Vehículos
Estudio deja mal parados a motociclistas; se están pasando por alto tramite obligatorio que da para costosa multa e inmovilización
Según las cifras, la mayoría de las multas de Bogotá se coloca en las localidades de Kennedy, Suba y Fontibón.
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Entre el 1 de enero y el 22 de septiembre de 2025, el Observatorio de Movilidad de Bogotá registró 50.242 comparendos por incumplir la revisión técnico-mecánica o conducir vehículos que, aunque tienen el certificado, no cumplen las condiciones mínimas exigidas.
Las localidades de Kennedy (16 %), Suba (10 %) y Fontibón (9 %) encabezan la lista de las zonas con más sanciones, seguidas por Bosa y Ciudad Bolívar (7 % cada una).
Al respecto, el ingeniero mecánico Juan Gabriel Zárate, de la Universidad Manuela Beltrán (UMB), explica que este fenómeno tiene raíces tanto técnicas como culturales.

“Desde el punto de vista de la seguridad vial, mantener el vehículo en buenas condiciones garantiza que los conductores puedan confiar en que cumple los estándares mínimos de operación y seguridad”, señala.
El especialista advierte que muchos conductores ven la revisión como un trámite obligatorio, y no como una medida que puede salvar vidas o evitar fallas mecánicas graves.
Motos y carros, los principales infractores
Del total de infracciones, las motocicletas representan el 50 %, seguidas por automóviles, camionetas y camperos (38 %). En menor proporción aparecen camiones, tractocamiones y volquetas (5 %).
La mayoría de comparendos fue impuesta por agentes en vía (36.853 casos), mientras que 13.278 se detectaron mediante cámaras salvavidas y 111 desde el Centro de Gestión de Tránsito.
Para Hugo Pachón, experto en movilidad de la Universidad Manuela Beltrán, estos números no solo reflejan desobediencia a la norma, sino una amenaza para todos los actores vial.
“Evadir la revisión técnico-mecánica pone en riesgo la seguridad en las vías, ya que un vehículo con fallas puede provocar accidentes graves”, explicó.

“Además, la falta de control sobre las emisiones afecta directamente la salud pública, especialmente la de niños, niñas y adultos mayores, los más vulnerables a la contaminación del aire”, agregó el experto.
Multa, inmovilización y daño ambiental
Según el Código Nacional de Tránsito (Ley 769 de 2002), conducir un vehículo sin tener vigente la revisión técnico-mecánica o de emisiones contaminantes genera una multa de 15 salarios mínimos diarios legales vigentes, equivalente a unos 650.000 pesos en 2025.
A esto se suma la posibilidad de inmovilización del vehículo, que permanecerá detenido hasta que el propietario demuestre haber cumplido el requisito.
“En el aspecto ambiental, la revisión técnico-mecánica garantiza que los vehículos respeten normas nacionales e internacionales sobre emisiones. En Colombia seguimos los parámetros de la norma Euro, que busca controlar los contaminantes producidos por motores a gasolina y diésel”, añadió Zárate.
Multas solo a vehículos que estén activos y en movimiento
Frente a esto, hay que señalar que el Consejo de Estado tomó una decisión en contra de las llamadas multas de tránsito automáticas, las cuales eran impuestas a los vehículos que no estaban en circulación, argumento que fue utilizado, precisamente, para demostrar que era una medida injusta para sus propietarios.
Según el alto tribunal, los agentes de tránsito no podrán imponer comparendos a las motocicletas o vehículos que no tengan el SOAT vigente o la revisión técnico-mecánica al día y que no estén en circulación, algo que venía ocurriendo con regularidad en el país.
Estas multas automáticas se generaban con los datos obtenidos a través del Registro Único Nacional de Tránsito (RUNT), plataforma que permitía corroborar si alguno de estos documentos se encontraba vencido para que se impartiera el comparendo correspondiente, sin constatar si el vehículo o motocicleta objeto de la supuesta infracción estaba siendo utilizado o había sido sorprendido en una vía sin la documentación necesaria para su circulación.