algas
La mayoría de los bosques de algas en las costas del mundo están luchando debido al cambio climático, pero una franja de bosques de algas en la Patagonia ha estado prosperando. Su éxito se debe a las rachas de frío marino, NOAA (Foto de ARCHIVO) 03/6/2022 | Foto: NOAA

Vida Moderna

Estas son las algas que pueden acumular grandes cantidades de CO₂, según estudio

El CO₂ es un compuesto contaminante del medioambiente.

30 de diciembre de 2022

Las algas pardas tienen una gran capacidad de absorber dióxido de carbono del aire, que incluso supera a la de los bosques terrestres, por lo que desempeñan un papel decisivo para la atmósfera y el clima.

Según un estudio publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), pueden ser capaces de eliminar de la atmósfera hasta 0,55 gigatoneladas de dióxido de carbono al año.

Investigadores del Instituto Max Planck de Microbiología Marina, en Alemania, informan ahora en la de que las algas pardas pueden eliminar grandes cantidades de dióxido de carbono del ciclo global a largo plazo y contrarrestar así el calentamiento del planeta.

Las algas absorben dióxido de carbono de la atmósfera y lo utilizan para crecer. Liberan hasta un tercio del carbono que absorben en el agua de mar, por ejemplo en forma de excreciones azucaradas. Dependiendo de la estructura de estas excreciones, son rápidamente utilizadas por otros organismos o se hunden en el fondo marino.

“Las excreciones de las algas pardas son muy complejas y, por tanto, increíblemente complicadas de medir”, -explica el primer autor, Hagen Buck-Wiese, del Instituto Max Planck-. “Sin embargo, hemos conseguido desarrollar un método para analizarlas en detalle”.

Las sacoglossa, como esta Elysia ornata, secuestran los cloroplastos de las algas para procesar energía de la luz solar. Foto: GETTY IMAGES vía BBC

Con este método, los investigadores examinaron un gran número de sustancias diferentes. El llamado fucoidán resultó ser especialmente interesante.

“El fucoidán constituía aproximadamente la mitad de las excreciones de la especie de alga parda que estudiamos, la llamada fucus -explica Buck-Wiese-. Es tan complejo que es muy difícil que otros organismos lo utilicen. A nadie parece gustarle”.

Como consecuencia, el carbono del fucoidan no vuelve rápidamente a la atmósfera. “Esto hace que las algas pardas sean especialmente buenas ayudantes para eliminar el dióxido de carbono de la atmósfera a largo plazo: durante cientos o miles de años”, añade.

Las algas pardas son extraordinariamente productivas. Se calcula que absorben del aire alrededor de 1 gigatonelada (mil millones de toneladas) de carbono al año. Según los resultados del presente estudio, esto significaría que las algas pardas secuestran hasta 0,15 gigatoneladas de carbono, equivalentes a 0,55 gigatoneladas de dióxido de carbono, cada año a largo plazo.

A modo de comparación: Las emisiones anuales de gases de efecto invernadero de Alemania ascienden actualmente a unas 0,74 gigatoneladas de dióxido de carbono, según la Agencia Federal de Medio Ambiente (estimación para 2020).

“Y aún mejor: El fucoidán no contiene nutrientes como el nitrógeno”, resalta además Buck-Wiese. Así, el crecimiento de las algas pardas no se ve afectado por las pérdidas de carbono.

Para el estudio actual, Buck-Wiese y sus colegas del Marum MPG Bridge Group Marine Glycobiology, que tiene su sede tanto en el Instituto Max Planck de Bremen como en el Marum, Centro de Ciencias Marinas y Medioambientales de la Universidad de Bremen, realizaron sus experimentos en la Estación Zoológica de Tvärminne, en el sur de Finlandia.

“Ahora queremos estudiar otras especies de algas pardas y otros lugares -anuncia Buck-Wiese-. El gran potencial de las algas pardas para la protección del clima debe seguir investigándose y aprovechándose”, expresó el investigador.

Algas comestibles

De otro lado, por más raro que parezca, las algas, que son las cintas de materia vegetal oceánica de color verde pardo que aparecen en las playas, son comestibles.

En concreto, el nori (hojas de papel que se usan para envolver los rollos de sushi y como guarnición de los tazones de ramen) es probablemente el alga más conocida, pero estas grandes algas de hoja vienen en cientos de variedades coloridas, incluyendo el kombu, el wakame, kelp de azúcar y el dulce rojo.

*Con información de Europa Press.