Macroeconomía

La economía vive un momento de recuperación. ¿Esta reactivación se da por cuenta del Gobierno Petro o a pesar de él?

Diversas variables de la economía colombiana muestran avances, pese a la incertidumbre por las tensiones con Estados Unidos y las dudas fiscales. ¿Es sostenible esta dinámica que registra el país?

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15 de noviembre de 2025, 6:03 a. m.
El agro, impulsado por el papel protagónico del café; las exportaciones, en medio de las más duras tensiones entre Estados Unidos y Colombia, y hasta la bolsa, con transacciones que han destrabado el valor de las compañías, han dinamizado la economía.
El agro, impulsado por el papel protagónico del café; las exportaciones, en medio de las más duras tensiones entre Estados Unidos y Colombia, y hasta la bolsa, con transacciones que han destrabado el valor de las compañías, han dinamizado la economía. | Foto: DIEGO ZULUAGA / ARCHIVO PARTICULAR / GUILLERMO TORRES-SEMANA

El martes 18 de noviembre, el Dane publicará los resultados del tercer trimestre de la economía. La expectativa es que sean positivos. Incluso, algunos, como el Grupo Cibest, anticipan un dato de 3,2 por ciento anual, superior al consenso de los analistas, que es de 2,4 por ciento. Pero no es el único indicador relevante de la economía. Las cifras en materia de desempleo han sido unas de las que más sorpresa han generado, al ubicarse en septiembre en 8,2 por ciento, cuando hace un año estaban en 9,1 por ciento, lo que, según el Dane, es la tasa de desocupación más baja de toda su serie histórica.

De acuerdo con cálculos de Corficolombiana, 2025 ha sido un año de notable dinamismo en el mercado laboral. “En lo corrido del año, Colombia alcanzó niveles históricamente bajos de desempleo, con una tasa promedio de 9,4 por ciento entre enero y agosto, mejorando incluso la cifra de 2015, que hasta ahora había sido el mejor resultado del siglo XXI”.

Las exportaciones también vienen en aumento: en septiembre de 2025 sumaron 4.621,3 millones de dólares y presentaron un crecimiento de 11,1 por ciento frente al mismo mes del año pasado, en medio de las mayores tensiones en la relación con Estados Unidos, producto de los enfrentamientos entre los presidentes Donald Trump y Gustavo Petro. Hasta la bolsa ha resultado favorecida. Su desempeño se mide con el índice Colcap, que empezó en enero por debajo de los 1.500 puntos y para el 11 de noviembre superaba las 2.000 unidades, el máximo nivel desde que se creó.

La pregunta es si estos resultados son gracias a la gestión del Gobierno de Gustavo Petro o a pesar de él. Para José Ignacio López, presidente de Anif, no ha sido clara la política de reactivación del Gobierno. “Creo que estamos viendo la confluencia de fuerzas con un contexto externo muy favorable, un aumento de las remesas, un crecimiento del turismo y una suerte de fuerzas que no necesariamente dependen del Gobierno y que se han mantenido. El Gobierno se beneficia de este viento a favor y probablemente va a aducir que es gracias a sus políticas, pero no está tan claro cuáles han sido”, afirma López.

La confrontación entre los mandatarios de Estados Unidos y Colombia  ha abierto una grieta visible en la geopolítica latinoamericana, donde los alineamientos ideológicos vuelven a perfilar el mapa regional. Fotos: Colprensa y AFP / Fotomontaje El País.
Las tensiones diplomáticas entre Gustavo Petro y Donald Trump marcaron el contexto internacional durante el aumento de las exportaciones colombianas. | Foto: Fotos: Colprensa y AFP / Fotomontaje El País.

Por su parte, Camilo Pérez, director de Investigaciones Económicas del Banco de Bogotá, considera que la economía avanza por buen camino, aunque no necesariamente por efecto de las políticas públicas. “En realidad, va bien, a pesar de las decisiones del Gobierno”. Señala impactos negativos en sectores como el petrolero y minero, la construcción –afectada por la eliminación de subsidios de vivienda– y la infraestructura, cuyo desarrollo avanza lentamente. “En su momento se intentó presentar el pacto por el crédito como una política de crecimiento, pero no veo algo realmente concreto”, concluye.

“La economía ha logrado sobreponerse a todo el sinsabor y a la incertidumbre política vigente. Estimamos que el crecimiento en el tercer trimestre sea del 3 por ciento, sería el mejor resultado en un buen tiempo; y para el año completo, 2,7 por ciento”, afirma Pérez. Además, dice que en términos estadísticos la comparación se da frente a periodos muy débiles.

Indicadores clave muestran una recuperación moderada de la economía colombiana en 2025, con mejoras en el PIB, el empleo y el desempeño del mercado bursátil, aunque persisten retos en inflación y tasas de interés.

Daniel Velandia, economista jefe de Credicorp Capital, asegura que el Gobierno está desempeñando un rol en el crecimiento por la contratación de empleados públicos. “El Gobierno nacional en los últimos tres años aumentó el gasto en nómina en aproximadamente 14 o 15 billones de pesos. Eso está permitiendo que el mercado laboral tenga un buen comportamiento y que estas personas contribuyan con el consumo”.

No obstante, cuando se habla de reactivación, Velandia dice: “Me atrevería a asegurar que el Gobierno está jugando un rol en la reactivación, pero no el Gobierno nacional, sino los Gobiernos regionales, con la ejecución de proyectos como el metro en Bogotá o el túnel del Toyo”.

El consumo de los hogares está impulsando el crecimiento, gracias a mayores ingresos disponibles producto de varias fuentes. Una, el empleo que ha crecido, aunque, como advierte Corficolombiana, ha experimentado un cambio estructural en la última década, pues este fue el país de la región con la mayor caída en la participación laboral. Y dos, las remesas: “Hace cinco años aproximadamente, las remesas representaban cerca de dos puntos del PIB y hoy son tres. Ese punto del PIB adicional es un claro beneficio para los hogares”, dice Velandia, para quien el consumo público y privado está siendo el motor de la economía. “No podemos olvidar que estamos en los mayores niveles de gasto público en la historia del país, pero la inversión no se recupera”.

Aumento porcentaje
El índice Colcap superó las 2.000 unidades en noviembre, alcanzando su nivel más alto desde su creación. | Foto: Adobe Stock

Ese es el punto más complejo en la ecuación: ¿es sostenible seguir creciendo así? “La respuesta es no.” “Si no tomamos medidas correctivas, este modelo se va a agotar. Uno podría anticipar que en 2027 y 2028 crezcamos más cerca del 2 por ciento que del 3”, advierte López. Argumenta que esas fuentes complementarias de ingresos de los hogares no van a seguir creciendo al mismo ritmo y eso desacelerará el gasto de los hogares. “Si no tenemos unos cambios de política que pongan en el centro a la inversión, en un par de años vamos a tener una economía que crece mucho menos y eso va a ser preocupante. Un menor crecimiento también va a exacerbar el grave problema fiscal”.

López destaca que ese desbalance entre consumo e inversión es atípico frente a pares regionales y genera unas brechas enormes. “Necesitamos proyectos de inversión del orden de 63 billones de pesos para recuperar los niveles que teníamos en la prepandemia. Ese sería un mínimo suficiente. Si uno fuera más ambicioso para volver a tasas de inversión que teníamos hace una década, tenemos un faltante de proyectos del orden de 100 billones de pesos”.

Las preocupaciones pasan por tres ejes. La inflación, que se ha ubicado alrededor del 5 por ciento, con presiones que la amenazan, como un aumento desbordado del salario mínimo, a tal punto que no ha podido alcanzar el rango meta del Banco de la República. Además, desde la junta del Emisor se ha abierto la posibilidad de subir de nuevo las tasas. El segundo es, precisamente, la tasa de interés del Banco de la República, aunque, como advierte Pérez, el Gobierno ha sido también responsable de que las tasas de interés no bajen más. “Cuando se piensa en un crédito de plazo, la tasa de interés de referencia del banco central es importante, pero lo son más las tasas de la deuda pública local. Hoy están entre 11 y 12 por ciento en el largo plazo”.

El comportamiento del dólar y otras divisas ha influido en el repunte de las exportaciones, que en septiembre alcanzaron más de 4.621 millones de dólares. | Foto: getty images

El tercer eje es el peso del déficit fiscal que arrastra el Gobierno. “La situación fiscal limitará la disponibilidad de recursos para inversión pública y, además, un déficit persistente genera el efecto conocido como crowding out: presiona al alza las tasas de interés y reduce la rentabilidad de los proyectos de inversión en el país”, advierte López.

Como señala Juan Daniel Oviedo, exdirector del Dane y precandidato, “estamos en una burbuja”. Y sentencia que este Gobierno está dejando a Colombia llena de “minas antipersona”, como un posible apagón, racionamiento de gas natural, el déficit fiscal y un deterioro del desempleo, entre otras. Quien llegue a la presidencia va a tener el reto de desactivar esas bombas o le explotarán en las manos.