SALUD
Aceite de oliva: así se puede usar para combatir el estreñimiento
Los cambios en la alimentación pueden generar modificaciones importantes en la digestión.
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El estreñimiento es uno de los trastornos digestivos más comunes que se presentan. Se trata de una afección en la que las personas pueden tener menos de tres evacuaciones a la semana, heces duras, secas o grumosas, dificultad o dolor para evacuar y sensación de que la evacuación no fue completa, según reseña el Instituto Nacional de la Diabetes y las Enfermedades Digestivas y Renales (NIDDK, por sus siglas en inglés).
Se trata de un trastorno digestivo y no es considerado una enfermedad. Sin embargo, sí puede ser un síntoma de otro problema médico. El NIDDK explica que las personas pueden tener diferentes patrones de movimiento intestinal y cada quien sabe lo que es normal para su organismo, por lo que la duración del estreñimiento puede ser por un tiempo corto o largo.
El Instituto destaca que hay algunas personas que son más propensas a sufrir de estreñimiento, como es el caso de las mujeres –especialmente durante el embarazo o después del parto–, los adultos mayores, las personas de razas diferentes de la blanca, las personas que consumen poca fibra, que toman ciertos medicamentos o suplementos dietéticos, o que sufren ciertos problemas de salud, incluidos los trastornos funcionales del tracto gastrointestinal.
“Las personas que sufren estreñimiento de corta duración por lo general no tienen complicaciones. Sin embargo, el estreñimiento de larga duración puede tener complicaciones, que incluyen: hemorroides, fisuras anales, prolapso rectal e impactación fecal”, destaca el NIDDK.
Algunos problemas de salud y nutrición que pueden causar estreñimiento son mencionados a continuación: no comer suficiente fibra; no beber suficientes líquidos (o deshidratarse); no hacer suficiente actividad física; enfermedad celíaca; trastornos que afectan el cerebro y la columna vertebral, como la enfermedad de Parkinson; lesiones del cerebro o la médula espinal; afecciones que afectan el metabolismo, como la diabetes; afecciones que afectan las hormonas, como el hipotiroidismo; inflamación vinculada a la enfermedad diverticular o a la proctitis; obstrucción intestinal, incluidos el bloqueo anorrectal y los tumores, y problemas anatómicos del tracto digestivo.
Los cambios en la alimentación pueden generar modificaciones importantes en la digestión, pues algunos contribuyen en el ablandamiento de las heces, facilitando la evacuación. De acuerdo con el portal especializado en salud y bienestar Mejor con salud, el aceite de oliva pertenece a ese listado de alimentos.
¿Cuáles son sus beneficios para la salud?
El aceite de oliva proviene de una aceituna, lo que permite que su contenido en ácido oleico sea entre el 70 % y el 80 %, presentando entre el 10 % y el 15 % de grasas saturadas. De hecho, los nutricionistas aconsejan el uso del aceite de oliva a la hora de cocinar.
La propiedades que posee el aceite de oliva le hacen bien a la salud. Esta variedad de aceite, que es de origen vegetal, es reconocida por ayudar a mantener firme el colesterol en el organismo. Favorece el colesterol HDL, comúnmente conocido como colesterol bueno, y disminuye el colesterol llamado malo: el colesterol LDL, que provoca daños en las arterias del sistema cardiovascular.
Sumado a lo anterior, el aceite de oliva ayuda a potenciar el sistema inmunológico, evitando que las personas contraigan ciertas infecciones si lo consumen de manera regular. Los expertos recomiendan su uso para los pacientes que sufren de diabetes, gracias a sus bondades para moderar esta enfermedad y equilibrar los niveles de azúcar en el organismo, así como la producción de insulina.
De acuerdo con Mejor con salud, al ser consumido, el aceite de oliva ayuda a ablandar las heces, facilitando su evacuación. En ese sentido, el portal recomienda mezclar una cucharada de aceite de oliva virgen extra (15 ml) con una cucharadita de zumo de limón (5 ml) e ingerirlo para aliviar el estreñimiento.
Otra forma de consumirlo, reseñada por ese medio, es mezclar una taza de yogur (250 ml) y una cucharada de aceite de oliva (15 ml) e ingerirla. Se explica que el yogur es un alimento que ayuda a tener un buen tránsito intestinal, beneficio que se suma a las bondades ya descritas del aceite de oliva.