La Grey Bull Rescue Foundation es una organización privada estadounidense especializada en operaciones de rescate y evacuación en zonas de alto riesgo, y fue la entidad detrás de la arriesgada salida de la líder opositora venezolana María Corina Machado de Venezuela rumbo a Noruega para reunirse con su familia y recibir el Premio Nobel de la Paz 2025.
La fundación, con sede en Tampa, Florida, trabaja en lo que define como el Grey Space —o espacio gris—, que son los entornos donde los gobiernos no pueden o no llegan a asistir de forma efectiva. Su misión es rescatar y evacuar personas atrapadas en conflictos, desastres o situaciones extremas “cuando nadie más puede hacerlo”.
Su fundador y director es Bryan Stern, un veterano de las fuerzas especiales de Estados Unidos con décadas de experiencia en operaciones complejas de emergencia, contrainteligencia y rescates en zonas de conflicto. Stern ha liderado misiones de evacuación que, según los medios, incluyen desde rescates en Afganistán tras la caída de Kabul hasta la liberación de ciudadanos en Rusia y Ucrania.
Aunque la Fundación se presenta como apolítica y orientada únicamente a salvar vidas, su perfil ha trascendido al ejecutarse la operación que permitió a Machado, quien pasó casi un año en la clandestinidad y enfrentaba un riesgo real de persecución en Venezuela, escapar por mar durante la noche en condiciones extremadamente adversas.
El rescate, denominado Golden Dynamite (Dinamita Dorada), duró entre 15 y 16 horas, entre tramos terrestres y marítimos bajo oleaje fuerte y oscuridad total, para dificultar la detección por radares o fuerzas hostiles. Machado abordó un bote en aguas caribeñas donde el equipo de Grey Bull ya la esperaba, y luego fue trasladada a un punto de encuentro en el que tomó un vuelo a Oslo.
Según Stern, la operación no fue un simple traslado, sino un rescate planificado en circunstancias extremas. “Nadie tuvo la presión arterial baja en ninguna fase de esta operación, ni siquiera la mía”, relató, subrayando la tensión constante que vivieron todos los involucrados.
De igual forma, las condiciones del mar durante el trayecto, en plena noche, con oleaje y nubosidad, complicaron cada etapa de la operación. “Fue peligroso. Daba miedo”, afirmó. Señaló que aunque las condiciones eran “ideales para nosotros” desde el punto de vista táctico, porque las olas altas reducen la detección por radar, esas no eran aguas “en las que uno quisiera estar”.
La extracción también fue descrita como una de las más complejas y significativas realizadas por Grey Bull. Stern afirmó que “es la primera ganadora del Premio Nobel que hemos rescatado”, explicando que nunca antes habían evacuado a alguien con “estatus” y “estatura” tan alta, sobre quien además “tenía un objetivo muy grande en la espalda”.
De acuerdo con la organización, la operación fue financiada por donantes privados, sin aportes oficiales del Gobierno de Estados Unidos, aunque hubo coordinación no oficial de posiciones con fuerzas estadounidenses para evitar incidentes en el mar.
La Grey Bull Rescue Foundation opera con veteranos de fuerzas especiales, expertos en logística y personal con experiencia en contextos de alto riesgo, y afirma haber completado cientos de rescates antes de este caso de alto perfil. Su misión, tal como la describe en su sitio web, se basa en valores como patriotismo, integridad y acción rápida para salvar vidas de estadounidenses y aliados atrapados donde el resto de mecanismos de ayuda no llegan.