La Novena de Aguinaldos se reza a partir del 16 de diciembre hasta el 24 de diciembre
La novena de aguinaldos es una tradición infaltable para las familias católicas colombianas. | Foto: Getty Images / Fabrizio Villa / Colaborador

Vida moderna

Novena de Navidad 2022, Día 2: Oraciones, gozos y villancicos para este 17 de diciembre

Hoy sábado 17 de diciembre de 2022, las familias colombianas se vuelven a reunir para rezar la tradicional Novena de Navidad, o Novena de Aguinaldos.

17 de diciembre de 2022

Desde este 16 de diciembre, las familias de la fe católica y todas aquellas que celebran el nacimiento de Jesús con el tradicional rezo, se reúnen cada día alrededor del pesebre por los próximos 9 días para recordar el camino que María y José hicieron previo al nacimiento del Niño Dios.

Así entonces, la novena de aguinaldos es una tradición infaltable para las familias católicas colombianas, puesto que es un tiempo de reflexión y un recordatorio, junto con la Semana Santa, de los sacrificios, promesas, regalos, y demás situaciones que ha expresado Dios para con ellos.

En total, son nueve días en los que los colombianos rezarán, cantarán y festejarán, antes de la llegada del niño Dios, que nacerá a las 12:00 horas del 25 de diciembre, cuando se celebra la Navidad.

Día 4 de la novena de aguinaldos 2021: oraciones y cantos para el 19 de diciembre.
Las familias colombianas se reúnen cada día alrededor del pesebre por los próximos 9 días previo al nacimiento del Niño Dios. | Foto: Getty Images

Oración para todos los días

Benignísimo Dios de infinita caridad, que tanto amasteis a los hombres, que les disteis en vuestro hijo la prenda de vuestro amor, para que hecho hombre en las entrañas de una Virgen naciese en un pesebre para nuestra salud y remedio; yo, en nombre de todos los mortales, os doy infinitas gracias por tan soberano beneficio.

En retorno de él os ofrezco la pobreza, humildad y demás virtudes de vuestro hijo humanado, suplicándoos por sus divinos méritos, por las incomodidades en que nació y por las tiernas lágrimas que derramó en el pesebre, que dispongáis nuestros corazones con humildad profunda, con amor encendido, con tal desprecio de todo lo terreno, para que Jesús recién nacido tenga en ellos su cuna y more eternamente. Amén.

* (Se reza tres veces Gloria al Padre).

Día 2

El verbo eterno se halla a punto de tomar su naturaleza creada en la santa casa de Nazaret, en donde moraban María y José. Cuando la sombra del decreto divino vino a deslizarse sobre ella, María estaba sola y engolfada en la oración. Pasaba las silenciosas horas de la noche en la unión más estrecha con Dios; y mientras oraba, el Verbo tomó posesión de su morada creada.

Sin embargo, no llegó inopinadamente: antes de presentarse envió a un mensajero, que fue Arcángel San Gabriel para pedir a María de parte de Dios su consentimiento para la encarnación. El creador no quiso efectuar ese gran misterio sin la aquiescencia de su criatura.

Aquel momento fue muy solemne: era potestativo en María rehusar... Con qué adorables delicias, con qué inefable complacencia aguardaría la Santísima Trinidad a que María abriese los labios y pronunciase el “sí” que debió ser suave melodía para sus oídos, y con el cual se conformaba su profunda humildad a la omnipotente voluntad divina.

La Virgen Inmaculada ha dado su asentimiento. El arcángel ha desaparecido. Dios se ha revestido de una naturaleza creada; la voluntad eterna está cumplida y la creación completa. En las regiones del mundo angélico estalla el júbilo inmenso, pero la Virgen María ni le oía ni le hubiese prestado atención a él. Tenía inclinada la cabeza y su alma estaba sumida en el silencio que se asemejaba al de Dios.

El Verbo se había hecho carne, y aunque todavía invisible para el mundo, habitaba ya entre los hombres que su inmenso amor había venido a rescatar. No era ya sólo el Verbo eterno; era el Niño Jesús revestido de la apariencia humana, y justificando ya el elogio que de Él han hecho todas las generaciones en llamarle el más hermoso de los hijos de los hombres.

Oración a la Santísima Virgen María

Soberana María que por vuestras grandes virtudes y especialmente por vuestra humildad, merecisteis que todo un Dios os escogiese por madre suya, os suplico que vos misma preparéis y dispongáis mi alma y la de todos los que en este tiempo hiciesen esta novena, para el nacimiento espiritual de vuestro adorado hijo.

¡Oh dulcísima madre!, comunicadme algo del profundo recogimiento y divina ternura con que lo aguardasteis vos, para que nos hagáis menos indignos de verle, amarle y adorarle por toda la eternidad. Amén.

* (Se reza cinco veces el Avemaría).

Oración a José

¡Oh santísimo José, esposo de María y padre adoptivo de Jesús! Infinitas gracias doy a Dios porque os escogió para tan soberanos misterios y os adornó con todos los dones proporcionados a tan excelente grandeza. Os ruego, por el amor que tuvisteis al Divino Niño, me abracéis en fervoroso deseos de verle y recibirle sacramentalmente, mientras en su divina esencia le veo y le gozo en el cielo. Amén.

* (Se reza un Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria).

Oración al Niño Jesús

Acordaos, ¡oh dulcísimo Niño Jesús!, que dijisteis a la venerable Margarita del santísimo Sacramento, y en persona suya a todos vuestros devotos, estas palabras tan consoladoras para nuestra pobre humanidad agobiada y doliente: “Todo lo que quieras pedir, pídelo por los méritos de mi infancia y nada te será negado”.

Llenos de confianza en vos, ¡oh Jesús!, que sois la misma verdad, venimos a exponeros toda nuestra miseria. Ayúdanos a llevar una vida santa, para conseguir una eternidad bienaventurada. Concédenos por los méritos infinitos de vuestra infancia, la gracia de la cual necesitamos tanto.

Nos entregamos a vos, ¡oh Niño omnipotente!, seguros de que no que dará frustrada nuestra esperanza, y de que en virtud de vuestra divina promesa, acogeréis y despacharéis favorablemente nuestra súplica. Amén.

* (Se reza tres veces Gloria al Padre).

Gozos

Esta sección de la novena de aguinaldos suele ser la más querida por los pequeños de la casa, puesto es el momento de sacar las maracas, las panderetas y comenzar a cantar en medio de cada frase. Además de augurar la llegada del compartir, ya que como es tradición, al terminar la novena el anfitrión ofrece un bocadillo para los asistentes.

  • Dulce Jesús mío, mi niño adorado ¡Ven a nuestras almas! ¡Ven no tardes tanto!
  • ¡Oh, Sapiencia suma del Dios soberano, que a infantil alcance te rebajas sacro! ¡Oh, Divino Niño, ven para enseñarnos la prudencia que hace verdaderos sabios! Ven a nuestras...
  • ¡Oh, Adonai potente que Moisés hablando, de Israel al pueblo diste los mandatos! ¡Ah, ven prontamente para rescatarnos, y que un niño débil muestre fuerte el brazo! Ven a nuestras...
  • ¡Oh, raíz sagrada de José que en lo alto presenta al orbe tu fragante nardo! Dulcísimo Niño que has sido llamado Lirio de los valles, Bella flor del campo. Ven a nuestras...
  • ¡Llave de David que abre al desterrado las cerradas puertas de regio palacio! ¡Sácanos. Oh Niño con tu blanca mano, de la cárcel triste que labró el pecado! Ven a nuestras...
  • ¡Oh, lumbre de Oriente, sol de eternos rayos, que entre las tinieblas tu esplendor veamos! Niño tan precioso, dicha del cristiano, luzca la sonrisa de tus dulces labios. Ven a nuestras...
  • ¡Espejo sin mancha, santo de los santos, sin igual imagen del Dios soberano! ¡Borra nuestras culpas, salva al desterrado y en forma de niño, da al mísero amparo! Ven a nuestras...
  • ¡Rey de las naciones, Emmanuel preclaro, De Israel anhelo Pastor del rebaño! ¡Niño que apacientas con suave cayado ya la oveja arisca, ya el cordero manso! Ven a nuestras...
  • ¡Ábranse los cielos y llueva de lo alto bienhechor rocío como riego santo! ¡Ven hermoso Niño, ven Dios humanado! ¡Luce, Dios estrella! ¡Brota, flor del campo! Ven a nuestras...
  • ¡Ven, que ya María previene sus brazos, do su niño vean, en tiempo cercanos! ¡Ven, que ya José, con anhelo sacro, se dispone a hacerse de tu amor sagrario! Ven a nuestras...
  • ¡Del débil auxilio, del doliente amparo, consuelo del triste, luz del desterrado! ¡Vida de mi vida, mi dueño adorado, mi constante amigo, mi divino hermano! Ven a nuestras...
  • ¡Ven ante mis ojos, de ti enamorados! ¡Bese ya tus plantas! ¡Bese ya tus manos! ¡Prosternado en tierra, te tiendo los brazos, y aún más que mis frases, te dice mi llanto! Ven a nuestras...
  • ¡Ven Salvador nuestro por quien suspiramos Ven a nuestras almas, Ven, no tardes tanto!

Villancicos

Campana de Belén

Campana sobre campana y sobre campana una.

Asómate a la ventana veras a un niño en la cuna.

Belén Campanas de Belén que los Ángeles tocan que nuevas me traéis.

Recogido tu rebaño a donde vas pastorcillo?

Voy a llevar el portalr equesón, manteca y vino.

Campana sobre campana y sobre campana dos asómate a la ventana porque esta naciendo Dios.

Caminando a media noche¿donde caminas pastor?

Le llevo al niño que nace como a Dios mi corazón.

Campana sobre campana y sobre campana tresen una cruz a esta horad el niño va a padecer.

Los peces en el río

Pero mira como beben los peces en el río

Pero mira como beben por ver al Dios nacido

Beben y beben y vuelven a beber

Los peces en el río por ver a Dios nacer.

La Virgen está lavando y tendiendo en el romero los pajaritos cantando y el romero floreciendo.

Pero mira como beben los peces en el río

Pero mira como beben por ver al Dios nacido

Beben y beben y vuelven a beber

Los peces en el río por ver a Dios Nacer.

La Virgen se está peinando entre cortina y cortina, los cabellos son de oro y el peine de plata fina.

Pero mira como beben los peces en el río

Pero mira como beben por ver al Dios nacido

Beben y Beben y vuelven a Beber

Los peces en el río por ver a Dios nacido.