Estas son las claves que da Harvard para controlar el estrés
Al causar una respuesta del sistema músculo-esquelético, genera una fuerte tensión que se traduce en dolor y dificultades para moverse con normalidad. | Foto: Getty Images

Vida moderna

Estrés: las partes del cuerpo más afectadas si se padece a diario

El estrés puede ser desde el desencadenante hasta el agravante de muchas enfermedades previas.

8 de febrero de 2022

Empezó el mes de febrero y con él la entrada a los colegios de los niños, los primeros semestres de universidad para muchos, los cambios de trabajo para algunos padres, las deudas de vacaciones y volver a la rutina, entre otros acontecimientos. Sin duda, son factores que se asocian inmediatamente al estrés.

El cuerpo lo asimila todo, y en este caso no podría ser la excepción. Varias partes del cuerpo se ven afectadas por el estrés. No obstante, las personas no son conscientes de cómo este trastorno que combina nerviosismo, angustia y cansancio puede llegar a alterar desde los procesos fisiológicos hasta los mentales.

Según un informe de la Asociación Psicológica Americana (APA), el sistema musculoesquelético es el más afectado en estos casos. Aun más, en ocasiones, al carecer de adecuadas estrategias para hacer frente a estos estados tan desgastantes, es común que posteriormente se aumente el riesgo de padecer dolores crónicos.

El estrés puede llegar a afectar el sistema nervioso central, hasta mediar en los pensamientos y comportamientos.

Cabe recordar que al tener síntomas muy recurrentes se debe asistir al médico especialista para tomar las medidas pertinentes; esto ayudará a afrontar mejor el estrés y los trastornos de ansiedad.

Partes del cuerpo que se ven afectadas por el estrés

Hay muchas partes del cuerpo que se ven afectadas por el estrés. Según un estudio realizado en la Universidad de Kansas y publicado en el Journal Experimental and Clinical Sciences, el estrés puede ser desde el desencadenante hasta el agravante de muchas enfermedades previas, debido a que altera los siguientes sistemas hormonales y centros orgánicos:

  • El sistema gastrointestinal.
  • El área tegmental ventral del cerebro.
  • La hormona adrenocorticotropa
  • El sistema nervioso central.

Además, este tipo de cambios se inician a nivel hormonal, provocando cambios biológicos en diferentes áreas del organismo. Incluso pueden llegar a afectar el sistema nervioso central, hasta mediar en los pensamientos y comportamientos.

Aquí las partes del cuerpo que más se afectan por el estrés:

Corazón

Piel

  • Las manchas, el acné, la inflamación e incluso la psoriasis podría deberse a cambios hormonales causados por el estrés.
  • Un estudio llevado a cabo por el doctor Ying Chen, de la Universidad de Boston, la relación cerebro-emociones-piel es directa y significativa. Esto quiere decir que las emociones se reflejan a menudo en la piel en forma de enfermedades.
  • La tensión que genera este trastorno emocional incrementa la respuesta inflamatoria del cuerpo, lo cual causa taponamiento de los poros, alergias y hasta pérdida de elasticidad.
  • Lo más común es que se acumulen grasa e impurezas dentro de los poros. Por lo tanto, se producen los molestos puntos negros y granitos.

Músculos

  • Los huesos y los músculos son áreas del cuerpo bastante afectadas por los grados crónicos de esta condición.
  • Al causar una respuesta del sistema músculo-esquelético, genera una fuerte tensión que se traduce en dolor y dificultades para moverse con normalidad.

Sistema inmunitario

  • Una investigación realizada por la Universidad de Kentucky en Estado Unidos afirma que las personas que padecen un grado crónico de este trastorno emocional presentan una disminución significativa en su respuesta inmunitaria, lo que a su vez aumenta la predisposición a padecer infecciones.
  • Esto se da gracias a la intervención que tiene sobre las actividades que gastan el mayor número de energías para combatir los microorganismos que pueden atacar el cuerpo.

Aparato digestivo

Ante esos estados anteriormente mencionados en que el estrés es recurrente, podría conllevar a síntomas físicos en el estómago, intestinos, etc. Entre algunos ejemplos están:

  • La acidez y el reflujo.
  • El síndrome del intestino irritable.
  • La úlcera péptica o enfermedad inflamatoria del intestino.
  • La diarrea.
  • El estreñimiento.
  • La inflamación.
  • Los gases.
  • El dolor abdominal.