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Una alimentación balanceada y saludable podría prevenir enfermedades nos trasmisibles. | Foto: Getty Images

Vida Moderna

La dieta que puede reducir el riesgo de demencia

La demencia es común entre las personas que tienen por lo menos 65 años de edad.

7 de septiembre de 2022

La demencia es un síndrome que implica el deterioro de la memoria, el intelecto, el comportamiento y la capacidad para realizar actividades de la vida diaria, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Además, Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, explicó que el riesgo de padecer esta enfermedad aumenta a medida que una persona envejece y la mayoría de los tipos de demencia es irreversible (degenerativa).

No obstante, algunas causas de demencia se pueden detener o revertir si se detectan a tiempo, incluyendo:

  • Lesión cerebral.
  • Tumores del cerebro.
  • Abuso de alcohol por mucho tiempo (crónico).
  • Cambio de los niveles de azúcar, calcio y sodio en la sangre (demencia de origen metabólico).
  • Niveles bajos de vitamina B12.
  • Hidrocefalia normotensiva.
  • Uso de ciertos medicamentos, incluyendo la cimetidina y algunos medicamentos para disminuir el colesterol.
  • Algunas infecciones del cerebro.

Asimismo, otras afecciones que también pueden llevar a la demencia son:

  • Enfermedad de Huntington.
  • Lesión cerebral.
  • Esclerosis múltiple.
  • Infecciones como el VIH/sida, la sífilis y la enfermedad de Lyme.
  • Mal de Parkinson.
  • Enfermedad de Pick.
  • Parálisis supranuclear progresiva.
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Así las cosas, para prevenir la demencia, el portal ViveUSA reveló un estudio de la revista científica Nutritional Neuroscience que indica que una dieta rica en fibra reduce el riesgo de demencia.

Según el portal, el autor del estudio Kazumasa Yamagishi dijo: “Actualmente, se desconocen los mecanismos, pero podrían involucrar las interacciones que tienen lugar entre el intestino y el cerebro. Una posibilidad es que la fibra soluble regule la composición de las bacterias intestinales”.

Asimismo, añadió: “Esta composición puede afectar la neuroinflamación, que desempeña un papel en la aparición de la demencia. También es posible que la fibra dietética reduzca otros factores de riesgo de la demencia, como el peso corporal, la presión en la sangre, lípidos y niveles de glucosa”.

Hay que señalar que existen dos tipos diferentes de fibra: soluble e insoluble y ambas son importantes para la salud, la digestión y la prevención de enfermedades. La fibra soluble se disuelve en agua para formar un material gelatinoso, mientras que la fibra insoluble le aporta volumen a las heces y parece ayudar a que los alimentos pasen más rápidamente a través del estómago y los intestinos.

Además, de acuerdo con Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, el Institute of Medicine (Instituto de Medicina), que proporciona asesoramiento científico en temas relacionados con la medicina y la salud, hizo las siguientes recomendaciones de consumo diario de fibras para los adultos:

  • 50 años de edad o menos

Hombres: 38 gramos

Mujeres: 25 gramos

  • Mayores de 51 años

Hombres: 30 gramos

Mujeres: 21 gramos

Dicho lo anterior, la biblioteca reveló los alimentos ricos en fibra:

Verduras, legumbres y nueces

  • Lechuga, acelga, zanahorias crudas y espinaca.
  • Verduras tiernas cocidas, como espárragos, remolachas, champiñones, rábano blanco y calabaza.
  • Papas y batatas al horno con cáscara.
  • Brócoli, alcachofas, calabazas y judías verdes.
  • Legumbres, tales como lentejas, frijoles negros, arvejas secas, fríjol colorado, habas y garbanzos.
  • Nueces y semillas, como semillas de girasol, almendras, pistachos y nueces.

Frutas

  • Manzanas y plátanos (bananos).
  • Melocotones y peras.
  • Mandarinas, ciruelas y bayas.
  • Higos y otras frutas deshidratadas.
  • Kiwis.

Granos

  • Cereales calientes, como avena y Farina.
  • Pan de grano integral.
  • Arroz integral.
  • Quínoa.
  • Palomitas de maíz.
  • Cereales ricos en fibra, como salvado, trigo triturado y trigo inflado.
  • Pastas de trigo integral.
  • Panecillos de salvado.
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De todos modos, la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica y por ello lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona.