Cáncer: el hábito que ayuda a reducir los riesgos de la enfermedad

Aunque hay afecciones de salud que no son fáciles de prevenir, o que ni siquiera se cruza por la mente la posibilidad de padecerlas, hay ciertas decisiones que se toman en el día a día que pueden determinar el bienestar de una persona.

Desde lo que come en el desayuno hasta qué tanto duerme por la noche, las pequeñas rutinas que se establecen en durante la jornada pueden hacer al ser humano menos o más propenso a algunas enfermedades. Por ejemplo, si el cuidado personal o la higiene no son un aspecto importante para alguien, puede que esté más expuesto a las bacterias e infecciones.

En esa misma línea, mantener el cuerpo limpio tendría que ser una prioridad, procurando reducir aquellas sustancias que, en cantidades excesivas, representan un riesgo para la salud. De acuerdo con lo indicado por la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, Medline Plus, hay una serie de consecuencias perjudiciales que se asocian a la ingesta inadecuada de alcohol, entre las cuales se listan las afecciones hepáticas y el cáncer.

Así mismo lo advierten desde los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades, en Estados Unidos, desde donde señalan que las sustancias alcohólicas, cuando una persona tiene patrones de consumo, que son fuera de lo recomendado por los profesionales de la salud, pueden preceder cánceres tales como el de hígado, colon, garganta, esófago y en determinadas partes que conforman el aparato digestivo en general.

De esa forma lo han validado algunos estudios internacionales, entre ellos uno que fue llevado a cabo en Corea y el que participaron más de 4′500.000 personas, y cuyos resultados fueron expuestos en el portal sobre salud Tua Saúde. Según reportan, entre los hallazgos clave de esta publicación se encontró que el incremento en el consumo de alcohol puede incidir en las probabilidades de ser diagnosticado con cáncer, sobre todo en los órganos encargados de su procesamiento.

La misma investigación señaló que, en cambio, el riesgo puede ser menor cuando las personas ajustan sus patrones de consumo y reducen la cantidad de alcohol que ingieren.

De ahí que restringir la ingesta inadecuada de alcohol sea una de las recomendaciones que entregan los médicos para mantener una buena salud en general. Aunque las bebidas de esta clase están presentes muchas veces en los encuentros familiares, sociales o inclusive en los ambientes laborales, hay que decir que se puede optar por beber en cantidades moderadas y así evitar que el cuerpo se ‘ahogue’ en alcohol.

Otra de las claves para que este proceso resulte más sencillo, explican desde Medline Plus, es identificar si hay necesidad de recibir una orientación profesional o de un experto que le ayude a controlar este mal hábito, en caso de que haya desembocado en algún tipo de adicción. Y es que asumir esta realidad también puede ser idóneo para la buena salud.

Al listado de recomendaciones, desde el Instituto Nacional especializado en Abuso de Alcohol y Alcoholismo de EE. UU. invitan a buscar un tratamiento que sea acorde con las necesidades de la persona que está en el intento de dejar el alcohol, en el que también estén involucrados sus seres queridos más cercanos.

Por su parte, desde el Instituto Nacional del Cáncer afirman que hay investigaciones que indican que sí puede haber un efecto positivo en las probabilidades de padecer de ciertos tipos de cáncer al reducir la ingesta de sustancias alcohólicas; no obstante, son claros en establecer que esta diferencia es tan solo notoria cuando es un hábito que persiste en el tiempo.

De ninguna manera, este artículo no constituye una recomendación médica profesional, por lo que se sugiere consultar al especialista antes de realizar cualquier cambio en el estilo de vida.