Patrullero Ángel Campos
Patrullero Ángel Campos | Foto: Pantallazo de video de Vicky en SEMANA

VICKY EN SEMANA

El desgarrador relato de Ángel Campos, patrullero a quien intentaron quemar vivo durante el paro

El uniformado resultó quemado por una bomba tipo molotov en medio de los fuertes disturbios del miércoles en Bucaramanga. Otros dos patrulleros resultaron heridos en los actos vandálicos.

10 de junio de 2021

Momentos de terror vivió el policía del Esmad Ángel Campos tras ser alcanzado por una bomba tipo molotov en Bucaramanga, durante los disturbios que se presentaron en esa ciudad el miércoles.

“Rechazamos los actos vandálicos y criminales registrados esta noche contra la vida e integridad de nuestros policías en Bucaramanga. Tres compañeros resultaron heridos con bombas incendiarias y objetos contundentes”, dijo la Policía en Twitter, tras lo acontecido en la capital de Santander.

En Vicky en SEMANA, el uniformado perteneciente al Esmad dijo estar bastante deprimido y afectado psicológicamente por lo acontecido contra su vida este miércoles, pues no llegó a pensar que una situación de esas le fuera a pasar a él. “Esperaba que mi familia me esperara en mi casa, que hoy que estoy cumpliendo un año más de vida pudiera estar compartiendo con ellos”, dijo el uniformado, quien se recupera en un clínica debido a las quemaduras de grado dos que sufrió en el brazo izquierdo.

El uniformado narró que todo sucedió en la carrera 26 con calle 10 (Bucaramanga), en momentos en que él y sus compañeros del Esmad se disponían a retirarse del lugar, mientras personal de derechos humanos y de la Personería se disponían a hablar con los manifestantes.

“Nosotros decidimos retirarnos del sitio para que ellos intervinieran en el procedimiento y hablaran con los manifestantes. Cuando nos estábamos retirando del sitio, los manifestantes nos empezaron a atacar y nosotros para repeler el ataque tiramos algunos gases; luego nos lanzaron una bomba incendiaria, una molotov, y me cayó en la parte del casco, y luego se me incendió toda la parte del cuerpo (...) Gracias a Dios los compañeros tenían un extintor y lograron apagarme; mantuve la calma y busque refugió en ellos para que me auxiliaran”, contó Campos en Vicky en SEMANA.

Una vez notó que su cuerpo se estaba incendiando, Campos dijo que llegó a pensar en un desenlace trágico, mientras sus compañeros trataban de controlar las llamas. Les recordó a quienes le causaron esas quemaduras, que hay otros medios para manifestar, donde el diálogo puede predominar para solucionar los problemas.

Campos también manifestó que si bien no logró identificar puntualmente al manifestante que lo atacó con la bomba tipo molotov, sí alcanzó a apreciar que el artefacto provino de la multitud que empezó a atacarlos. “Cuando los compañeros comenzaron a gritar molotov, molotov, el artefacto ya venía y yo no alcancé a reaccionar porque todo fue en cuestión de segundos”.

Y agregó el uniformado: “El hecho es no utilizar esos medios con los que nos están atacando (...) Nosotros cuando salimos a trabajar nos encomendamos mucho a Dios y siempre nos preparamos para lo peor, para esos sucesos, pero siempre encomendándonos a Dios y esperando siempre regresar sano y salvo a casa, porque allá nos espera nuestra familia, nuestros hijos”.

Continuando con su desgarrador relato, Campos reveló en Vicky en SEMANA que una vez estaba dentro del Hospital Universitario en Bucaramanga escuchó que unas personas le gritaron “cerdo” y “resistencia”, mientras le tomaban los signos vitales. Según el uniformado, debido al dolor que estaba padeciendo en ese momento, no logró identificar quiénes eran las personas o funcionarios que le estaba gritando esas palabras.

Reconoció que si bien hay personas que salen a manifestar pacíficamente, hay otras que aprovechan las movilizaciones para atacar a la fuerza pública con todo tipo de artefactos, como las bombas molotov, por lo que dijo que a esos individuos sí se les podía llamar “vándalos”.

“Les pido a estas personas que piensen en lo que están haciendo y que estos actos vandálicos ya no son protesta social como decían ellos (...) Gracias a Dios los compañeros han estado pendientes de mí, mirando qué necesito”, concluyó Campos.