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Los Verón y la gloria?

El cuarto título de Estudiantes de La Plata en la Copa Libertadores de América tiene nombre propio: Juan Sebastián Verón. Además de haber sido elegido el jugador más valioso de la final, ante Cruzeiro de Brasil, el volante de 34 años cumplió un sueño personal: igualar la gesta de su padre, Juan Ramón, quien también se coronó campeón continental, con el mismo equipo, a finales de los años 60. Después de 10 años en el fútbol europeo, donde ganó varios trofeos en Italia e Inglaterra, Juan Sebastián regresó a La Plata en 2006 para vincularse al club que lo vio nacer. Y lo hizo ya no como la joven promesa de hace 15 años, sino como una figura consagrada, dispuesta a brillar en el equipo 'pincharrata', a pesar de estar en el ocaso de su carrera deportiva. Desde el comienzo, se puso dos metas ambiciosas: "Volví a la Argentina con el sueño de ganar mi primer título local y la Copa Libertadores", dijo en su momento. En 2006 cumplió la primera parte, cuando su equipo venció a Boca Juniors en la final para coronarse campeón del torneo argentino por primera vez en 23 años. La segunda llegó la semana pasada, en medio de lágrimas, cuando levantó la copa de clubes más importante de América con el equipo de sus amores.