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| Foto: AFP

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Gabriel Jesús, el chico que pasó de pintar calles descalzo a ser estrella de la Copa América

El delantero de Brasil fue uno de los mejores jugadores del torneo con tres goles. Hace cinco años fue uno de los voluntarios que ayudó a acondicionar las calles de Sao Paulo para el Mundial.

7 de julio de 2019

Hace cinco años se disputaba el Mundial de Brasil 2014 y miles de personas ayudaron a acondicionar las ciudades para recibir a los turistas. Uno de los voluntarios fue Gabriel Jesús, un joven de 17 años que descalzo ayudó a pintar las calles del barrio Peri Jardim en su natal Sao Paulo.

El chico salido de una familia humilde se consagró este domingo como el mejor jugador de la Copa América y la estrella del campeón Brasil. Pese a ser expulsado, Jesús fue el más destacado de su equipo en la final con gol y asistencia. Además, terminó como el goleador del torneo.

Entre lágrimas, el 9 lamentó su expulsión en una imagen que le dio la vuelta al mundo.

La humildad del estelar delantero es una de sus cualidades más importantes y su celebración lo refleja. Cada vez que anota, el paulista hace la seña de un teléfono con su mano y según él mismo explica es un llamado a su mamá que ha sido la persona que siempre lo ha apoyado.

“Hay una respuesta rápida que es que amo a mi mamá y que siempre me está llamando”, explicó Gabriel Jesús sobre su icónico festejo.

El venir desde abajo es una gran motivación para el jugador que nunca olvida sus raíces pese a que está avaluado en 70 millones de euros.

“En Brasil tenemos una expresión y creo que es el único modo para describir lo que me pasó. Mi vida se transformó de agua a vino. Hace seis años, estaba jugando en el potrero tratando de sobrevivir, tratando de llegar a un club grande en Brasil. He jugado con muchos grandes jugadores que ahora manejan colectivos o trabajan en el supermercado o en la construcción. Y no es porque no hayan tenido talento. Es por la falta de oportunidad. Algunas personas necesitan trabajar para hacer algo de dinero. No pueden ponerse a perseguir sus sueños. Y si yo no hubiese tenido el apoyo de mi madre. Posiblemente estaría haciendo lo mismo que ellos ahora”, cuenta el jugador en una nota escrita por él mismo y publicada en ‘The Players Tribune‘.

El momento de inflexión en la carrera de Jesús fueron los Juegos Olímpicos de Rio en 2016. “Antes de aquel torneo, yo era solamente un fan de Neymar, como todos los demás”, recuerda el delantero que después de mostrar un gran rendimiento fue fichado por el Manchester City.

En 2017, Gabigol pasó del Palmeiras al Manchester City y empezó a marcar goles desde su llegada, a pesar del complicado cambio cultural.

“No voy a mentir, la primera vez que vine a Manchester, me sentía perdido en todo. Mi madre iba y venía entre Brasil e Inglaterra, y fue extremadamente duro estar lejos de ella. Porque ella es todo para mí. Fue madre y padre a la vez, mientras yo crecía. Así que ahora, cuando hago un gol, incluso cuando ella no está en el estadio, levanto el teléfono y le hablo”, explicó Jesús.

Este domingo la llamada fue a corta distancia porque en el estadio estuvo su mamá Vera Lúcia Diniz, que vio cómo su hijo se convirtió en la gran estrella de Brasil.