Covid-19
Prueba San Fermín: más de un millón de personas espera Pamplona, a pocos días del séptimo pico de covid en España
Desde que el público volvió a espectáculos masivos, y tras la reanudación de fiestas y carnavales, la de Pamplona es la primera que reunirá a más de un millón de personas de todo el mundo, después de la pandemia. Sin ninguna restricción. Alerta.
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Si Ernest Hemingway (1899-1961) estuviera vivo, y hubiera sobrevivido a la Primera Guerra Mundial, en la que fue chofer de ambulancia; a su escopeta favorita, cuando la disparó contra su cabeza el 2 de julio en que se mató; o a la covid 19, que a sus hipotéticos 119 años lo hubiera agarrado sin defensas, estaría el pasado 7 de julio en Pamplona, día de San Fermín (santo que ni la Iglesia católica reconoce), para dar reporte de lo que consideraría noticia mundial, para bien o para mal.
El Nobel de Literatura (1954) habría “pedido páginas”, como se dice en el argot periodístico, como las que le asignó la revista Life en 1959, sobre los toreros Antonio Ordóñez y Luis Miguel Dominguín. Lo que principio fue un reportaje, terminó en manuscrito de 7.500 palabras, convertidos en novela: Verano Sangriento (1985).
En su mayoría, hombres y mujeres de habla inglesa, la del autor de ‘Adiós a las Armas’ (1929) y ‘El viejo y el mar’ (Premio Pulitzer 1953). Dos posibles titulares podría tener en mente Hemingway, de haber estado en los primeros sanfermines desde 2019: el fin de la amenaza del coronavirus, o su resurrección.
Siete días sin restricción, solo la del límite de resistencia del cuerpo humano, y el cerebro, pues durante una semana no habrá un solo minuto de silencio. Literal. La mayoría, bebiendo vino y ‘kalimotxo’ -sí es con coca cola y otros líquidos-; en “sano juicio”, los “pocos miles” que se atreven a correr 875 metros por las calles, delante de seis toros de casi 600 kilos, en 2: minutos y 30 segundos de carrera frenética: “la mayor adrenalina que pueda resistir un corazón humano”, según Hemingway.
Si ninguna “cepa”, “ola”, “virus” se riega por el planeta, tras los Sanfermines 2022, es probable que la humanidad haya ganado la batalla. Que la OMS esté pendiente de Pamplona solo es culpa del reportero que “propagó” el virus de San Fermín, con ‘Fiesta’ (1926), su primera novela, en la que describió la mayor “torre de babel” del siglo XX, aún vigente un siglo después. Variantes delta, omicron, y quién quita si viruela de mono podrían estar reunidas este año en los sanfermines, revueltos y sin tapabocas, siete días por las calles del casco antiguo de la capital del reino de Navarra.
El Encierro
30 carpinteros instalan a diario 900 postes, 2.700 tablones, 120 empalizadas y 80 puertas, en un tramo de 875 metros. A las 8:00 a. m. del 7 al 14 de julio, lo recorren los seis toros de cada corrida, a una velocidad promedio de 24 km/h, entre una multitud. 13.800 corredores participaron en 2019, según datos del Ayuntamiento de Pamplona. 16 corredores han muerto por cornada de toro, desde la primera víctima (13 de julio 1910) hasta la –por ahora– última (10 de julio de 2009).
La Misericordia, 100 años
Inauguración: 7 de julio de 1922.
Aforo: 19.720 espectadores.
Propiedad: Casa de Misericordia.
La plaza de toros de Pamplona, con un busto sobre piedra de Ernest Hemingway en la puerta grande, es el sitio más visitado de la ciudad: 138.040 entradas se despacharon para las siete corridas de toros. El asilo Casa de Misericordia alberga gratis a 500 ancianos.
Crimen y pecado
El 7 de julio de 2016, cinco hombres violaron a una mujer en un céntrico portal de Pamplona. El caso, conocido como La Manada, dio la vuelta al mundo, y San Fermín, “fiesta para hombres”, en sinónimo de violencia contra la mujer. Las mujeres representan solo el 6 por ciento de corredores y hasta 1974 tuvieron prohibido participar de los encierros.
Chupinazo
Un volador, disparado a las 12:00 m. cada 6 de julio, da inicio a 10.080 minutos de desenfreno e incalculables litros de alcohol: “Fiesta”, los definió Hemingway. Miles de personas, de todos los continentes, llenan sus 2.000 metros cuadrados cada año, vestidos de blanco y rojo, para oír el estallido del cohete, sinónimo de pistoletazo.