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Alfonso Flórez, Patrocinio Jiménez, Lucho Herrera, Fabio Parra y Santiago Botero. | Foto: Fotomontaje SEMANA

TOUR DE FRANCIA

El homenaje a los escarabajos que intentaron la hazaña de Egan

La apoteósica victoria de Egan Bernal es la culminación de una añoranza de casi 40 años del ciclismo nacional, desde cuando una escuadra de aficionados emprendió la riesgosa aventura en las rutas galas.

28 de julio de 2019

El sueño de arañar la gloria en el Tour inició para los escarabajos colombianos hace 36 años con la llegada a los caminos franceses del equipo Pilas Varta, algo que todos los cronistas de la época tildan de verdadera locura: los nuestros eran apenas aficionados al lado de otras 13 escuadras de profesionales, que además, los miraban con recelo.

“Solo el equipo amateur colombiano ha tenido el valor de aceptar el reto, aunque ningún profesional toma a la ligera a los suramericanos. El equipo está encabezado por Alfonso Flórez, ganador del Tour del Porvenir de 1980 y está entrenado por el español  Luis Ocaña, ganador del Tour en 1971 y 1973. Los colombianos tienen reputación de ser unos magníficos escaladores”, registraron entonces las páginas de la publicación ibérica El Mundo Deportivo.

Detrás de aquella invitación estaba el entonces presidente de la Federación Colombiana de Ciclismo, Miguel Ángel Bermúdez, quien no solo convenció al Tour de incluir en esa edición a equipos aficionados, sino convenció a los directivos de Varta en Colombia —entonces la firma Colbateco— de apostarle a esta arriesgada empresa.

El referente histórico era Martín ‘Cochise’ Martínez, que ganó la Vuelta a Colombia en 1962, 1963,1966 y 1967, además de coronarse campeón mundial en la modalidad de 4.000 metros persecución individual en Varese (Italia), en su cuarto intento. Fue el primer colombiano que pasó al profesionalismo al hacer parte, como gregario, del equipo de marca italiano Bianchi-Campagnolo, liderado por Felice Gimondi, estrella del ciclismo de la época.

A lo largo de los 3.750 kilómetros que recorrió el Tour de 1983, a la que no pudo acudir la leyenda francesa Bernard Hinault a causa de una rodilla lesionada, había otros pedalistas como el australiano Phil Anderson, el irlandés Sean Kelly, el belga Lucien van Impe o los holandeses Johan van Der Velde y Peter Winner que habían logrado posiciones destacadas en la competición del año anterior y eran quienes generaban más expectativas.

Sin embargo, lo más alto del podio fue para el joven francés Laurent Fignon, polémico por sus declaraciones y codazos, quien también se llevó el trofeo al mejor joven del recorrido, una hazaña que se reedita solo hasta este 2019 con la victoria del colombiano Egan Bernal.

En aquel entonces, el Pilas Varta estaba compuesto por Patrocinio Jiménez, Alfonso Flórez, Cristóbal Pérez, Julio Rubiano, Samuel Cabrera, Édgar ‘Condorito’ Corredor, Rafael Tolosa, Abelardo Ríos y José Alfonso López no ganó ninguna etapa como era previsible. Sin embargo comenzó a cimentar la fama de escaladores en la prueba, con las victoria de Patrocinio en el mítico alto de Toumalet y el tercer lugar de Condorito Corredor en la etapa de Alpe d’Huez.

Desde ese entonces son varios los escarabajos —término inventado por el periodista deportivo Carlos Antonio Rueda— colombianos que han escrito emocionantes capítulos en la historia del Tour. Aquí, solo algunos de los más destacados:

Alfonso Flórez: el bumangués, ganador de dos Vueltas a Colombia (1979 y 1983), se coronó en 1981 como el campeón del Tour de l’Avenir (el Porvenir), la primera gran conquista de un colombiano en las pruebas por etapas, venciendo a la poderosa escuadra soviética liderada por el portentoso Seguéi Sujoruchenkov, Soukho —o Zuko—, y era una de las cartas colombianas para mostrar del primer equipo que compitió en el Tour de Francia. Murió asesinado por sicarios en Medellín, en 1992.

Patrocinio Jiménez: en su debut en el Tour de Francia en 1983, el nacido en Ramiriquí (Boyacá) vistió por 18 días la camiseta de puntos que identifica al líder de la montaña, terminando segundo en la clasificación de montaña. Fue campeón de la vuelta a Colombia en 1976, tercero en el Tour de l’Avenir de 1981. En 1984 pasó al profesionalismo con la escuadra española Teka y logró una destacada séptima posición en la Vuelta a España. En 1985 llegó al equipo Café de Colombia, donde destacó como capitán.

Lucho Herrera: el oriundo de Fusagasugá, por ello conocido como el jardinerito. En el Tour de Francia 1984 doblegó a sus rivales y se hizo con un dramático triunfo en el ascenso la temible cima del Alpe d’Huez y, con ello la primera conquista de un colombiano en la principal prueba por etapas del ciclismo mundial. En 1987 también entregó al país el recordado hito del campeonato en la Vuelta a España, la principal gran carrera conquistada por los escarabajos, que se sumó a su título como rey de la montaña en esa competición. También se hizo con las ediciones 1988 y 1991 de la Dauphiné Libéré, Se retiró del deporte competitivo en 1993.

Fabio Parra: el boyacense, de Sogamoso, tuvo su primer logro importante cuando se hizo con la Vuelta a Colombia en 1981. Fue el primero en lograr un podio en el Tour en 1988, la mejor de sus ocho actuaciones en la prueba, en la que en 1985 fue declarado el mejor joven, así como lo fue en ese mismo año en la Vuelta a España. Es inolvidable el duo que conformó desde 1985 con Lucho Herrera en el cuadro Café de Colombia. Pasó varias temporadas en el equipo español Kelme, a donde llegó como capo en 1988.

Santiago Botero: el paisa, de Medellín, obtuvo la victoria en tres etapas en el Tour de Francia en sus seis participaciones, igualando el récord impuesto por Lucho Herrera —y este año por Nairo Quintana—, y en 2000 obtuvo la camiseta como mejor en la montaña. El mismo palmarés lo obtuvo en la Vuelta a España. En 2002 se coronó como campeón mundial de contrarreloj en Zolder (Bélgica). La gran mayoría de su carrera la hizo en el equipo Kelme, del que luego pasó al T- Mobile y al Phonak. Pese a haber sido involucrado en un escándalo de dopaje en 2006, nunca fue sancionado oficialmente. Se bajó de la bicicleta como profesional en 2010.

Ellos sin embargo no son los únicos que han escrito páginas de gloria en el Tour de Francia. En 1991, Álvaro Mejía es reconocido como el mejor joven de la carrera. Dos años después, Oliverio Rincón ganó la decimoquinta etapa y Mejía se quedó con el cuarto puesto de la clasificación general.

En 1994, Nelson ‘Cacaíto‘ Rodríguez ganó la decimoséptima etapa del Tour y al año siguiente José ‘Chepe‘ González ganó la undécima etapa. Para 2001 el Gato, Félix Cárdenas, ganó la duodécima etapa. A los dos años, sin ganar alguna etapa, Víctor Hugo Peña pasó a ser el primer colombiano que ha portado “le maillot jaune”, la camiseta amarilla que se le asigna al líder de la clasificación general. La llevó entre la cuarta y la sexta etapa de aquel Tour.

Para 2007, Juan Mauricio Soler ganó la novena etapa, alcanzó el décimo puesto de la  clasificación general, el segundo puesto en la clasificación de los jóvenes y se quedó con el título de la montaña. Una nueva ilusión llegó con la generación de escarabajos con nombres como Nairo Quintana, Esteban Chaves o Darwin Atapuma, entre otros. Hoy el de Egan Bernal se inscribe con letras de oro como el primer colombiano que le entrega un Tour al país.