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Esta imagen fue captada minutos después de la explosión de un carro bomba en el centro de Cali, la noche del domingo. Las autoridades ofrecieron 400 millones de pesos a quien dé información sobre los autores del atentado. (Foto: AP)

Terrorismo

Atentado a Palacio de Justicia en Cali deja 4 muertos

La explosión de un carro-bomba, cargado con 80 kilos de explosivos según las autoridades, destruyó parte del primer piso del edificio donde funcionan los despachos judiciales de Cali, en el centro de la ciudad. Presidente Uribe presidirá consejo de seguridad este lunes.

Luis Angel Murcia, corresponsal de Semana en Cali
1 de septiembre de 2008

A las 12:05 p.m. de este domingo, la capital del Valle del Cauca se sacudió. A esa hora dos hombres que se movilizaban en un taxi Chevette de placas VBO-470 abandonaron el automóvil cerca de la sede del aparato de justicia de la ciudad. Segundos después el automotor explotó, le causó la muerte a cuatro indigentes que dormían en los alrededores del sector y dejó heridas a otras 26 personas. Una mujer murió horas después del hecho tras recibir un impacto de bala en la cabeza durante un cruce de disparos entre las autoridades y delincuentes que aprovecharon el caos del atentado para intentar saquear los almacenes afectados por la onda explosiva.

Este es el segundo atentado de gran magnitud que sufre la ciudad de Cali en los últimos dos años. El primero atribuido a las Farc, tuvo como objetivo las instalaciones de la Policía y ocurrió en abril de 2007. Allí murió una persona y quedaron heridas otras 41. Hubo pérdidas millonarias.
 
Si bien los móviles de ambos actos tienen similitud, llama la atención que suceden justo cuando la fuerza pública y la justicia han enfocado su esfuerzo en atacar varias organizaciones criminales que operan en la ciudad y en todo el departamento del Valle.

La Policía, por ejemplo, ha adelantado varias operaciones contra organizaciones dedicadas al narcotráfico que estaban afianzadas en dos bandos definidos conocidos como "Machos" y "Rastrojos", al mando de los capos Diego Montoya y Wilber Varela, respectivamente. Por su parte el poder judicial hoy es el epicentro de importantes procesos que involucran guerrilleros, paramilitares y narcos.

“Este es un acto bien complejo, porque allí en el Palacio se llevan los procesos contra delincuencia común, paramilitares, guerrilleros, narcotraficantes”, dijo hace algunas horas la presidenta de Asonal judicial en Cali, Esperanza Delgado tras recodar que desde hace tiempo habían denunciado la falta de seguridad permanente de la policía, pero nadie les atendió la queja.

Quien ya se atrevió a hablar sobre los autores intelectuales del atentado fue el propio ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, quien aseguró durante su recorrido a la zona, que “hay claros indicios de que el atentado fue orientado por alias ´Narices´ o ´Carlos Hernán Zapata´, jefe del frente Manuel Cepeda de las Farc”. De acuerdo con información de inteligencia militar, ´Narices´ es el nuevo comandante de ese frente tras la captura de alias ´Santiago´, quien hoy se encuentra recluído en la cárcel de Palmira, Valle.

Con esos elementos, investigadores judiciales creen que efectivamente las Farc están detrás de ese acto, pero igual hay que esperar a que las pesquisas avancen ya que ellos mismos reconocen que la guerrilla es el principal y más fácil señuelo para otras organizaciones que buscan ocultar sus acciones criminales.

Lo cierto por ahora es que el corazón judicial de Cali está infartado. Mientras se recupera, las autoridades ofrecen una recompensa de $400 millones a quien entregue información que permita dar con la captura de los responsables del acto terrorista.