Una rama de romero.
El sedentarismo, la falta de ejercicio y la obesidad dificultan la circulación en la sangre y generan mayores problemas de salud cardiovascular. | Foto: Getty Images

Vida Moderna

Circulación sanguínea: ocho plantas medicinales que ayudan a mejorarla

Plantas con propiedades vasodilatadoras, venotónicas o diuréticas ayudan a mejorar la circulación de la sangre y los trastornos circulatorios.

7 de marzo de 2023

Actualmente en Europa fallece una gran parte de la población debido a problemas del corazón y circulatorios, entre ellos el 47% son mujeres y el 40% hombres.

Causas como el sedentarismo, la falta de ejercicio, la obesidad, llevar una alimentación con exceso de grasas saturadas y azúcares, el consumo de alcohol y tabaco dificultan la circulación en la sangre y generan mayores problemas de salud cardiovascular.

¿Cómo mejorar la circulación con fitoterapia?

Existen diferentes plantas medicinales que favorecen el riego sanguíneo, combaten las arritmias, neutralizan la acción de los radicales libres, ejercen una acción vasoprotectora y previenen accidentes vasculares como la aterosclerosis, las tromboembolias y los ictus.

Otras de ellas impiden o dificultan la formación de edemas, ya que favorecen el retorno venoso y disminuyen la aparición de varices o hemorroides.

Colesterol / Corazón / Circulación
Existen diferentes plantas medicinales que favorecen el riego sanguíneo. Getty Images. | Foto: Getty Images/iStockphoto

Algunas plantas medicinales ayudan a que las personas se sientan mejor y pueden llegar a sustituir algunos fármacos en tratamientos puntuales o prolongados para este tipo de dolencias, por el hecho de que previenen la aparición de problemas vasculares. Las ocho mejores plantas medicinales que mejoran la circulación sanguínea son:

Mitrillo

El arándano o mitrillo es esencial en el tratamiento de los edemas por insuficiencia venosa, várices, flebitis y hemorroides, a su vez, ayuda a frenar las hemorragias nasales.

Los frutos azules contienen antocianinas que favorecen la permeabilidad y resistencia de los capilares y mejoran el retorno venoso. Las hojas actúan como un potente diurético y astringente.

Trébol Rojo

Esta popular planta forrajera es rica en isoflavonas, como la soja y la alfalfa, y se destaca por sus virtudes estrogénicas. Los herboristas recomiendan su consumo para combatir los sofocos y las sudoraciones nocturnas en la perimenopausia. Esta planta también ayuda a prevenir la osteoporosis.

Además de los beneficios mencionados, el trébol rojo favorece la irrigación sanguínea y es excelente para calmar las jaquecas y la pesadez en piernas y brazos. Combinado con plantas que refuercen su acción, contribuirá a bajar los niveles de colesterol LDL en las arterias.

Ginkgo Biloba

El Ginkgo Biloba es una planta medicinal con múltiples propiedades. Entre ellas destaca la de mejorar la funcional neuronal y estimular la irrigación sanguínea en el cerebro. Debido a sus propiedades, se recomienda el consumo a personas mayores de 55 años que muestren síntomas de pérdida de memoria, y a ancianos que puedan manifestar problemas reiterados de insuficiencia cerebral.

Las hojas de este árbol son adecuadas para tratar problemas de insuficiencia venosa, como flebitis, varices y hemorroides, de ahí que sea una planta imprescindible en esta selección de remedios naturales para mejorar la circulación.

ginko biloba
El Ginkgo Biloba es una planta medicinal con múltiples propiedades. | Foto: Getty Images/iStockphoto

Hojas de Olivo

Las hojas de Olivo están compuestas por glucósidos y flavonoides, los cuales se reconocen por sus virtudes vasodilatadoras. Estas constituyen una de las herramientas más eficaces con que cuenta la medicina natural para tratar la hipertensión y prevenir la aparición de accidentes coronarios. También ayudan a combatir los excesos de colesterol LDL, que se acumulan en las arterias.

Vincapervinca

La vincapervinca es muy utilizada en jardinería, presenta un efecto vasodilatador a nivel cerebral y coronario, activa la función neuronal y aumenta el riego sanguíneo en el cerebro hasta en un 20%, de acuerdo con algunos expertos.

Esta planta es empleada en el tratamiento de apoyo en caso de insuficiencia cerebral, con síntomas como pérdidas de memoria, desorientación, vértigos, desequilibrios motores, jaquecas y mareos. Además, es un excelente aliado para reducir la tensión sanguínea y prevenir la arteriosclerosis y los accidentes coronarios.

Espino Albar

Las hojas y flores del espino blanco o albar son eficaces para mejorar la circulación coronaria, las funciones del corazón, y equilibrar el ritmo cardiaco. De hecho, este arbusto constituye un remedio tradicional, refrendado por numerosos estudios científicos, para el tratamiento de las arritmias y las palpitaciones nerviosas, ya que sus propiedades ayudan a controlar la tensión sanguínea y previenen los accidentes vasculares, como la arteriosclerosis, la angina de pecho y los infartos.

La cúrcuma tiene efectos antioxidantes
La cúrcuma detiene el aumento de transaminasas o enzimas hepáticas. | Foto: Getty Images

Cúrcuma

La Cúrcuma sobresale por su capacidad para mejorar la circulación sanguínea, además interfiere en la absorción de colesterol LDL, impidiendo que se formen depósitos de grasa en las arterias y favoreciendo su eliminación.

Esta planta puede ser consumida por personas que hayan sufrido un infarto o una angina de pecho no aguda, ya que puede reducir las posibilidades de que esta acción se repita. La cúrcuma detiene el aumento de transaminasas o enzimas hepáticas y ejerce un claro efecto protector sobre el hígado, contrarresta la acción de los radicales libres y demora la oxidación celular.

Romero

La última planta medicinal es el romero. Esta es una planta estimulante y reconstituyente. Entre sus virtudes se destaca la de estimular la irrigación sanguínea a nivel cerebral, combatir las jaquecas causadas por deficiencias de riego y por alteraciones hepatobiliares, potenciar la memoria y la capacidad de concentración, sobre todo en personas de edad avanzada.

Resulta asimismo un buen aliado en caso de astenia, fatiga, debilidad y convalecencia. En uso externo, actúa como cicatrizante en heridas con sangrado y llagas ulcerosas.