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A la izquierda la fachada de la Morgue. A la derecha la fachada del Batallón de recultamiento. | Foto: Cortesía Fundación Gilberto Alzate Avendaño

BOGOTÁ

La Milla, la hermosa calle al lado del Bronx que se reabrió después de 30 años

Antes de convertirse en la olla más grande del país, esta zona de la localidad de Los Mártires en Bogotá era un barrio tradicional lleno de joyas arquitectónicas de principios del siglo XX. La Milla, calle que logró ser conservada durante 30 años, se convertirá en el epicentro del renacer del Bronx.

28 de mayo de 2018

Los escombros

Hasta junio de 2016 el Bronx era la zona más peligrosa de Bogotá. Durante décadas fue escenario de tráfico de drogas, consumo de sustancias psicoactivas, explotación sexual de mujeres y niños, robos, secuestros y asesinatos. La intervención del Distrito permitió el desalojo de la zona y la demolición de las ruinas del alguna vez imponente barrio histórico de la capital, que se encontraban en penoso estado.

La Milla

Fachada batallón de reclutamiento. 

Pero no todo estaba perdido. Paradójicamente, a espaldas del Bronx sigue en pie la estructura de una morgue y el Batallón de Reclutamiento, ambos declarados patrimonio arquitectónico nacional. A estos dos edificios los separa La Milla, una calle ubicada entre la carrera 15 y las calles 10 y 9, que se conserva gracias a que estuvo cerrada por tres décadas. Ahora, sin la olla, los bogotanos pueden conocer este tesoro escondido, y vislumbrar un poco de su antigua gloria. Además, ya ha sido escenario de eventos culturales como el Festival Centro, al que asistieron 5.400 personas.

El Batallón de Reclutamiento: Construido entre 1916 y 1923 por el arquitecto francés Gastón Lelarge. En este edificio de estilo neoclásico funcionó la antigua Facultad de Medicina de la Universidad Nacional.

La morgue: Fue construida en 1930. Se conserva gracias al Instituto Distrital de Patrimonio Cultural que impidió su demolición. La Alcaldía de Bogotá busca recuperar y preservar este edificio como un bien de interés cultural de la Nación.

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De las cenizas

La Alcaldía está en proceso de compra del terreno del Bronx, la morque y el Batallón de Reclutamiento. El plan es convertir toda esta zona en el Distrito de Industrias Creativas más grande del país y de Latinoamérica. Será un espacio para la formación, creación y comercialización de bienes o servicios relacionados con la Economía Naranja, es decir dedicados a las actividades culturales. Este proyecto le sigue los pasos a otras ciudades como Lisboa, Londres, Madrid, Miami, La Habana, Ciudad de México y Buenos Aires, que han desarrollado distritos de esta naturaleza. En donde hoy se encuentran los escombros del Bronx y la deteriorada estructura de la Morgue se planea construir la sede más grande del Sena en la ciudad, que estará dedicada a carreras como Diseño, Moda, Pintura, Cine, Fotografía, Gastronomía, Artes Escénicas y Música. El batallón mantendrá la fachada, pero se reforzará la estructura. Se convertirá en un lugar más abierto y destinado a galerías de arte, talleres de trabajo, laboratorios de creación, almacenes y restaurantes.

La inversión

- Compra de los predios del Bronx: 13.000 millones de pesos

- Compra y reforzamiento estructural de La Milla, El Batallón y restauración de la fachada de La Morgue: 100.000 millones de pesos

- Diseño y construcción de la sede del Sena: 35.000 millones de pesos

- Compra de predios del resto de la Manzana 13: 32.500 millones de pesos.

Por siempre El Bronx

“El espacio tendrá el mismo nombre pero con un nuevo significado y se empezará a escribir una nueva historia que ya no será trágica... Qué mejor que un espacio para promover las artes y la cultura”, dijo a SEMANA Mónica Ramírez, directora general de la Fundación Gilberto Alzate Avendaño y quien está al frente del proyecto junto a la Alcaldía.

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El gran pendiente

La estrategia para rehabilitar a los cientos de habitantes de la calle que vivían en el Bronx no ha sido muy exitosa y se convirtió en el lunar de esta intervención. En Bogotá hay 9.538 habitantes de calle, casi el mismo número que en 2011, según los datos del Censo del Dane publicados este año. De los habitantes de la antigua olla solo 2.125 entraron en proceso de rehabilitación y la gran mayoría no han terminado el proceso.