Comercio internacional
Así va el intercambio bilateral entre Colombia y Venezuela, según Germán Umaña, exministro de comercio: los efectos no son solo comerciales
De cero relación con el vecino país se pasó a exportaciones superiores a los 560 millones de dólares. El director de la Cámara Colombo Venezolana dice que, más allá de la recuperación económica, hay otros impactos valiosos.
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Luego del acuerdo binacional anunciado entre los gobiernos de Nicolás Maduro y Gustavo Petro, para crear una zona comercial entre las dos naciones, lo que generó fuertes controversias, el director de la Cámara Colombo Venezolana, Germán Umaña, salió a mostrar las cifras con los resultados logrados en el primer semestre del año.
Aunque una de las repercusiones más tangibles es la del comercio, Umaña, quien fue ministro de comercio durante la actual administración, dijo que había unas recuperaciones claves en ámbitos más sociales, que vale la pena resaltar.
En el ámbito comercial, en primer lugar, el directivo de la cámara binacional destaca el hecho de que se hayan incrementado las exportaciones de Colombia hacia la vecina nación, mientras que las importaciones se contrajeron. Es decir, les estamos vendiendo más de lo que requerimos comprarles, lo que es positivo para la balanza comercial.

El tema binacional colombo venezolano será abordado de nuevo en un encuentro gubernamental previsto para los días 2 y 3 de septiembre. Allí seguramente se volverá a tocar lo relacionado con la zona económica especial, que fue oficialmente bautizada como “Zona de paz, unión y desarrollo”.
Geográficamente, se establecerá en los estados de Táchira y Zulia, por el lado de Venezuela, y Norte de Santander, por el lado colombiano, aunque el área definitiva está por definirse, según informó la Presidencia.
Mientras tanto, Umaña enfatizó en que “pasamos de cifras casi nulas durante el cierre de la frontera a un intercambio que supera los US$560,7 millones este semestre. Este crecimiento refleja no solo la recuperación del comercio, sino también de la conectividad, la logística y las condiciones para que las empresas de ambos países prosperen de forma sostenible”.

Lo que se ha recuperado no puede cuantificarse
Según Umaña, no es solo la recuperación del comercio. Otros ítems inclusive son difíciles de cuantificar. Se refiere, por ejemplo, a la conectividad terrestre. “Eso significa mucho para los transportadores de los dos países y el paso de las personas, principalmente de los niños que van a estudiar a Cúcuta o al Táchira. Es un asunto de respeto por los derechos humanos, pues reduce el riesgo de explotación de los menores en las trochas, como estaba ocurriendo”.
Y no es todo, el directivo de la Cámara también destaca la recuperación de la conectividad aérea entre las dos naciones, gracias a los acuerdos suscritos para que así fuera.
Así las cosas, Umaña enumera los resultados de la recuperación e la relación binacional, al señalar como número uno la mejora de las condiciones sociales. En segundo puesto pone el hecho de que no se estén violando los derechos humanos. En tercer lugar, agrega el de la conectividad y la logística restablecidas. En quinto lugar señala las inversiones andando en los dos país, y en el quinto punto anota el comercio. “Los empresarios de la Cámara han tenido como valor fundamental el de contribuir a la recuperación de las variables sociales y no solo lo lucrativo”.