El ingrediente casero que se puede poner en los closets para perfumarlos

Son muchas las personas que buscan opciones naturales para darle a los espacios un buen aroma y un ambiente relajante. De hecho, uno de los espacios más comunes y que se ven afectados por los malos olores son los armarios, o también conocidos como closets, aromas que pueden llegar a impregnarse en la ropa, siendo poco llamativo para los demás.

Por lo anterior, es importante mantener este mueble en perfectas condiciones y con una fragancia agradable, libre de humedad y malos olores. Por fortuna, existen formas de limpieza gracias a algunos ingredientes naturales y caseros que brindan un ambiente diferente al espacio para que no terminen desarrollando ese característico olor a cerrado.

Inicialmente, para mantener este lugar en buenas condiciones se debería realizar un proceso de orden, pero sin dejar de lado su limpieza. Es importante con cierta frecuencia sacar un tiempo para asear los armarios y esto no solo hará que se vea mejor, sino que también se perciba con mejor energía.

Expertos recomiendan que estos espacios, lo ideal es que sean limpiados al menos una vez al mes como mínimo, pues la buena sensación y aroma no dura meses, pero la ropa sí se impregna fácilmente del buen olor de un cajón limpio y fresco.

¿Cómo perfumar el closet?

Una primera opción de aromatizante es el jabón de Marsella, conocido por sus usos en la limpieza del hogar. Este producto es usado con la función de mejorar la fragancia de cualquier tejido o superficie. Debe ser dejado en los cajones del armario donde está la ropa para que no huela mal, aunque también puede ser usado para lavar este mueble con ayuda de agua caliente.

Sin embargo, no es la única alternativa. Una opción más son los aceites esenciales. En este caso se puede utilizar un pañuelo o una bolsita de organza con arroz o sal dentro y se rocían unas gotitas del aceite de predilección: lavanda, limón, romero, árbol de té, argán, canela, sándalo o rosa, entre otros. Se ubica este truco casero de manera repartida en los cajones que se quieran perfumar entre la ropa y adiós a los malos olores.