Estudios revelan que dormir bien tiene relación con la conservación de la buena memoria y los recuerdos
Estudios revelan que dormir bien tiene relación con la conservación de la buena memoria y los recuerdos. | Foto: Getty Images

Salud

Presión arterial alta: ¿la falta de sueño puede producirla?

Dormir tiene efectos positivos para el bienestar integral del organismo.

15 de diciembre de 2021

La presión arterial corresponde a la medición de la fuerza ejercida contra las paredes de las arterias al tiempo que el corazón bombea la sangre a todo el cuerpo. Según explica Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la investigación y la educación, la lectura de la presión arterial depende de dos valores: valor superior (presión sistólica), en la que se mide la presión en las arterias cuando el corazón late, y valor inferior (presión diastólica).

En algunas personas ambos factores pueden registrar cifras altas. Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, explica los rangos de la presión arterial:

  • Una presión arterial normal es cuando la presión arterial es menor a 120/80 mm Hg, la mayoría de las veces.
  • Una presión arterial alta (hipertensión) es cuando uno o ambos números de la presión arterial son mayores de 130/80 mm Hg, la mayoría de las veces.
  • Si el valor del número superior de su presión arterial es entre 120 y 130 mm Hg y el valor del número inferior es menor a 80 mm Hg, se denomina presión arterial elevada.

En la mayoría de los casos, los pacientes con hipertensión no presentan síntomas, por lo que muchas personas desconocen que tienen esta enfermedad. Debido a esto es importante realizar chequeos médicos periódicamente y evitar riesgos en el estado de salud. “Cuando su presión arterial se mantiene mucho tiempo alta, hace que el corazón bombee con más fuerza y trabaje demasiado, lo que puede ocasionar serios problemas de salud, como ataque cardíaco, accidente cerebrovascular, insuficiencia cardíaca e insuficiencia renal”, detalla la Biblioteca.

Existen dos tipos de presión arterial alta. En la hipertensión primaria, no hay una causa clara sobre por qué se desarrolla. La hipertensión secundaria se debe a la presión arterial alta causada por otra enfermedad. Algunos medicamentos (anticonceptivos, analgésicos y antigripales) y afecciones pueden producir hipertensión como la enfermedad renal, tumores de la glándula suprarrenal, problemas de tiroides, defectos congénitos en los vasos sanguíneos y drogas como cocaína y anfetaminas.

De acuerdo con Mayo Clinic, la falta de sueño puede suscitar hipertensión. Las personas (adultos y niños) que no duermen seis o menos horas pueden tener incrementos más intensos de la presión arterial. En el caso de los pacientes que ya están diagnosticados con esta condición, no dormir las horas recomendadas (7-8) empeora el estado de salud.

La relación entre el sueño y la presión arterial consiste en que “se cree que el sueño ayuda a tu cuerpo a controlar las hormonas necesarias para regular al estrés y el metabolismo. Con el tiempo, la falta de sueño puede provocar cambios hormonales, generar presión arterial alta y otros factores de riesgo de enfermedad cardíaca”, explica la entidad sin ánimo de lucro.

Una de las causas de la hipertensión que puede ser tratada es la apnea obstructiva del sueño. Esta afección consiste en que la respiración se detiene mientras se está dormido y sucede debido a que las vías respiratorias se estrechan o están bloqueadas en cierta medida.

  • Tener una alimentación que sea saludable para el corazón. Incluir alimentos naturalmente bajos en grasa, como granos integrales, frutas y verduras.
  • Mantener el cuerpo hidratado. Tomar abundante agua.
  • Realizar actividad física diaria. El ejercicio ayuda al desarrollo de muchas enfermedades, incluyendo la hipertensión.
  • No fumar.
  • Evitar el consumo de alcohol o reducirlo.
  • Moderar el consumo de sal y sodio. Se recomienda consumir menos de 1,500 mg por día.
  • Mantenerse relajado. Evitar el estrés y los factores que puedan causarlo.
  • Tener un peso saludable.