Reforma tributaria
Reforma tributaria, de nuevo, quedó en agonía: se deshizo el cuórum en debate de votación donde buscaban hundirla
Fue un álgido debate. Hubo intercambio de insultos entre el ministro de Hacienda y algunos congresistas.
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Sorprendente. De nuevo fue levantada la sesión en las comisiones económicas del Senado y la Cámara, donde se adelantaba el debate a la agónica reforma tributaria que, para muchos, ya está hundida.
Los parlamentarios votaron a favor del archivo del proyecto de ley, pero el debate continuó para abordar ahora la ponencia positiva, la del gobierno.
Algunos congresistas habían pedido que empezaran con los integrantes de la Comisión IV de Cámara, porque la IV de Senado, habitualmente respalda la posición del gobierno.
Así se hizo. En las intervenciones los parlamentarios hablaban de tretas para que la reforma continuara viva, con la expectativa de seguir. Y sucedió. Cuando se procedió al llamado a lista ya no había cuorum, por lo cual, el presidente de la sesión, Wilmer Castellanos, procedió a levantar la sesión.
No obstante, el debate continuó porque unos minutos antes se había pedido repetir la votación. Buscaban argumentos jurídicos para sustentar que se habían presentado vicios de forma.
Lo cierto es que no hubo votación y con ello, de nuevo, la reforma queda pendiente de que se vuelva a meter en la agenda del Congreso del próximo martes.
Olga Lucía Velásquez jugó su carta en un intento por salvar la aporreada reforma, en torno a la cual la mayoría de parlamentarios aseguraba que se hundiría, aunque —según algunos— el Gobierno podría intentar deshacer el cuórum, aprovechando que tiene a su favor dos de las cuatro comisiones, como lo había hecho en otras ocasiones.
Velásquez pidió que se tuviera en cuenta su proposición de rescatar únicamente el capítulo IV de la ponencia de la ley de financiamiento, pues con ello, afirmó, demostrarían que estaban defendiendo al contribuyente.
El debate se tornó abiertamente político. La tensión aumentaba. Mauricio Gómez Amín, quien también es precandidato presidencial, advirtió que una de las comisiones —la Cuarta de Cámara— comenzaba a retirarse del recinto, lo que muchos interpretaron como una estrategia para ganar tiempo y tratar de convencer a los opositores: sacar a los parlamentarios para disolver la mayoría más uno.
