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"Familiarmente estamos unidos, jamás nuestras diferencias podrán romper nuestros lazos de afecto, independientemente del ámbito profesional o particular en el que nos desempeñemos"

ENTREVISTA

“No necesito demostrarles a los críticos que estoy haciendo bien las cosas”: Mauricio Aguilar

El exsenador y hoy candidato a la gobernación de Santander, Mauricio Aguilar, critica el populismo en el que ha caído el debate electoral en el departamento y defiende la gestión de su familia, que ha estado envuelta en polémicas judiciales, por la región.

23 de septiembre de 2019

SEMANA: Los Aguilar son una de las familias más reconocidas políticamente en la región, pero también cuestionadas… 

Mauricio Aguilar: Los testimonios de los santandereanos pueden dar fe del actuar de los Aguilar. En cada oportunidad que hemos tenido de servirle a nuestro departamento, nos hemos caracterizado por hacer obras sociales e imprimirle dinamismo económico a la región, lo que ha mejorado la calidad de vida de nuestras comunidades, tanto en las provincias como en el área metropolitana de Bucaramanga.

SEMANA: ¿Se siente estigmatizado por llevar el apellido Aguilar?  

Mauricio Aguilar: Trabajo fuertemente por Santander. La mejor forma de quitar estigmas es con resultados positivos, que hablen por sí solos y estén respaldados por los santandereanos. No necesito demostrarles a los críticos que estoy haciendo bien las cosas, a los únicos que les rendiré cuentas es a cada uno de los habitantes de los 87 municipios de Santander, con quienes me comprometo a diario, y cada vez que toco las puertas de sus casas para compartirles mi propuesta de gobierno. 

SEMANA: ¿Son los Aguilar una dinastía en Santander? 

M.A.: No somos una dinastía. Somos una familia que ha entendido las necesidades de nuestro departamento; que ha tenido la oportunidad de trabajar por el desarrollo económico y social de nuestra región, generando oportunidades de empleo y mejorando la calidad de vida de nuestra gente. Representamos una fuerza política conformada por centenares de líderes y lideresas, candidatos a alcaldías, concejos y asamblea; al igual que actuales alcaldes, concejales y diputados.

SEMANA: ¿Cuál es su relación con su hermano, hoy Senador, y su padre, políticamente hablando? 

M.A.: La mejor. Todos compartimos el valor del trabajo por la comunidad; lo hacemos con humildad. Familiarmente estamos unidos, jamás nuestras diferencias podrán romper nuestros lazos de afecto, independientemente del ámbito profesional o particular en el que nos desempeñemos.

SEMANA: ¿Por qué decide volver a la plaza pública? 

M.A.: Por la convicción de que podemos hacer grandes avances para Santander, de que podemos iniciar una nueva historia con la esperanza de un futuro mejor. Fueron ocho años en el Senado de la República que me dieron una visión más amplia de nuestro departamento, para pensar en un Santander con visión no solo nacional sino internacional. Pero, sobre todo, me dio las herramientas necesarias para poder lograrlo: las buenas relaciones, aprender la articulación entre gobierno nacional y departamental, cómo se gestionan los recursos, el acceso a la cooperación internacional, por ejemplo.

SEMANA: ¿Qué opina de sus contrincantes a la gobernación?  

M.A.: Todos son muy respetables, pero echo de menos que en el escenario electoral no presenten soluciones serias a los problemas que Santander enfrenta. Han naufragado en el pantano del populismo dañino y no en el debate de las ideas. Los santandereanos merecen conocer cuál es la hoja de ruta que cada uno propone para sacar adelante a nuestro departamento. La desinformación, la guerra sucia, los ataques personales no son la mejor propuesta para que los santandereanos elijan a su próximo Gobernador.

SEMANA: ¿Perdió protagonismo nacional Santander en los últimos 4 años?

M.A.: Santander siempre ha sido un departamento fuerte y próspero. Hoy la realidad es diferente. Desafortunadamente hemos tenido retroceso en todas las áreas de competitividad: En infraestructura vial, sólo tenemos el 8,1% de nuestras vías pavimentadas; en empleo, perdimos 25 mil puestos de trabajo, que nos representó el aumento de un dígito pasando de 6,7% a 7,7%; los sectores económicos han tenido un decrecimiento en su participación en el PIB departamental, por ejemplo, el de construcción tuvo un decrecimiento de -7,5%; y el sector cacao, que es nuestro segundo renglón agropecuario, ha tenido un comportamiento negativo en su producción y rendimiento financiero. Todo esto trae como consecuencia no estar en la agenda nacional como un departamento competitivo, no somos atractivos para la inversión extranjera, por eso la urgencia de dinamizar nuestra economía y transformar la realidad santandereana.

SEMANA: ¿Cómo recuperarlo? 

M.A.: Nuestro programa de gobierno está enfocado en: seguridad, competitividad y empleo. Buscaremos reactivar la economía a través de la diversificación de la capacidad exportadora, fortaleciendo nuestros sectores primarios, pero ampliando a nuevos sectores económicos estratégicos que nos permitirán tener 40 mil nuevos empleos para los santandereanos; apoyaremos 5 mil emprendimientos sostenibles en jóvenes y mujeres cabeza de familia, tecnificaremos nuestro agro, les otorgaremos acceso a créditos blandos, los promoveremos a través ruedas de negocios internacionales, construiremos 500 kilómetros de vías terciarias administradas por el departamento y gestionaremos ante el Gobierno Nacional el 20% faltante de vías primarias, impulsaremos turísticamente a nuestro Santander. 

SEMANA: Santander para el mundo, ¿qué significa?

M.A.: Es internacionalizar la economía de Santander. Estoy seguro de que sí es posible lograr en los próximos cuatro años las transformaciones fundamentales que necesitamos. Nuestro departamento tiene una rica escenografía en riquezas naturales que nos permite atraer un turismo de talla mundial. Pero, además de ello, creo firmemente que el futuro de Santander solo es posible a través de la diversificación de nuestra oferta exportadora, que nuestros sectores económicos pasen de ser productivos a transformadores, buscar líneas de comercialización ante el mundo,  que nos represente dos dígitos más del 1,7% que hoy pesa en el PIB nacional.