El té verde es rico en compuestos fenólicos, catequinas, flavonoides y cafeína. Foto: Getty images.
El té verde es rico en compuestos fenólicos, catequinas, flavonoides y cafeína. Foto: Getty images. | Foto: Foto: Getty images.

Vida Moderna

La planta que regula el azúcar y la presión arterial: estos son sus beneficios

No se aconseja consumir excesivamente esta bebida; pero sí consultar con un nutricionista para incluirla en una dieta balanceada.

1 de octubre de 2022

El té verde es una bebida que se destaca por tener propiedades antioxidantes, antiinflamatorias, y antimicrobianas. Además de fenólicos, catequinas, y flavonoides, por lo que puede reducir los riesgos de desarrollar un cáncer y de tener resfriados, por ejemplo.

Entre la lista de beneficios que tiene su consumo se encuentran la regulación del azúcar en la sangre, evitando el desarrollo de una diabetes, que se conoce como la no producción de insulina del páncreas y/o la resistencia de las células a ella. Por ejemplo, la hiperglucemia son los altos niveles de glucosa en el torrente sanguíneo, una afección que se asocia a esta enfermedad (diabetes) que puede ser tan fatal que una persona se puede quedar ciega o perder alguna de sus extremidades.

“La diabetes es una causa importante de ceguera, insuficiencia renal, infarto de miocardio, accidente cerebrovascular y amputación de los miembros inferiores”, explica la Organización Mundial para la Salud, OMS.

Otros beneficios del té verde

El té al tener cafeína -la misma sustancia del café- ayuda en el rendimiento para realizar ejercicios y tener un desempeño apto para el mismo, trayendo beneficios sobre la salud de los músculos y los huesos.

Como se mencionó anteriormente, el té verde puede actuar como un energizante, por lo que no se recomienda consumirlo en horas de la noche, ya que la cafeína actúa sobre el sistema nervioso, y puede influir en el sueño, una actividad importante para que el cuerpo se recupere y el cerebro se renueve.

Venas / Arterias / Circulación
El sistema circulatorio es el encargado de trasporta sangre oxigenada a todo el cuerpo. Foto: Getty Images. | Foto: Getty Images/iStockphoto

La presión arterial

Es de mencionar que esta afección también se denomina hipertensión y los síntomas no los perciben aquellos que la presentan, por lo que puede ser aún más peligrosa por lo silenciosa que es.

La OMS precisa que por lo menos 1.280 millones de personas adultas entre los 30 y 79 años son los más propensos a desarrollarla. “Apenas uno de cada cinco adultos hipertensos (el 21 %) tiene controlado el problema”, puntualiza la entidad.

La organización internacional afirma que para prevenir una hipertensión se debe evitar consumir cigarrillo; reducir la cantidad de sal que se ingiere, ya sea en las comidas a preparar o las que se compran en enlatados, por ejemplo; y evitar el consumo de grasas no saludables, entre otros.

La hipertensión arterial puede incrementar el riesgo de padecer de un infarto.
La hipertensión arterial puede incrementar el riesgo de padecer de un infarto. | Foto: Getty Images/iStockphoto

Sin embargo, Tua Saúde, asegura que así como trabaja sobre el sistema nervioso gracias a la cafeína puede ayudar a mejorar el estado de ánimo, participando, quizá, en el tratamiento de trastornos como la depresión y la ansiedad -que en algunos casos son diagnosticados-, que afectan de manera negativa la calidad de vida de una persona.

El portal citado explica que al tener efectos diuréticos contrarresta la retención de líquidos.

¿Cómo reducir el consumo de cafeína?

Tal y como lo señala la Clínica Mayo, reducir el consumo de cafeína puede traer beneficios a la salud, sin embargo, una disminución de inmediato puede “producir síntomas de abstinencia”, así mismo, irritabilidad, fatiga o desconcentración. Entre los consejos que describe se encuentran:

  • Consumir bebidas descafeinadas: como bien se sabe, los productos que son conocidos por contener cafeína son el café, el té y el cacao, sin embargo, optar por bebidas que los sustituyan son alternativas que pueden mejorar la salud.
  • Asimismo, reducir el consumo de productos con cafeína progresivamente puede contribuir en regular este hábito. Por ejemplo, si se consume café en las noches, se puede disminuir una o dos tazas, para que el organismo se desacostumbre de dicha sustancia.