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El ritual de fin de año para limpiar la energía del hogar y empezar el 2026 con pie derecho
Miles de personas realizan esta actividades para liberarse del pasado y motivarse con sus proyectos.
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Con la llegada de diciembre, muchos empiezan a hacer planes, cerrar ciclos y prepararse para un nuevo comienzo. Más allá de las celebraciones, la cena familiar o los propósitos para el próximo año, algunos deciden implementar rituales para la renovación y limpieza de la energía del hogar.
Como se ordena la casa físicamente para despedir el año, también se puede limpiar aquello que no se ve, pero que llega a influir en la energía de las personas que habitan en el entorno.

El objetivo es dejar atrás cargas emocionales, discusiones, estrés y vibraciones que se acumulan con el tiempo, y abrir espacio para nuevas oportunidades, bienestar y claridad mental.
La limpieza energética suele comenzar el 30 o 31 de diciembre, aunque muchos optan por hacerlo días antes, dependiendo del tiempo que tengan disponible para este ejercicio.
¿Cuáles son los pasos para hacer la limpieza energética para un nuevo año?
El primer paso es abrir ventanas, dejar que el aire circule y permitir que la luz entre en todas las habitaciones. Según quienes realizan este ritual, esto marca el inicio del reinicio energético y simboliza la entrada de lo nuevo y la salida de lo que ya cumplió su ciclo.
Luego, se utilizan hierbas como la ruda y el romero o la salvia, consideradas por generaciones como plantas protectoras y purificadoras, y se pasan por los rincones del hogar, especialmente por las esquinas y las puertas. Esto sirve para eliminar la energía estancada.
Sin embargo, otros prefieren encender inciensos o velas blancas, que representan paz y claridad.

La importancia de agradecer en medio del ritual
Uno de los momentos más importantes del ritual es el de agradecer. Es por esto que, con la casa ventilada y la energía renovada, se debe tomar un instante para pensar en todo lo que dejó el año.
La idea es cerrar el ciclo con gratitud, incluso si hubo situaciones complicadas, ya que este gesto ayuda a soltar lo que pesa y a abrir espacio para cosas nuevas.
Después viene la visualización, la cual tiene como finalidad imaginar cómo se espera que sea el 2026. En ese momento se debe pensar en qué es lo que se quiere atraer, qué hay que dejar ir y qué propósitos desean ser cumplidos.
Aunque no es una fórmula mágica, este ritual combina intención, tradición y, sobre todo, motivación, la cual sería la clave para cumplir con las metas propuestas para el próximo año.


