¿Qué tipo de memoria se pierde primero al sufrir Alzheimer?

La enfermedad de Alzheimer es la forma más común de demencia entre las personas mayores, de acuerdo con Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos.

De hecho, el Instituto Nacional sobre el Envejecimiento, que hace parte de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos, explicó que la enfermedad de Alzheimer es un trastorno cerebral que destruye lentamente la memoria y la capacidad de pensar y, con el tiempo, la habilidad de llevar a cabo las tareas más sencillas.

Además, según Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, los signos tempranos de la enfermedad incluyen el olvido de eventos o conversaciones recientes.

A medida que la enfermedad progresa, una persona con enfermedad de Alzheimer presentará un grave deterioro de la memoria y perderá la capacidad para llevar a cabo las tareas cotidianas.

Las personas con enfermedad de Alzheimer pueden exhibir conductas como repetir afirmaciones y preguntas una y otra vez, colocar sistemáticamente objetos personales en el lugar equivocado, perderse en sitios que ya conocen, olvidarse de los nombres de familiares y objetos de uso cotidiano, entre otras muchas más.

Cuando una persona padece de Alzheimer empieza a perder por etapas algunos niveles de memoria. El portal Parkinson y Salud señala que los primeros que se pierden son la memoria emocional, que es la que “se registra en lugares distintos del cerebro. Digamos que el ‘pegamento’ que fija los recuerdos a la mente es distinto en el caso de los recuerdos emocionales”, explica la plataforma.

Y, la segunda memoria que se pierde es la sensorial, que se caracteriza “por ser muy breve (apenas tres segundos) y que referencia a una experiencia personal. Es decir, es la memoria que se activa para recordar aquello que acabamos de ver o escuchar. Es difícil de distinguir de la propia experimentación de la sensación”.

Alimentos que previenen el alzheimer

Los profesionales de la salud mencionan que la mejor forma de prevenir todo tipo de enfermedades es llevando una alimentación sana y equilibrada que contenga alimentos de todos los grupos, este buen hábito debe estar acompañado de la práctica frecuente de actividad física o deporte y de dormir el número de horas adecuadas para la edad durante la noche.

Es por esto, que el portal de salud, belleza y cuidado personal Hogar Salud brinda la lista de algunos alimentos que pueden reducir el riesgo de que se desencadenen enfermedades como el Alzheimer; además de cuidarse en la alimentación, es importante realizar actividades que no solo ejerciten el cuerpo sino también la mente como: leer, completar crucigramas o llenar sudokus.

• Frutas y verduras: este tipo de alimentos deben estar presentes en el plan de alimentación de todas las personas. Los más recomendados por el medio para prevenir enfermedades cognitivas son el brócoli, la col, las espinacas, la remolacha, las berenjenas y el pimentón. Entre las frutas más aconsejables para potenciar la salud del cerebro se encuentran: las ciruelas, las moras, las uvas, las fresas, las cerezas y los arándonos.
• Pescados azules: estos al contener ácidos grasos omega-3 se convierten en una excelente fuente de grasas saludables para el organismo. Los que más se destacan son el atún, la caballa, el salmón, el boquerón, entre otros.
• Aceite de oliva extra virgen: este es el producto que se debe usar frecuentemente para cocinar; además, debe sustituir los aceites que se usan de manera frecuente. Gracias al consumo de este producto, los niveles de colesterol bueno (HDL) aumentan, protegiendo las neuronas y eliminando el colesterol malo (LDL).

• Especias: “la cúrcuma, presente en el curry, se convierte en el componente idóneo para prevenir la formación de las placas del Alzheimer en el cerebro”.
• Café: al igual que los cítricos y el té verde, el café es uno de los alimentos que más contiene antioxidantes; por ende, estimula la actividad neuronal, y previene la muerte cerebral y la pérdida de memoria; siempre y cuando se consuma con moderación y se acompañe de un plan de alimentación sano y equilibrado y de la práctica frecuente de actividad física.