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Un juez especializado de Bogotá avaló el preacuerdo suscrito entre la Fiscalía y James Arias. | Foto: Archivo SEMANA

JUDICIAL

El ‘zar’ de la chatarra y la DIAN no se ponen de acuerdo

James Arias fue condenado por defraudar a la entidad aduanera. Se comprometió a pagar una millonaria suma para resarcirse, pero la DIAN alega que no ha entregado el dinero.

6 de septiembre de 2016

Las cartas estaban sobre la mesa. Desde mayo, James Arias, más conocido como el ‘zar’ de la chatarra, había firmado un preacuerdo con la Fiscalía del que saldrían beneficiados él, la justicia y sus víctimas. Sólo restaba que un juez de la República avalara el documento y, después de varios meses, fue acreditado.

Así las cosas, un juzgado Especializado de Bogotá emitió este martes fallo condenatorio contra Arias, señalado de entregar documentos que les servían a empresarios con organizaciones de fachada para simular operaciones comerciales y luego reclamar a la DIAN el valor del IVA, lo que generó un millonario detrimento patrimonial.

La decisión fue tomada teniendo en cuenta que en el preacuerdo Arias se comprometía a aceptar los delitos de concierto para delinquir, fraude procesal, enriquecimiento ilícito y contrabando. El acuerdo también implicaba que entregaría sus bienes, avaluados en aproximadamente 308.000 millones de pesos, para reparar a las víctimas. A cambio, Arias recibiría una pena de 10 años de prisión.

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En la diligencia judicial todo iba bien. Después de más de una hora de intervenir, la juez del caso le dio luz verde a lo pactado entre el ‘zar’ y la Fiscalía. Entre sus argumentos para avalar el acuerdo, señaló que este cumplía los criterios de política criminal y que representaba un ahorro de administración de justicia. También señaló que era viable porque Arias no tenía antecedentes penales y colaboraba con la justicia en otros procesos.

Sin embargo, cuando la juez preguntó a las partes si estaban conformes con la decisión, sólo una, la abogada que representa los intereses de la DIAN, apeló la resolución señalando que así se haya dicho que Arias había entregado sus bienes, la entidad –hasta ahora- no había recibido ni el 50 % del valor en el que él la defraudó, que en total fue aproximadamente de 70.000 millones de pesos.

El recurso que presentó la defensa de las víctimas desconcertó a las otras partes. Por eso, después de esa intervención, la Fiscalía defendió el preacuerdo. Lo mismo hizo el abogado del ‘zar’. Y luego ocurrió algo sorpresivo. Antes de que la juez tomara la palabra, Arias habló en la audiencia y se refirió a la apelación de la DIAN.

“He querido, de una manera ejemplarizante, hacer una reparación. No tengo otra forma de hacerla, sino con lo que me enriquecí ilícitamente. ¿Qué quiere decir esto? Que si yo me enriquezco ilícitamente, compro unos bienes. Esos bienes me fueron extinguidos y yo renuncié a ellos porque quería reparar con creces”, dijo.

Y después reprochó a la representante de víctimas: “No me cabe en la cabeza pensar que estoy reparando cuatro veces lo que están pidiendo y la DIAN no acepta la reparación, sabiendo que en mis manos ya no está entregarlos”.

Por último agregó: “¿Quién va a querer reparar de forma ejemplar si ni siquiera la víctima quiere aceptarlo?”

Terminó de hablar Arias y continuó la juez quien, al escuchar a las partes y al revisar sus propios antecedentes en el proceso, decidió declarar desierta la apelación de la abogada de la DIAN –es decir que no la aceptó- y ratificó su decisión.

James Arias no sólo responde ante la justicia por los delitos del preacuerdo. Actualmente tiene un principio de oportunidad con la Fiscalía por los cargos de lavado de activos y falsedad en documento privado.

¿De qué lo acusó la Fiscalía?

Según un expediente de la Fiscalía conocido por Semana.com, Arias hacía parte de una red de lavado de activos en la que había un acuerdo que consistía en "adquirir material de contrabando procedente de Venezuela, a través de la frontera con Norte de Santander”.

“Luego se legalizaban inventarios como si se tratara de compras nacionales (con ayuda de asesores contables y tributarios) y con estos soportes documentales y la expedición de certificados al proveedor de C. I. Mundo Metal y C. I. Metal Comercio -empresas pertenecientes al zar- solicitaban de manera fraudulenta la devolución ante la DIAN y la mercancía como tal seguía su rumbo a mercados internacionales”, expone el escrito.

Los bienes para reparar a la DIAN

El ‘zar’ renunció a un patrimonio aproximado de alrededor de 308.000 millones de pesos que están divididos de la siguiente forma:

Una parte de ellos contempla 272 lotes ubicados en la vereda Chuntame, en Cajicá (Cundinamarca). De estos, 268 hacen parte de una finca llamada Villa Liliana y están avaluados en cerca de 250.000 millones de pesos. Los cuatro restantes son de la finca La Estancia y tienen un valor de 40.000 millones de pesos, según le aseguró Arias a la Fiscalía.

También entregó tres oficinas y dos parqueaderos ubicados en el centro comercial Hayuelos (en Bogotá) con un valor aproximado de 1.000 millones de pesos.

Así mismo, renunció a un predio en Tenjo (Cundinamarca) que, según el documento conocido por este portal, tiene “20 pesebreras, dos casas de mayordomo y una casa principal”. Este valdría 40.000 millones de pesos. Adicionalmente entregará los 2.000 millones de pesos que tiene en una cuenta del banco BBVA que está a nombre de C. I. Metal Comercio.