Consumiendo ajo, zanahoria, bardana y diente de león, se pueden eliminar desechos en la sangre.  Foto:GettyImages.
Si una persona tiene bajos los niveles de hemoglobina puede consumir más hierro. | Foto: Foto Gettyimages

Salud

¿Cuándo se considera que la hemoglobina está baja?

El examen de hemoglobina es una prueba común y regularmente se realiza como parte de un conteo sanguíneo completo.

16 de enero de 2022

La hemoglobina es una proteína de los glóbulos rojos que lleva oxígeno de los pulmones al resto del cuerpo y los niveles anormales de hemoglobina podrían ser signo de un trastorno de la sangre, de acuerdo con Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.

Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, explica en su portal web que, por lo general, un recuento bajo de hemoglobina arroja un resultado de menos de 13,5 gramos de hemoglobina por decilitro (135 gramos por litro) de sangre para los hombres y menos de 12 gramos por decilitro (120 gramos por litro) para las mujeres. En los niños, las cifras varían según la edad y el sexo. El umbral varía ligeramente de un médico a otro, pero en general son:

  • Recién nacido de 14 a 24 g/dL o 140 a 240 g/L.
  • Bebé de 9,5 a 13 g/dL o 95 a 130 g/L.

Además, señala que un recuento de hemoglobina levemente bajo no siempre es signo de enfermedad, ya que puede ser normal para algunas personas, como las mujeres con períodos menstruales o embarazadas, quienes comúnmente tienen recuentos bajos de hemoglobina.

“En muchos casos, un recuento bajo de hemoglobina que es apenas inferior a lo normal no afecta cómo se siente la persona. Un recuento mucho más bajo de hemoglobina provoca síntomas y esto podría indicar que tienes anemia”, afirma la entidad sin ánimo de lucro.

Asimismo, señala que las enfermedades y afecciones que hacen que el cuerpo produzca menos glóbulos rojos de lo normal incluyen las siguientes:

  • Anemia aplásica.
  • Cáncer.
  • Ciertos medicamentos, como los antirretrovirales para la infección por VIH y los fármacos de quimioterapia para el cáncer y otras afecciones.
  • Nefropatía crónica.
  • Cirrosis.
  • Linfoma de Hodgkin (enfermedad de Hodgkin).
  • Hipotiroidismo (tiroides hipoactiva).
  • Enfermedad intestinal inflamatoria.
  • Anemia por deficiencia de hierro.
  • Intoxicación por plomo.
  • Leucemia.
  • Mieloma múltiple.
  • Síndromes mielodisplásicos.
  • Linfoma no hodgkiniano.
  • Artritis reumatoide.
  • Anemia por deficiencia de vitaminas.

No obstante, un recuento bajo de hemoglobina también puede deberse a la pérdida de sangre, que puede ocurrir por los siguientes motivos: sangrado en el tracto digestivo, por ejemplo, de úlceras, cánceres o hemorroides o la donación frecuente de sangre.

Por tal razón, el diario español Mundo Deportivo contempla, en su sección de salud, que existen varios alimentos para subir la hemoglobina como: hígado vacuno, almejas, pescado, carne de res, carne de ave, productos lácteos y huevos, hígado de res, verduras como las coles de bruselas, las espinacas, las hojas verdes de mostaza y los espárragos; frutas como las naranjas; frutos secos, fríjoles y arvejas, frutas cítricas, pimientos rojos y verdes, verduras como el brócoli o las papas, tomates, entre otros.

Adicionalmente, es ideal tomar suplementos de hierro, pero la dosis dependerá de la condición de cada persona. Sin embargo, es importante que los pacientes sepan que consumirlo en exceso puede ser peligroso, pues puede causar hemocromatosis, que a su vez puede provocar enfermedad hepática y efectos secundarios como estreñimiento, náuseas y vómitos.

De otro lado, si la persona tiene la hemoglobina alta debe evitar consumir multivitamínicos ricos en hierro y limitar el consumo de alimentos ricos en hierro como las carnes rojas y los cereales o granos reforzados con hierro.

Asimismo, debe limitar el consumo de vitamina C a no más de 500 miligramos al día, ya que esta vitamina ayuda a absorber el hierro.

De todos modos, antes de consumir algún medicamento, alimento o iniciar un tratamiento lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guie el proceso e indique que es lo más adecuado para cada persona, pues las anteriores recomendaciones no son las indicadas para todas las personas.