Lo que se debe saber para prevenir deformidades de rodilla en niños y adolescentes

Algunos de los síntomas más comunes en los menores de edad cuando se encuentran en pleno desarrollo es la aparición de alguna deformidad en las rodillas. Este, según los estudios médicos, puede causarse debido a que los menores empiezan a caminar a los dos años y es cuando estos huesos tienen forma de paréntesis o arco. Un año después, las piernas se acostumbran al movimiento y toman forma de X y usualmente hasta los siete años las piernas adoptan su posición normal.

Es por esto que a partir de los ocho años la posición en varo o en valgo (en paréntesis o en X) es anormal y pueden ser casos leves o graves. Por suerte, un pequeño grupo de estas alteraciones se deben a enfermedades comunes del crecimiento.

Las complicaciones que pueden causar las deformidades

Las piernas en paréntesis o en X alteran alteran el eje mecánico de la rodilla, es decir, sobrecargan la parte interna o la externa de la misma. Lo que puede generar dolores, lesiones meniscales o artrosis en la adultez.

Dichas deformidades, llamada por los médicos como deformidades posturales, son además una exageración en la postura pero en la mayoría de los casos al hacer un análisis radiológico se detecta que esto no es causal de ningún tipo de enfermedad metabólica. Lo cual podría significar que un niño puede tener esta deformidad en las rodillas pero ser sano.

Por otro lado, están las deformidades patológicas en las que los niños que tienen las rodillas deformadas y se produce una alteración del crecimiento de las mismas o de otras articulaciones del cuerpo. Estas sí son alteraciones debidas a trastornos congénitos o genéticos.

Tratamientos

Según el portal de salud español Top Doctors, los únicos tratamientos fiables son los quirúrgicos, que reciben el nombre genérico de hemiepifisiodesis, y que permiten el bloqueo temporal o permanente de uno de los lados de la rodilla.

Asimismo desde el año 2007 se dispone de un avance para estos tratamientos, conocido como control guiado de crecimiento. Este tratamiento en específico utiliza unas placas de tensión especiales con dos tornillos que se colocan por medio de una pequeña incisión en la rodilla del niño, sin lesionar el cartílago de crecimiento.

El niño permanece intervenido un día, al siguiente empieza a caminar, y hacia los 15 días puede llevar una vida normal. Cada cuatro meses se controla la mejora de la postura de las rodillas en la consulta.

“Cuando estamos seguros de que la corrección es completa, mediante una pequeña incisión en la misma herida, se retiran las placas y el crecimiento continúa inalterado. Una ventaja de este tipo de tratamientos es que permite tratar a niños pequeños y a niños con enfermedades del cartílago de crecimiento”, señala el portal médico español.