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Carlos Mattos y Gonzalo Guillén
Carlos Mattos y Gonzalo Guillén | Foto: Archivo particular

JUSTICIA

Carlos Mattos pide perdón y confiesa que le pagó al periodista Gonzalo Guillén para desacreditar a la Fiscalía

El empresario señala que le dio 20 millones de pesos a Guillén y le pagó tiquetes aéreos.

1 de febrero de 2022

El empresario colombiano Carlos Mattos, quien aceptó cargos por el caso Hyundai, pidió perdón y confesó que le pagó al periodista Gonzalo Guillén para desacreditar a la Fiscalía.

“Tomé la decisión de acudir a los servicios del periodista Gonzalo Guillén, quien ya venía realizando investigaciones en contra del Grupo Eljuri, a través de publicaciones y exposición mediática, para que buscara la manera de desacreditar y encontrar la manera de que perdieran credibilidad tato el grupo Eljuri como los funcionarios de la Fiscalía General de la Nación que venían investigándome”, dice Mattos, en su carta.

“Los servicios del señor Gonzalo Guillén, según puedo demostrar con la contabilidad, ascienden a la suma aproximada de 20.000.000 millones de pesos, así como el pago de tiquetes aéreos que me eran solicitados por dicho periodista”, agrega la comunicación firmada por Mattos.

SEMANA tiene en su poder el comprobante de pago de los 20 millones de pesos, así como los pagos de tiquetes a nombre de Guillén.

Comprobante de pago Carlos Mattos a Gonzalo Guillén.
Comprobante de pago Carlos Mattos a Gonzalo Guillén. | Foto: SEMANA

“Este comportamiento de mi parte desdice de los valores familiares que me fueron inculcados, así como de los principios que orientaron la consolidación de mis empresas, generando no solo las consecuencias que como ciudadano colombiano debo afrontar y que hoy me tienen privado de la libertad, sino también la necesidad de resarcir los perjuicios que ocasioné al cohechar funcionarios y servidores públicos, así como de patrocinar al señor Gonzalo Guillén, para que, en mi beneficio, desacreditara la labor que realizó la Fiscalía General de la Nación y sus delegados en el caso denominado Hyundai, pues afecté la imagen de la administración de justicia y de quienes la representan”, señala Mattos.

“Por lo anterior ofrezco disculpas, inicialmente a mi familia, a la sociedad colombiana, a la administración de justicia y a la Fiscalía General de la Nación, así como a todas las personas que se pudieran ver afectados con mi ilícito proceder, por los perjuicios que haya causado; asegurándoles que no volveré a cometer a ningún comportamiento ilegal o ilícito y esperando que la sanción a la que me he hecho acreedor se convierta en un ejemplo claro y directo que, bajo ninguna circunstancia, se debe corromper la administración de justicia”, dice Mattos.

A Mattos, tras una extensa negociación con la Fiscalía, se le fijó una condena de 56 meses de prisión (cuatro años y medio) por planear y poner en marcha un plan para direccionar una demanda en los juzgados civiles de Bogotá, con el objetivo de resultar beneficiado con unas medidas cautelares y así seguir vendiendo los carros de la marca coreana en Colombia.

Mattos, quien se encuentra actualmente privado de su libertad en la cárcel La Picota de Bogotá, se comprometió a pagar una indemnización de dos millones de dólares a la Fiscalía General y a la Rama Judicial por los daños y perjuicios causados con su acción.

Este proceso está relacionado con 100 millones de pesos que le habría enviado Mattos en una caja de zapatos a la jueza 16 civil municipal de Bogotá (quien ya fue condenada tras aceptar cargos), y quien dejó en firme las medidas cautelares que beneficiaron al entonces presidente de la empresa encargada de vender los vehículos de Hyundai en Colombia.

Mattos, quien fue extraditado de España el pasado 18 de noviembre, enfrenta otro proceso penal por los delitos de utilización ilícita de redes de comunicaciones, acceso abusivo a un sistema informático y daño informático. Este proceso se reactivará en mayo y se espera que Mattos también reconozca su participación mediante la firma del preacuerdo, acuerde el pago de una indemnización para las víctimas reconocidas y presente excusas públicas.