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El truco para escoger un melón en buen estado y dulce
Comprobar la firmeza de la fruta, pues algunos han sufrido daños en el transporte o estar pasado.
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Las frutas son alimentos que no deben faltar en una dieta saludable, ya que aportan vitaminas, fibras, minerales y otros nutrientes clave para preservar la salud del organismo y prevenir el desarrollo de enfermedades no transmisibles como la diabetes, hipertensión y diversos tipos de cáncer.
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Muchos de estos alimentos son ricos en agua y fibra y son bajos en calorías por lo que su ingesta resulta muy saludable, según el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos. Lo recomendable es consumirlas frescas y cuando sea viable con la cáscara, que también ofrece beneficios para la salud.
Una de las muchas opciones que los consumidores tienen para escoger es el melón. Esta fruta se caracteriza por sus virtudes diuréticas y antioxidantes, las cuales ayudan a mejorar la retención de líquidos y a prevenir el envejecimiento prematuro de la piel.
Esta fruta contiene una gama de nutrientes como vitamina C, vitamina A, calcio, fósforo, potasio y magnesio, entre otros minerales. Además, es rico en licopeno y betacaroteno. También, es la fruta que más cantidad de agua contiene con 93 %, por lo que su valor calórico es muy bajo, un melón de 100 gramos tiene apenas 20 calorías.
Hasta sus semillas son buenas para la salud, pues tiene un alto contenido de ácido linoleico, un ácido graso esencial poliinsaturado que se encuentra en los aceites vegetales, el cual se asocia con diferentes beneficios en el cuerpo, pero no es la única.
También se considera fuente de vitamina A, B6, B12, D y E, además de tiamina, niacina, riboflavina, calcio, potasio, hierro, magnesio, sodio, fósforo, entre otros minerales. Asimismo, se le atribuyen un importante contenido de proteína: 21 gramos por cada 100 gramos de semillas.
Cabe mencionar que existen varios tipos del melón, como el amarillo y el blanco, el chino y el japonés, el galia, el cantalupo y el más conocido en España, el de piel de sapo. Por tal razón, cada uno de ellos contiene una textura y color diferentes. Sin embargo, hay que saber escoger esta fruta para que no salga dañada y esté dulce.
¿Cómo escoger un buen melón?
En primer lugar, hay que comprobar la firmeza de la fruta, pues algunos han sufrido daños en el transporte o estar pasado. También, debe medir su peso a veces coge vuelo y se encuentra extrañamente bajo, el cual no sirve para su consumo.
Además, su aspecto exterior es muy importante, pues los que se encuentran en la parte de arriba suelen ser los más deteriorados y, por tanto, no están en las mejores condiciones. En caso de que vaya a elegir un piel de sapo, asegúrese de mirar que esté bien amarillo, de esta forma sabrá que el melón viene dulce.
Otra manera que recomiendan, es oler la zona del pedúnculo y comprarlo si huele a fresco. En ese orden de ideas, un buen melón se debe escoger por su firmeza, su peso, su aspecto exterior, su color, su olor y apretar los extremos, pues son los puntos claves.
Este último aspecto debe mirarlo correctamente, según afirma la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), “Si está en su punto, la base cederá ligeramente y el otro extremo (el pedúnculo) se abombará un poco”.
De todos modos, antes de consumir algún alimento, lo primero que hay que hacer, es consultar al médico tratante o a un nutricionista, para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona, ya que las anteriores recomendaciones de ninguna manera sustituye la asesoría médica.