El hígado es uno de los órganos más importantes en el proceso de limpieza del organismo, liberando a la sangre de sustancias nocivas como el alcohol. Almacena azúcar para luego usarla como fuente de energía.
Así como el consumo sostenido de ciertas sustancias puede ser nocivo para el hígado, como azúcares, alcohol o grasas dañinas, existen algunos otros alimentos que pueden ayudar a mejorar su funcionamiento, como los siguientes:
Ajo
De acuerdo con un artículo publicado por el portal de nutrición y bienestar UnComo, esta especia ayuda a estimular y favorecer la circulación sanguínea debido a su alto contenido de alicina y ajoeno, dos aminoácidos que tienen propiedades hipotensoras y vasodilatadoras.
Sus propiedades diuréticas que ayudan a eliminar las toxinas y ciertos líquidos que se acumulan en el hígado y su acción protectora contra infecciones son otros beneficios que se le atribuyen al ajo, descritos por UnComo.
Manzana
La manzana es una de las frutas con mayor beneficio para los seres humanos, ya que es rica en nutrientes. Además, potencia la memoria, protege el corazón, baja el colesterol y mejora la salud de los dientes, según investigaciones del nutricionista estadounidense Arjmandi.
De acuerdo con un estudio realizado por el departamento de Nutrición de la Universidad de Florida, la pectina y los antioxidantes que se encuentran en la piel de la manzana son fundamentales para eliminar las toxinas del cuerpo.
Brócoli
El brócoli es un vegetal que contiene múltiples nutrientes que contribuyen a mejorar la salud, así lo determinó un estudio de la Universidad de Texas en Estados Unidos, en la que se demostró que consumir este alimento protegerá a las personas de sufrir hígado graso, el cual puede desencadenar en una cirrosis.
“Con base en esta investigación, creemos que los alimentos saludables con alta capacidad para la producción de indol son esenciales para prevenir la NAFLD y son beneficiosos para mejorar la salud de quienes la padecen”, comentó uno de los autores de la investigación, el doctor Chaodong Wu.
El hígado graso no alcohólico, que también es conocido como NAFLD (por sus siglas en inglés), es resultado de patologías como el sobrepeso y la diabetes, que en algunas oportunidades puede causar una inflamación en el órgano y producir insuficiencia hepática y cirrosis, resaltó la investigación.
Limón
El limón estimula la secreción biliar, ayudando a metabolizar las grasas y previniendo las inflamaciones del hígado y la vesícula. El zumo de limón puede consumirse en ayunas para eliminar las toxinas del hígado y los riñones.
Gracias a sus propiedades digestivas el limón es bueno para depurar el hígado gracias a sus efectos desintoxicantes, los cuales estimulan la eliminación de sustancias tóxicas y desechos del organismo.
Aguacate
Varios estudios señalan que el aguacate es una gran fuente de grasas saludables, que puede ayudar a la protección del hígado y la depuración de sustancias nocivas o innecesarias. “Esa grasa que llamamos saludable contiene elementos que, al descomponerse, cuidan al órgano de posibles daños”, relata la nutricionista Cardona.
Sin embargo, en igual medida señala que se debe tener mucho cuidado con su consumo en exceso, debido a que esta grasa saludable, que también puede encontrarse en el aceite de oliva, puede causar lo que se conoce como hígado graso. “La recomendación es que se ingiera aguacate de forma muy moderada y evitar así que, en vez de ser un aliado, se convierta en un alimento nocivo para el hígado”.
El alcohol no es la única sustancia que causa daño a este órgano, pues a la lista de comidas dañinas se le pueden incluir bebidas energéticas, algunos quesos grasos e, incluso, alimentos con altos niveles de azúcar. De acuerdo con el portal web OkSalud, estos son algunos de los alimentos que causan daño al hígado:
- Azúcar: determinados alimentos y bebidas, como los refrescos ricos en gas y azúcar, son altamente perjudiciales. A la larga, conllevan el riesgo de desarrollar enfermedades hepáticas.
- Embutidos: son restos de carnes rojas junto con grasa, que por lo general están mezclados con los desperdicios de la industria cárnica. El exceso en el consumo de estos alimentos puede causar problemas al sistema digestivo y en el hígado.
- La sal: este mineral es necesario para el correcto funcionamiento del cuerpo, aunque su uso excesivo en la dieta puede conllevar problemas de salud, especialmente a nivel hepático. Hay muchos alimentos con alto contenido en sal, por lo que su consumo debe ser moderado.