Tecnología
Cuando cargue su celular, evite hacer esta práctica “inofensiva” que podría dañar la batería sin que lo note
Aunque esta práctica puede parecer cómoda y práctica en un momento de apuro, los expertos advierten que no es la alternativa más recomendable.
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El uso frecuente de los teléfonos inteligentes puede generar deterioro tanto en sus partes internas como en su sistema operativo. No obstante, al igual que cualquier otro dispositivo electrónico, estos equipos cuentan con una vida útil limitada, lo que eventualmente representa un gasto para los usuarios.
En muchas ocasiones, los usuarios no cuentan con un enchufe disponible para conectar el cargador de su celular. Ante esto, recurren a soluciones improvisadas, como utilizar el puerto USB de un computador u otro dispositivo electrónico para recargar la batería.

Aunque esta práctica puede parecer cómoda y práctica en un momento de apuro, los expertos advierten que no es la alternativa más recomendable. Existen varios motivos técnicos por los cuales se aconseja evitar este método, ya que puede afectar el rendimiento y la durabilidad del dispositivo.
De acuerdo con el sitio web Adsl Zone, uno de los principales inconvenientes de cargar el celular a través de un puerto USB genérico está relacionado con la salud de la batería. Estos puertos, en la mayoría de los casos, no suministran la potencia eléctrica adecuada para una carga eficiente, lo que puede provocar un desgaste prematuro interno.
Además, utilizar fuentes de energía no diseñadas específicamente para el teléfono puede generar fluctuaciones eléctricas o incluso vulnerabilidades de seguridad. No todos los puertos USB ofrecen una corriente estable, y esa variación en el voltaje puede generar una carga irregular en el teléfono.
Afortunadamente, los smartphones actuales cuentan con sistemas internos que regulan la energía recibida, evitando daños graves en la batería. Sin embargo, esta protección no siempre garantiza una carga eficiente ni segura en todos los casos.

En este contexto, según un análisis realizado por AZ, es importante distinguir entre los puertos USB-A tradicionales y los modernos USB-C con tecnología Power Delivery (PD). Los primeros suelen proporcionar una potencia muy limitada —entre 4,5 y 7,5 vatios—, mientras que los USB-C PD pueden alcanzar entre 20 y 65 vatios o incluso más, adaptándose de manera inteligente a las necesidades del dispositivo.
Por eso, cuando se utiliza un portátil moderno con este tipo de puerto, la carga puede ser tan rápida y estable como la de un cargador de pared.
Ahora bien, aunque conectar el móvil a un puerto USB convencional no dañará la batería de forma inmediata, sí puede afectar su rendimiento con el paso del tiempo. Los teléfonos incluyen un circuito de gestión de carga que previene sobrecargas o voltajes irregulares, pero una alimentación inadecuada prolonga los ciclos de carga y genera un mayor calentamiento del dispositivo.
Además, el uso frecuente de cables defectuosos o de baja calidad empeora el proceso, aumentando el desgaste de la batería. Cargar el celular siempre a través de un puerto USB de baja potencia obliga a realizar cargas más largas y repetitivas, lo que reduce gradualmente la vida útil del componente y el rendimiento general del equipo.


