Gastroenteritis: síntomas y cómo detectar las señales de alerta

La gastroenteritis es un padecimiento ocasionado, en su mayoría, por un virus. Algunos especialistas mencionan que esta enfermedad se conoce como “gripe estomacal” y por lo general la padecen personas que hayan consumido o bebido algún líquido o comida contaminada por alguna bacteria, según explica el portal de salud y medicina MedlinePlus.

Los principales síntomas de esta patología son diarrea, vómito, dolor abdominal; algunos pacientes, por lo general niños, pueden presentar fiebre, escalofríos, piel fría y húmeda o sudoración, rigidez articular o dolor muscular, pérdida de peso y apetito.

Causas

Las bacterias o microorganismos pueden ingresar al cuerpo de diversas maneras:

• Directamente del alimento o el agua.
• Al hacer uso de objetos como platos y utensilios para comer.
• Se pueden transmitir de una persona a otra al tener un contacto cercano y frecuente.

Algunos de los virus que pueden desencadenar una gastroenteritis son los siguientes:

• El norovirus (o virus similar a Norwalk) es común entre niños en edad escolar. También puede causar brotes en hospitales y en barcos con gran afluencia de personas como los cruceros.
• El rotavirus es la principal causa de gastroenteritis en niños. También puede infectar a adultos expuestos a niños con la afección y a personas que viven en asilos de ancianos.
• El astrovirus.
• El adenovirus entérico.
• La covid-19 puede provocar síntomas de gastroenteritis, incluso cuando no hay problemas respiratorios.

La gastroenteritis puede generar complicaciones o incluso llevar a la muerte a una persona cuando no es tratada de forma adecuada, más cuando le da a bebés, pacientes de la tercera edad o pacientes con alguna complicación en su sistema inmunológico.

El portal de salud y cuidado personal Cuídate Plus menciona los tratamientos más usados para tratar esta afección. Cuando una persona es diagnosticada con este padecimiento, lo primero es empezar a realizar una dieta astringente en la que se incluyan frutas como el durazno, la pera y la manzana; además se debe consumir alimentos sin guisos y con poca grasa como pechuga a la plancha o cocinada, arroz pasta.

Para la recuperación es determinante el consumo de suero oral con el fin de reponer los electrolitos que se han perdido por medio de la diarrea o el vómito, así como prevenir una deshidratación. Por lo general, no se recetan medicamentos para esta afección, pero el médico puede sugerir el consumo de probióticos para regenerar la flora intestinal que se ha visto afectada. La dieta se debe mantener durante 72 horas, pese a que los síntomas hayan mejorado.

El Hospital Universitario General de Cataluña brinda algunos consejos adicionales para los pacientes que puedan padecer de esta afección.

• No hay que forzar al paciente a comer. Lo ideal es comer en pocas cantidades, pero más seguido y de acuerdo al apetito de cada persona.
• Los niños menores de seis meses y que son alimentados con leche materna o de fórmula deben continuar con su consumo.
• Se aconseja cocinar los alimentos a la plancha, al vapor, hervido o al horno.

Alimentos prohibidos

• Cacao, chocolate, helado, dulces, jugos industrializados o con un alto contenido de azúcar, legumbres, verduras que causen flatulencias.
• Alimentos muy condimentados, grasos, muy azucarados, fritos y salsas.
• Verduras de hoja verde (reintroducir al mejorar las diarreas, iniciando pequeñas cantidades).
• Kiwi, ciruela y naranja.