¿Qué busca el expresidente Pastrana con la carta que le envió a Duque?

Con la salida de Hernán Andrade de la presidencia del Partido Conservador y la llegada de Omar Yepes inició un nuevo periodo en la colectividad. Pero tal vez el cambio más drástico es el nuevo rol que está ejerciendo el expresidente Andrés Pastrana, quien está tomando el sartén por el mango en el partido. Así mismo, tratando de recuperar popularidad (la más baja entre los expresidentes), a punta de mensajes que considera populares.

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El pasado 25 de marzo Pastrana envió una carta al presidente Iván Duque en la que insinuó que el régimen venezolano estaría detrás de las manifestaciones que se han dado en el país. Esto en referencia al paro de los indígenas en el Cauca que están bloqueando “ilegalmente” la vía Panamericana. Y la marcha en defensa de la Jurisdicción Especial de Paz que convocó a miles de colombianos a las calles.

"Es difícil no pensar en que todos estos acontecimientos son en parte producto de una estrategia diabólicamente diseñada y con tufo a Maduro, para poner en jaque, no solamente al Gobierno, sino a las instituciones democráticas”, aseguró Pastrana en la misiva que causó revuelo.

Según el exmandatario, detrás de las manifestaciones están “organizaciones de izquierda” que han anunciado “protestas y paros sin justificación alguna” y que solo pretenden "afectar la economía y la tranquilidad del país". A esto se suman los intereses de las “bandas de narcotraficantes que con distintos nombres y enarbolando banderas de diferentes orígenes destruyen el territorio nacional”.

De acuerdo con algunos parlamentarios del partido, Pastrana no se reunió con la bancada antes de enviar la carta y no han hablado sobre estas graves afirmaciones de posibles infiltraciones. Sin embargo, Yepes le salió al paso para apoyar, en nombre de todo el partido, la carta en su totalidad.

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“El partido está perfectamente de acuerdo, en el sentido de que el Estado no se puede dejar rebasar, y el partido está confiado en que el señor presidente de la República, con su habitual prudencia, pero con la suficiente energía, sabrá preservar el orden público, impondrá el principio de autoridad y hará que se cumplan cabalmente la Constitución”, aseguró Yepes.

De la carta también llama la atención el mensaje que Pastrana envía a la bancada sobre las objeciones a la ley estatutaria de la JEP que se tramitan en el Congreso. “Hago un llamado a mi Partido para que cierre filas con generosidad y patriotismo en defensa de su Gobierno y de la Constitución”.

Con el Partido Conservador -de la coalición de gobierno- se suman 21 votos en la Cámara y 14 en el Senado. “Tanto como unanimidad no creo que haya, pero sí podría haber una mayoría clara en Cámara y Senado”, aseguró uno de los senadores de la colectividad.

El jefe natural

Según una fuente que pidió no ser citada, el expresidente Pastrana no había querido tomar el liderazgo del partido por las divisiones que existían, pero ahora siente que el partido está "110 por ciento con él".

Fue a finales del año pasado la última vez que se dio un distanciamiento entre Pastrana y el partido, justo cuando presentaron la terna a la Alcaldía de Cartagena. La colectividad no siguió las recomendaciones del expresidente, y envió una terna conformada por Óscar Torres Yarzagaray, Pedrito Pereira y Roxana López Fernández, que después fue devuelta por el gobierno.

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“Es un buen momento para el partido y para él como expresidente y creo que vale la pena acatar sus sugerencias. En el pasado nos hemos distanciado y los resultados han sido realmente negativos en términos electorales. El partido era mayoritario, y hoy somos un partido mediano, con cara de pequeño, por haber distanciado esas líneas ideológicas”, aseguró a SEMANA el senador conservador Juan Diego Gómez.

Con Yepes a la cabeza, el pastranismo está volviendo a fortalecerse. El excongresista llegó a la presidencia del partido con el apoyo del expresidente Pastrana y de la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez. La bancada espera que de cara a las elecciones regionales el partido logre posicionarse y que la relación con el Gobierno mejore, no en vano Pastrana y Uribe se unieron en coalición para lograr la presidencia.

Pastrana no tiene un poder electoral propio, tampoco un equipo muy grande. Casi que la única persona cercana que tiene bien ubicada en el gobierno es el excomisionado de paz Camilo Gómez, quien está al frente de la Agencia de Defensa Jurídica del Estado y siempre ha sido el escudero de Pastrana. Pero más allá de los puestos, este intento de reencaucharse está ligado a la posibilidad de recuperar incidencia en su colectividad y en el Congreso y así, de paso, incidir para que el gobierno reconozca el apoyo que le dio a Iván Duque entre primera y segunda vuelta.