la entidad en un comunicado.

A raíz de ello, el organismo de control abrió una investigación preliminar en contra de la empresa Cooperativa de Transportes Especiales del Oriente, porque al parecer habrían prestado un servicio de transporte sin autorización. Dicha empresa tiene sede en Cúcuta.

Precisamente uno de los elementos que más llama la atención en la legalidad del servicio que prestó el bus accidentado, es que las autoridades ecuatorianas tienen en su poder lo que al parecer es el contrato del servicio que prestaba ese automotor.

Supertransporte aseguró que de acuerdo con el gobierno de Ecuador, el vehículo contaba con un contrato y un extracto de contrato expedido por dicha empresa que se había firmado el 10 de agosto en Bucaramanga por Gino de Jesús Moreno Pradilla, representante legal de la empresa y Claudia Ximena Orozco Córdoba, la persona que contrató el trayecto.

Según el extracto, el contrato se había firmado por un valor de 9 millones de pesos (50 por ciento al iniciar el recorrido y el 50 por ciento restante al terminar). Lo que establece el documento es que el viaje cubriría la ruta Neiva-Pitalito-Mocoa- Villa Garzón-La Hormiga-San Miguel-Ecuador-Lago Agrio y viceversa.

Lo que no se sabe

Pero la incertidumbre ha sido lo que más a sobrecogido a la tragedia. Desde que se conocieron los hechos, han surgido varias versiones sobre los momentos que ocurrieron antes del impacto, cómo se firmó el contracto, por qué hay un contrato falso y quiénes son las víctimas fatales. Sin embargo, todavía ninguna de estas ha sido esclarecida, al menos en su totalidad.

Sobre el medio día la Superintendencia de Puertos y Transporte publicó un comunicado. Allí contaban que a primera hora del día se dirigieron a la oficina de la empresa Cooperativa de Transportes Especiales del Oriente en Cúcuta. Desde Ecuador llegó que el vehículo portaba un contrato firmado por esa empresa, pero Supertransporte descubrió que el representante legal de la empresa era diferente al de ese contrato. 

Puede leer: Identifican a 13 de los sobrevivientes del accidente en Ecuador

SEMANA contactó al gerente actual Alberto Ramírez, quien dijo que el bus no salió de Cúcuta sino de Bucaramanga, a pesar de que el contrato decía que debía salir de Neiva. Además que se trata de un contrato falso, firmado por un exgerente de la compañía que dejó su cargo en enero de 2018. Sobre el bus que se accidentó, Ramírez dijo que "es de nuestra empresa pero no teníamos contacto desde el 10 de diciembre de 2017, el transporte especial se puede contratar por convenio empresarial". 

Pero además, cuando se publicaron las placas del vehículo circuló una fotografía de un bus con esas mismas placas y con distintivos de la empresa Expreso Bolivariano. En efecto el vehículo fue de esa compañía y fue vendido en enero de este año, el mismo mes en el que el exgerente, cuya firma habría sido falsificada, renunció.

Al respecto del contrato firmado supuestamente por un exgerente de Cooperativa de Transportes Especiales del Oriente, Ramírez dijo que hasta "la firma es falsificada, ni siquiera se parece a la firma de él", además agregó, "solo tenemos oficinas en Cúcuta y cómo se expide el contrato en Bucaramanga y firma una persona de allá".

Además, no se conoce por qué el vehículo realizó el trayecto si el registro de uno de los dos conductores, según Supertransporte, no aparece en la base de datos del Runt.  

Luego todo empezó a ser más sospechoso, las autoridades concluyeron que ese bus no tenía permiso para salir de Colombia. Además, el bus salió desde la ciudad de Cali, algo que tuvo la atención de los medios cuando familiares de los barrios El Guabal, San Judas y Colón se manifestaron para mostrar su preocupación. Luego se entendió que debido al cierre de la via Panamericana el bus tomaría la ruta por Huila y Putumayo. 

Todavía no se sabe con claridad el por qué del contrato, los familiares dicen que se trataba de un regalo, pero la persona que organizó el viaje tampoco tenía una idea clara de algún plan en específico.

*Hay incertidumbre sobre quién es el verdadero propietario del vehículo. Según la La Superintendencia de Puertos y Transporte, no se ha establecido si el vehículo portaba los documentos exigidos para la prestación del servicio de transporte internacional. Dadas las inconsistencias en el trágico accidente, la pregunta más grande en el momento, es qué va a suceder con las familias de las personas que fallecieron y lo que sucederá con los heridos. 

No hay responsabilidades claras en este hecho que enluta a las dos naciones. Aunque el gerente asegura que todo el viaje fue ilegal y que el contrato tendría una firma falsificada, el director de la Superintendencia de Transporte manifestó que es la empresa quien deberá responder por las consecuencias.  

Por el momento, las autoridades médicas confirmaron que otros 12 colombianos están siendo atendidos en hospitales públicos en Ecuador. Sobre los fallecidos, la Embajadora Margarita Manjarrez aseguró que en total serían 19 los fallecidos connacionales en el accidente, pero hasta el momento solo cuatro de ellos han sido debidamente identificados. 

Estas circunstancias demorarían el proceso de repatriación, pues todavía hay dudas razonables en las pruebas forenses que se han realizado. Algunos familiares de las víctimas del siniestros viajarían esta semana para reunirse con las autoridades ecuatorianas y recibir de parte de ellos la información necesaria sobre sus seres queridos. 

El Ministerio de Relaciones Exteriores expresó sus “más profundas condolencias a los familiares de los connacionales fallecidos” e informó que están abiertos todos los canales de protocolos para brindar asistencia consular.

Desde que se conoció la noticia, la Cancillería ha coordinando las acciones de asistencia en el Consulado de Colombia en Quito. La cartera pretende establecer la magnitud de la situación, para poder brindar el acompañamiento a los heridos y ayudar en los trámites que se requieran con relación a los ciudadanos colombianos que fallecieron en el accidente.

El Ministerio aseguró que todavía no ha recibido información oficial sobre el suceso. Estos son los canales dispuestos para atender las solicitudes de las personas afectadas:

  • Línea de atención telefónica en Bogotá: (+57 1) 3826999
  • Línea gratuita en el resto del país: 01 8000 938 000
  • Correo electrónico: asistencias@cancilleria.gov.co y cquito@cancilleria.gov.co
  • Teléfono local Quito :3330268/3331517
  • Dirección: Calle Catalina Aldaz N34-131 y Portugal (entre Avdas. Eloy Alfaro y 6 de diciembre). Edificio La Suiza 2do. Piso